Después de secarse, Seon Ho salió a buscar a Dalia, busco por los alrededores del lugar pero no la encontró, hasta que después de unos minutos llegó a una jardinera, donde ahí estaba pero Gabriela llorando, el la miró confundido pero preocupado al mismo tiempo, sintió un mal presentimiento.
—¿Estas bien? ¿Está todo bien? —susurró preocupado acercándose a ella, Gabriela continuó sollozando y no respondió.
—Dalia no está aquí —respondió cortante la chica, evitando a toda costa su mirada.
—¿Sabes a dónde se fue? —preguntó aún más preocupado.
—No lo sé —respondió dándose la vuelta.
—Tu... ¿Estás bien? —preguntó mirándola por la espalda, pues ella no volteó.
Gabriela limpió sus lágrimas y no respondió, siguió caminando tomando su camino, Seon Ho tenía el presentimiento de que algo malo había pasado, miró hacía el piso preocupado y triste, sacó su teléfono y le marcó a su novia, no respondía, continuó intentando pero mandaba a buzón. Su preocupación aumentó, regresó al restaurante para ver si estaba ahí, pero no fue así
—¿Han visto a Dalia? —preguntó a sus padres.
—No —negaron sin entender que pasaba.
Él asintió, hizo una reverencia despidiéndose y salió corriendo del lugar, seguía intentando marcar a su número pero aún así no contestaba, buscó en los lugares que solían ir ellos juntos pero en ninguno estaba, les preguntaba a las personas que trabajaban ahí sí la habían visto pero ellos negaban, la noche cayó y se preocupación fue aún mayor, caminó muy triste hacía su casa, cuando de pronto, en una calle angosta vio a una chica llorando en una esquina abrazando sus rodillas, Seon Ho se acercó a ella, quizás podía ayudarle en algo, pero cuando estaba mas cerca se dio cuenta que era ella, su chica.
—Dalia —susurró abrazándola.
La chica reconoció su voz, levantó su mirada y lo vio, su llanto aumentó, ella rápidamente lo abrazó, sollozaba en su pecho, mientras él acariciaba su cabello, para ella su pecho era su refugio, pero se sentía aún peor al saber que ya no era más de ella.
—¿Qué pasa Dalia? —susurró.
La chica no respondió y siguió sollozando, hasta que después de unos minutos se tranquilizó un poco más para poder hablar, se armó de valor para finalmente contarle lo que estaba pasando, ella siempre decía que en una relación siempre tiene que haber confianza y comunicación, no quería fallar en eso.
—De verdad no se como explicarte todo esto que me esta pasando, pero es algo muy doloroso —dijo entre sollozos, de nuevo lloraba a mares.
—Aquí estoy —respondió tomándole su mano.
Ella sintió dolor en su corazón y sus ojos se llenaban de lágrimas, él continuaba siendo un amor como siempre y eso lo hacía más difícil para ella.
—Yo... —balbuceó, limpió un par de lágrimas bruscamente. —Tú... tú eres novio de Gabriela
—¿Tú tía Gabriela? —respondió más que confundido, Dalia asintió levemente. —¿Qué? ¿De qué hablas? Yo apenas la conozco, el día del hospital
—El día del hospital... ¿Te dijo algo? —preguntó con voz temblorosa.
Trató de recordar, y lo hizo, él se sintió extraño por la forma en que lo vio, que lloró e incluso le dijo "amor"
—Me dijo... "¿Amor? ¿Eres tú?" —respondió mirando el piso. —No entendía su comportamiento, pero cuando me vio lloró —explicó con tristeza.
—Ahora lo entiendes, y yo también —respondió limpiando sus lágrimas.
—No, no entiendo —respondió negando. —Todo esto es muy confuso
—Ella te recordó cuando despertó porque tu eres su novio —gritó en llanto tomándolo de los hombros. —Te conoció cuando fue a Corea del sur, se enamoró de ti y tu de ella, se hicieron una pareja feliz... ella venía a Londres a presentarte con nosotros como su novio, pero tristemente tuvieron aquel accidente donde tú perdiste la memoria y ella quedó en coma —terminó de decir, Seon Ho abrió ligeramente su boca sorprendido.
—Yo... yo no recuerdo nada —susurró con tristeza, era cierto, no podía recordar nada y le dolía ver a su novia sufriendo por algo de su pasado.
—Ella sí, recuerda todo, es difícil para ella ver como su amor ahora esta con alguien más, y peor aún si esa persona es su familia —respondió entre sollozos.
Seon Ho ahora entendía porque su chica se sentía así, su llanto parecía imparable, pero era comprensible, ella sentía un dolor imaginable, su corazón estaba roto, ambos sentían que su felicidad había sido arrebatada.
—Lo mejor es que... terminemos —soltó en llanto su chica.
—Pero... —susurró mirándola, en el fondo sabía que era lo correcto aunque no lo quisiera.
—Es lo mejor por ahora —le interrumpió. —Me duele, y me duele como no tienes una idea, Seon Ho, yo te amo —dijo acariciando su mejilla pues una lágrima había salido de ahí.
—Yo también te amo Dalia —también acarició su mejilla.
Dalia tenía miedo de que algún día Seon Ho recuperara la memoria y con ello sus sentimientos por Gabriela, ya no sabía que podría pasar, lo único que sabía era que realmente amaba a Seon Ho. Pero si eso llegase a pasar ¿que podía hacer? Son los sentimientos de Seon Ho los que tienen que fluir
Seon Ho se acercó a ella y la abrazó de nuevo, luego de unos minutos se separaron y él la besó, ella correspondió a aquel beso, no querían que ese fuera su último beso, ambos se movían en una sincronía perfecta, fue un beso que realmente demostró cuanto se amaban, pero sabían que para hacer las cosas bien como ellos querían, tenían que separarse y analizar, qué era lo que harían, aunque la mayor elección sería por parte de Seon Ho
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My Rainbow [Kim Seon Ho] [Editando]
FanfictionDalia y Seon Ho tenían algo en común: Iniciar una nueva vida. Luego de que Dalia se mudara a Londres, pudo unirse mucho más a su tía Gabriela, las cuales parecían hermanas, a Dalia no le importaba nada mas que el bienestar de su familia, hasta que u...