𝚃𝚑𝚎 𝚃𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 (𝐶𝑖𝑙𝑙𝑖𝑎𝑛 𝑀𝑢𝑟𝑝𝒉𝑦) (completa)

4. Windows

Bajé para solo sentarme en el banco que había enfrente y subir mi mirada para el piso del señor Murphy el cuál seguía allí, asomado con su teléfono clavando su mirada en mí con el ceño fruncido debido al sol que se reflejaba en su cara y mi móvil vibró avisándome de que me había llegado un mensaje.

"no me gusta meterme en sus asuntos señorita Camila, pero ¿ha bajado solo para sentarse?"

"exacto señor Murphy, sólo para sentarme bajo el sol ¿usted
no lo hace cuando necesita un descanso?
¿o no para de trabajar?"

"pues no pero cuando puedo
suelo ir a otros lugares
si quiero tomar el sol, pero no debajo de mi casa"

"¿y a dónde suele ir?"

"no sé si te parecerá buena idea probablemente no
pero ¿que te parece si
te llevo a uno de mis lugares favoritos?"

"está bien"

"dame 5 minutos"

El señor Murphy bajó mientras ponía una mano sobre su frente intentando buscarme sin poder por el sol y cuando me ubicó me hizo una señal con su mano para que me acercará y le siguiera hacía su auto.

—espero que no oscurezca pronto es un día precioso y en ese lugar hace mucho más calor—

—¿está lejos?—

—un poco, en coche se tarda entre unos 10 y 15 minutos—

—no sé por qué estoy haciendo esto, no le conozco de nada—

—yo a ti tampoco—

—bueno, si me matas hazlo rápido—

—trato hecho—

En ese momento Cillian con sus llaves hizo sonar su coche, era de el mismo color que sus ojos y por dentro era color crema, nos montemos y empezó a encender el coche.

—¿suele llevar a muchas personas?— Cillian me miró raro y volvió a mirar la carretera

—es decir, me refiero a que si es para usted solo es muy grande— dije casi tartamudeando

—no suelo llevar a nadie en mi coche, eres la primera que subo—

—oh, siento si le ha parecido mal—

—no, tranquila, está todo bien— me miró de reojo y sonrió mientras el fuerte sol golpeaba en mis piernas.

Apenas hablemos, los dos éramos bastante callados, tímidos. Cillian paró en mitad de un pequeño bosque y bajemos dirigiéndonos hacía varios árboles.

—sé que no debería preguntar ahora esto porque ya sería muy tarde, pero ¿no irá a asesinarme o algo por el estilo de verdad?—

—si quisiera asesinarte ¿no crees que en vez de decírtelo por el teléfono te lo habría dicho mejor en persona?—

—eso es lo que un asesino diría— sonrió vergonzosamente y seguimos caminando.

Caminemos hasta encontrar un gran río con agua muy limpia y casi escondida de todo, estaba solo algo que me pareció extraño ya que era bastante bonito, no tenía insectos ni nada por el estilo, solo tenía pájaros y parecía de un cuento de hadas.