Capítulo 16. El guardian ha llegado.

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Tsuna miraba desde lo lejos una gran torre en el centro de la ciudad. Era la torre del MBI, el causante de muchos problemas y todo por mera diversión de su CEO.

Suspiró pesadamente y miró de reojo a una de sus sekirei. Su bella sekirei de agua lo miraba a él, sus hermosos cabellos se agitaban por el suave viento, le sonrió tiernamente con un tenue rubor en sus mejillas y le tomó de la mano, algo que no rechazó.

-Gracias por venir de compras conmigo, Tsukiumi-chan -el chico dijo feliz levemente ruborizado por la situación.

-¡Claro que lo haré! Eres mi esposo después de todo y... m... me gusta pasar el tiempo contigo -murmuró lo último bastante nerviosa causando algo de risas en el Sawada- ¿En verdad vas a luchar contra Karasuba? Ella... yo no puedo confiar del todo en esa mujer -expreso con seriedad aasombrando levemente al chico.

-Pues yo sí, ella es honesta cuando habla conmigo, sé que no es una persona buena del todo -comenzó a hablar recordando las intenciones asesinas que tuvo cuando cazaba a aquella sekirei en su primer encuentro.

Le recordaba fugazmente a alguno de sus mayores rivales, no al mismo nivel claramente, pero desprendía algo similar que era ciertamente de temer.

-Ella probablemente actúe solo por beneficio propio, n...no puedo soportar que quiera apartarte de mí o algo así -ella expresó sus inseguridades inflando sus mejillas- Además es sanguinaria, hay rumores que...

Tsuna la interrumpió.

-Hm, yo creo que todos pueden cambiar -murmuró el castaño mirando el cielo y recordando a cierto albino y chico de ojo demoníaco.

-Entiendo... -ella miró abajo algo pensativa- Tsuna, y...yo quiero pe...pedirte algo -comenzó a hablar nuevamente cambiando totalmente su actitud apartándose levemente para juguetear con sus dedos tiernamente.

-¿Qué pasa? -preguntó curioso y algo sonrojado al ver su absurda belleza resaltar una vez más.

-¡Y... yo q...quiero una ci...cita! -finalmente exclamó cerrando sus ojos muy nerviosa por la posible negativa de su ashikabi.

Tsuna estaba incrédulo, asombrado pero finalmente esbozó una pequeña sonrisa. Posó con suavidad su mano sobre la de Tsukiumi acariciándola con delicadeza causando que esta lo mire a los ojos atenta.

-Claro, no tengo problema Tsukiumi-chan -respondió el castaño con una pequeña sonrisa.

Poco sabía el Sawada que sus otras sekirei contentas no estarían al enterarse de este adelanto tomado por la sekirei rubia.

-A... aunque primero tengo algo que hacer -murmuró con nerviosismo y no tan seguro.

-¿A qué te refieres? -preguntó curiosa la rubia ladeando su cabeza.

-Una promesa que cumplir -respondió rascando su mejilla.

.

Uzume caminaba por las calles de Shinto Teito con una expresión preocupada. Su vista se elevó al edificio que estaba ya a un par de kilómetros de allí.

Un hospital, su mirada se volvió vacía por unos segundos antes de suspirar sumida en sus pensamientos.

Aunque repentinamente su hombro fue tocado por alguien.

-Oye, la luz ya está en verde, es peligroso si quedas en medio del camino -una voz juvenil habló con serenidad.

Ella le miró y al instante sus ojos se abrieron de par en par. Aquel contacto hizo que su cuerpo se caliente de sobremanera y su rostro se ruborizó.

-¿E...eh?

Apenas podía ver su expresión por la capucha que usaba pues el sujeto portaba una chaqueta marrón claro.

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⏰ Última actualización: Sep 13 ⏰

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