5. la tienda de acampar

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Abrí los ojos poco a poco por lo molesta que era la luz que entraba y me preparé para salir a hacer deporte, hacía mucho que no dejaba el mundo a un lado y me ponía a pensar. puse música y empecé a recorrer todo el barrio. llegué hasta una parada y me senté en el banco que había mientras el aire frío recorría todo mi cuerpo y me acomodé para revisar un rato mi celular, tenía 2 llamadas perdidas de mi madre y un mensaje de Cillian.

—¿tienes algo que hacer hoy?—

—pues mira por donde, no—

—¿que te parece si te llevo por mis lugares favoritos de esta ciudad?—

—estaría increíble, pero si no quiere no está obligado a hacerlo—

—no digas tonterías yo tampoco tengo nada que hacer y me lo paso bien contigo—

—está bien, ¿a que hora?—

—¿que le parece dentro de una hora?—

—genial, en una hora nos vemos—

hasta ahora Camila—

Colgué y volví a casa para ducharme y preguntarle a mi madre qué quería y  avisarme de que hoy no iba a estar durante un día porque tenía que trabajar doble, no era nada muy importante solo quería saber donde estaba algo que me pareció raro ya que no se suelen preocupar mucho por donde estoy o si me dejan sola pero pasé de ello y me arreglé para esperar enfrente a Cillian, no esperé mucho y vi su silueta reflejada en el portal mientras bajaba las escaleras, abrió la puerta y me abrazó como si no me hubiera visto en días.

—estás preciosa— dijo con algo de vergüenza

—gracias la verdad que no sabía que ponerme ya que no me ha dicho donde íbamos—

—tranquila así vas perfecta ¿vamos?— dijo haciendo una señal con su cabeza hacia su coche

caminemos hacía él, nos sentemos y empezó a arrancar el coche.

—¿dónde está el cinturón?—

—espera yo te ayudo— dijo para acercarse a mi y con sus manos agarrar el cinto con suavidad y rozar sus manos por  algunas partes de mi cuerpo al colocar el cinturón mientras su colonia tan masculina se metía por mi nariz, juntemos miradas unos segundos sintiéndose como una eternidad.

—ya está— dijo reiterandose en su asiento y apretando la mandíbula

gracias— le respondí y él arrancó

Siguió conduciendo la verdad es que no hablemos mucho solo disfrutábamos la música la cuál curiosamente era la misma que escuchaba yo; blur, radiohead, gorillaz, Cillian parecía tener una pequeña obsesión por Damon Albarn y Thom Yorke y no voy a mentir tienen canciones preciosas aunque muy lentas casi todas.

me encanta está canción— dije al empezar lift

—¿enserio?—

—claro, me encanta este tipo de música—

—vaya eres la primera persona que veo que le gustan mis canciones—

𝚃𝚑𝚎 𝚃𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 (𝐶𝑖𝑙𝑙𝑖𝑎𝑛 𝑀𝑢𝑟𝑝𝒉𝑦) (completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora