Capítulo 27

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Dalia abrió sus ojos poco a poco, arrugó su nariz y bostezó, estiró sus brazos y se levantó de la cama, abrió la cortina viendo el hermoso y soleado día que había, que curiosamente, era un hermoso día después de aquella tormenta, bajó su mirada ha...

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Dalia abrió sus ojos poco a poco, arrugó su nariz y bostezó, estiró sus brazos y se levantó de la cama, abrió la cortina viendo el hermoso y soleado día que había, que curiosamente, era un hermoso día después de aquella tormenta, bajó su mirada hacia afuera de su casa y se dio cuenta que ahí estaba Seon Ho, una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su rostro, pero cuando se dio cuenta que tenía su pijama se desvaneció, sus mejillas se tornaron rojas de la vergüenza, Seon Ho la miró y comenzó a reír levemente.

Se cambió rápidamente colocándose un hermoso vestido floreado con unas mangas amponas muy lindas, se puso unos zapatos con tacón pequeño, bajó las escaleras y pudo ver a Seon Ho sentado en el sillón de la sala, el se levantó al mirarla, su mirada no se despegaba de ella, él pensaba en lo hermosa que se veía, incluso con su pijama lo era, sonrió ampliamente mientras su madre miraba la escena tiernamente.

—Hola Seon Ho —susurró sonrojada.

—Hola Dalia —respondió con felicidad.

Dalia tomó su bolso, ambos salieron tomados de la mano y se despidieron de su madre, mientras caminaban para su cita/ desayuno, Seon Ho no podía creer que fuera real aquello, estar de nuevo con ella, mirarla tan cerca y hacer que su corazón latiera como loco.

—Seon Ho me sonrojas —dijo Dalia mirándolo con ternura.

—De verdad eres muy bella Dalia —respondió acariciando su mejilla.

—Y tú eres muy guapo —sonrió la chica.

El chico sonrió en forma de respuesta, y sin darse cuenta habían llegado al lugar, disfrutaron del desayuno alegremente, entre plática y risas, ambos estaban muy feliz de poder estar juntos de nuevo.

—No se si deba preguntarte esto pero, ¿Pudiste recuperar tus recuerdos?

—No —negó. —Pero eso no me importó, cree nuevos y ahora estoy con mi familia, y la persona que amo, que para mi son lo más importantes —respondió con una sonrisa.

Dalia se sintió conmovida con su respuesta y sonrió, luego le tomó su mano y la acarició, era suave como la recordaba. Después que salieron del restaurante vieron a muchos niños emocionados apuntando hacia el cielo, ellos voltearon confundidos a ver qué era lo que había, y se dieron cuenta de lo hermoso que era.

My Rainbow [Kim Seon Ho] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora