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Sentado a la orilla de la calle, fumando un cigarrillo y con los ojos aguados, recordaba todo lo que habia sucedido en los últimos meses con su esposa.

Fuera de la funeraria, todos consolandose mutuamente; consolando a aquel niño que no sabia lo que pasaba a su rededor ni el porque su madre estaba en un cajón estrecho, ni porque todos lloraban.

Oh, su pequeño. ¿Cómo saldría adelante? Explicarle a un niño que su madre no volverá jamás por un arrebato del tiempo, es una de las cosas por las que nadie quiere pasar.

¿Por qué? ¿Por qué esa furia la desquitó de tal manera?, no sabia, si podria haber sido diferente, si hubiera llegado unos minutos antes. . . Si tan solo pudiera lograr que todos sus errores se esfumaran en el aire.

Ver caer a la persona que más amaba.

ᶠⁱʳˢᵗ ˡᵒᵛᵉ

Recordaba ese dia como si fuera ayer. Ella entrando a la iglesia, con vestido blanco, delicado y con una sonrisa. Sosteniendo un fino pero sencillo ramo, acompañada de su suegro.

La piel se le habia puesto de gallina, en unas horas, ambos serian marido y mujer. Nunca pensó llegar tan lejos en una relación, ni menos que esta diera frutos..

Verla caer contra el duro asfalto, su cabeza rebotar una vez, mirando hacia un punto no concreto, su vista perdida y su respiración, cuerpo y alma desvaneciendose con un pequeño suplicar "cuidalos", le dijo cuando lo tuvo a su lado.

En medio de la vereda, manchado de su sangre, su sudor y sus lágrimas; viendo como ella se iba lentamente, dejandolo solo, completamente solo. Y saber que ella murió por su culpa, era lo que más tenia en mente. Desde ese dia, Kang sintió toda la culpa, ocultando su dolor en el alchol.

Y ahí estaban, los gritos alertando a los vecinos, algunos corrieron hacia él, ofreciendo ayuda inmediata, tratando de ayudar. Pero él no la soltaba... se negaba a decirle adiós.. se negaba dejarla ir.

ᶠⁱʳˢᵗ ˡᵒᵛᵉ

Seguia ahí, sin entender. Apoyando su cabeza en su mano, mirando la calle, tirando lejos el cigarrilo con los ojos llorosos. Le costaba tragar... tragar, en ese momento era como ahorcarse en lágrimas, en llanto. El saber que no volverá esa persona a la cual amaste, tu pencilina, esa que te salvó.

Sintió como se sentaban a un lado suyo, y no tuvo más remedio que girar a ver. . . Su hijo, su pequeño, su todo. El fruto de ese amor, que hoy se marchitaba, ese pequeño terroncito que le dejó su amada esposa. Ese que prometió cuidar y amar toda su vida, pero hoy no se creia capaz de hacer una de esas.

Y ahí estaba su pequeño hijo, de cuatro años, que no entendia nada de lo que estaba pasando. Miraba también hacia la calle, atento al cigarrillo que su padre habia arrojado. Sus regordetes cachetes hacian juego con sus facciones, habia sacado lo mejor de ambos padres.

Vestido con su trajesito negro, su pequeña corbata, que era toqueteada cada segundo por el pequeño niño y sus cabellos por todo su rostro.

Kang se tapó la cara. Horrorizado, tan avergonzado de su pasado, le habia quitado la vida a la madre de un niño de cuatro años. Su hijo lo miraba, desorientado; se levantó y lo abrazó. Haciendo que llorara más, aferrandose al pequeño cuerpo. Y asi se quedaron, abrazados, Eun-ho sentado en las piernas de su padre abrazandolo, hasta quedarse dormido. Sin decir nada, el pequeño sabia las razones por las cuales ya no estaba su madre, pero... ¿Por qué meter más angustia y peso hacia sus familiares? Mejor era quedarse callado, finjiendo no entender. Derramó unas últimas lágrimas sobre el traje de su padre, luego, calló rendido en brazos de morfeo.

Kang se tranquilizó, no queria despertar y tampoco alterar a su hijo. Kwan le habia mandado un mensaje, confirmando su asistencia y apoyo en el lugar. Y eso esperaba, a que llegara..

Y si, media hora más tarde, Kwan se sentaba a su lado, sacando al pequeño de entre sus brazos, y posicionandolo entre los suyos. Más fácil para abrazar a su amigo. Y ahí, Kang se descargó, lloró hasta que ya no tuvo más energías, hasta que sintió una pequeña y mínima  paz. No dijeron nada, solo estaban ahí, Kwan sosteniendolos a ambos.

Kang navegaba en lo más profundo de su mente, aprovechando el silencio.

Quizás la "eternidad" es un castillo de arena, derrumbándose debilmente ante las olas tranquilas.

Quizás el amor es una serie momentánea de emociones, todo viene con una condición.

Kang sentia ser arrastrado por esas olas, siendo empujado sin hacer mucha fuerza. Siendo destruido, poco a poco...

 Siendo destruido, poco a poco

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778 palabras.

First LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora