Capítulo 23

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Gabriela agarró los cafés y se sentó junto a Seon Ho, el chico miraba asombrado el lugar, se sentía como en una historieta, hasta las tazas lo parecían, era increíble esa ilusión que te daba el lugar, era el famoso café Yeonnam-dong, el sentía una...

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Gabriela agarró los cafés y se sentó junto a Seon Ho, el chico miraba asombrado el lugar, se sentía como en una historieta, hasta las tazas lo parecían, era increíble esa ilusión que te daba el lugar, era el famoso café Yeonnam-dong, el sentía una vibra hermosa ahí, no podía evitar sonreír, Gabriela también lo hacia. 

—¿No recuerdas nada de aquí? —dijo entregándole su café.

—No —negó. —Siento una vibra súper bonita, pero no logro recordar nada

—Aquí... Aquí fue nuestra primera cita —sonrió con tristeza la chica.

Seon Ho la miró con tristeza, acarició su mano y susurró

—Lo siento Gabriela, perdóname por no recordar eso momentos, que seguro fueron bellos

—Lo fueron —sonrió sin mostrar sus dientes. —No te disculpes, no es culpa tuya.

Ella le dio un trago a su café, el chico repitió su acción, mientras disfrutaban de la vista, comenzaron a platicar mientras disfrutaban de la bebida, la chica no quería regresar el tema, pues aunque no lo demostrara demasiado, era triste y doloroso para ella ver como ella se emocionaba y volvía a vivir con esos recuerdos que Seon Ho no tenía.

—¿Por qué no vamos a los lugares que solíamos ir? estoy seguro que me servirán de ayuda para recuperar mis recuerdos —preguntó entusiasmado el chico.

—Claro —sonrió.

La chica trataba de verle el lado bueno a eso, veía mucho entusiasmo en recuperar sus recuerdos, ahí había una probabilidad que sus sentimientos por ella volvieron pero ¿y Dalia? ¿Acaso no está pensando en ella? ¿No sería algo egoísta? No quería pensar en eso, quería dar su corazón a ese día y dejar que las cosas pasaran por sí solas, disfrutaría del día con Seon Ho, como si volviera a vivir aquellas citas con él.

Su segunda parada fue la torre de Seúl, la vista era maravillosa desde ahí, las personas se tomaban fotos aprovechando la vista, turistas emocionados, etc.

—Vaya que es hermoso —respondió Seon Ho asombrado pero con una sonrisa.

—Realmente lo es —respondió ella de la misma manera.

Comenzaron a caminar hasta llegar al lugar más alto con una vista aún más hermosa, había candados a su alrededor, el chico se acercó muy curioso a verlos y se dio cuenta que había nombres de lo que parecían parejas y un mensaje de amor.

—Gabriela... nosotros...?

—¿Pusimos un candado? —preguntó mirándolo, el chico asintió. —Sí, lo hicimos

El chico se sonrojó, sabían que era imposible encontrar su candado entre cientos de más candados, Gabriela recordó ese momento con una sonrisa, era muy fuerte por el hecho de estar ahí, pero lo hacía por su amor hacia Seon Ho. El chico pudo notar tristeza en sus ojos, lo que menos quería era eso, causarle tristeza, por lo que se le ocurrió una mejor idea.

—Ven, vámonos —dijo tomándola de la mano para después correr.

—Espera, ¿A dónde vamos? —respondió confundida mientras corrían.

—Ya lo verás —respondió con una sonrisa y sin soltar su mano.

Seon Ho había visto un puesto de banderillas coreanas en el camino a la torre, memorizó que estaba cerca de aquel lugar, por lo que ese fue su destino, al llegar compraron cada uno una deliciosa banderilla, el chico sintió un cosquilleo al probarla, había recordado su sabor, ambos la disfrutaban entre risas, el prefería verla feliz, y ella se sentía así en ese momento, ambas sonrisas iluminaban el lugar.

Gabriela comenzó a sentir algo en su corazón, tenía una lucha interna en si hacerle caso o no, finalmente lo hizo, no pudo evitar la tentación al ver los labios de Seon ho, entre la felicidad del momento, ella se acercó a el y finalmente lo besó, colocó sus labios en los del chico, el reaccionó muy sorprendido que abrió sus ojos, estaba inmóvil mientras que ella movía sus labios. 

My Rainbow [Kim Seon Ho] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora