13. "Venganza"

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no me había gustado nada lo que Cillian había hecho así que quiero venganza. Me pasé todo el día acostada pensando en como vengarme así que decidí bajar hasta su casa. llamé a la puerta y una mujer rubia abrió.

—hola, disculpe ¿está el señor Murphy?

—sí ¿Quién eres?

—Camila, una alumna y su vecina.

—dame un segundo, se lo diré.
la mujer subió y no la vi más, a los segundos volvió a bajar y dijo que pasase que el bajaría pronto.

—yo ya me iba.
dijo recogiendo sus cosas.

—disculpe la pregunta pero ¿es su mujer?

—no, soy su hermana Síle.

—oh, ahora que lo dice si que se parece a él.
reí al igual que ella.

—bueno, un placer hablar contigo...

—Camila, soy Camila.

—Camila, un gusto, hasta luego.
dijo cerrando la puerta.

Cillian bajó con el pelo mojado por el agua.

—¿no has tenido suficiente con lo de antes?

—no ha estado bien.

—¿que? no me has dicho que parase.

—no, eso no, que tu me hayas hecho eso y yo no te haya ni siquiera tocado.

—Camila, siéntate.
me hizo sentar a su lado.

—espero que no te hayas equivocado pero no podemos hacer nada, soy un hombre que podría ser tu padre y tu eres una mujer pero ambos tenemos problemas que no podemos afrontar juntos.

—¿problemas? ¿de que mierda hablas?

—no lo sé pero la mayoría de parejas que han tenido una diferencia de edad grande no han llegado a nada.

—¿así que lo de antes ha sido un adiós?

—no, era para que no te quedases mal después de todo.

—¿de todo?

—lo siento Camila pero no funcionaria, eres una niña.

—tengo 18 años.
me señaló con la mano en señal de que era lo que él decía.

—genial, pues me voy, y nada mas que cruce esta maldita puerta de hombre blanco, las cuales son jodidamente feas, me alcoholizaré hasta más no poder, porque eso es lo que los hombres blancos de mediana edad hacen, aparte de ilusionarte.

—Camila.

—¿Qué?.
levanté mi voz.

—ni se te ocurra dar un paso por esa maldita puerta.

—oh, mira esto.
agarré la manilla con mi mano y fui a bajarla pero Cillian me agarró muy fuerte de la muñeca por detrás y yo me di la vuelta, su mandíbula estaba apretada.

—te vas a quedar aquí.

—¿encima tengo que aguantarte? ni loca, déjame salir, mi madre te matará si se entera.

—Camila, lo sé.

—¿el qué?

—que tu madre se ha vuelto a ir.
eran notables las lágrimas en mis ojos aunque ninguna hubiese caído.

—quédate aquí, aunque me odies tendrás compañía.

no respondí, solo agarré la manilla y salí de la casa para hacer lo que pensé, alcoholizarme, al menos no iba a sobrepensar.

𝚃𝚑𝚎 𝚃𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 (𝐶𝑖𝑙𝑙𝑖𝑎𝑛 𝑀𝑢𝑟𝑝𝒉𝑦) (completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora