21. Llegando A El Fin

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Al día siguiente desperté viendo su cara, tenía muchas pecas, acerqué mi dedo y las rocé, rocé cada una de sus oscuras pecas que recorrían sus pómulos, cuello, clavículas y espalda, Cillian estaba despierto sólo que no abrió los ojos, al notar mis dedos recorriendo su piel los abrió poco a poco sonriendo,se acercó y dejó un húmedo beso en mi boca que rebotó en la habitación.

—¿ha sido un boco ruidoso, verdad?

—sí, lo ha sido.
Reí.

—haré un poco de café, aún sigo cansado de anoche.

—fue increíble.
Abracé su pecho.

—dios, si que lo fue.
Dijo mirando el techo mientras yo escuchaba los latidos de su corazón.

—¿que quieres hacer hoy?
Dijo girando quedando encima de mi.

—¿que quiere hacer hoy usted, señor Murphy?

—oh no me llames así, no sabes lo que haces.

—¿que hago, señor Murphy?
Sonrió y me hizo cosquillas.

—esto.
Reí fuerte.

—para, basta.
Lo besé para pararlo y funcionó, nos separemos y me miró a los ojos.

—Camila.
Su voz con mi nombre sonaba genial.

—¿que ocurre?

—me estás volviendo loco.

—no me eches la culpa a mi, ya estabas así antes.
Reí.

—te amo.
Esas palabras deshicieron mi corazón, no reaccioné pero me abalancee besandole con fuerza.

—wow, no sabía que me tenias tantas ganas señorita.
Reí.

—daría lo que fuera por quedarme aquí ahora mismo, entre tus brazos.

—quédate.

—oh no, ya me sé esa trampa, me levantaré a tomar café.

—yo me daré una ducha, lo de ayer fue intenso, estoy destrozada.

—pues eres un destrozo precioso.
Me besó y se levantó.

.....

acababa de darme una ducha, salí con el pelo mojado y una camiseta de tirantes de Cillian que me quedaba pegada como vestido, salí secandome el pelo, Cillian estaba bebiendo su café cuando levantó su mirada hacia mí.

—Dios... No te la quites nunca.
Me acerqué a él y besé su carnosa mejilla y tomé mi café.

—¿no te toca clase hoy?
Dije dando un sorbo a mi café.

—a las diez y cuarto y aún son las... Miró su reloj ...las diez, mierda, te veo luego.
Me dió un beso en mi frente y se fue, no sin antes decirme que tenía dinero por si necesitaba algo en la mesa.

Allí me quedé, sola bebiendo mi café, no podía hacer mucho así que dejé la taza en el fregadero y lavé la ropa de ayer, ordené la casa y pedí sushi a domicilio, tenía que estar allí si o si, no había llaves de repuesto y me quedaría fuera hasta que Cillian viniese, por suerte tenía su labrador negro y su gato naranja que daban la suficiente compañía mientras veía una película, miré mi teléfono, habían como 3 llamadas perdidas de mi madre, me parecieron pocas a decir de que ya llevaba un día desaparecida, aunque supongo que saben donde estoy.

Unas llaves sonaron y Cillian estaba allí, dejó sus llaves y se sentó a mi lado abrazándome.

—esos niños son agotadores

𝚃𝚑𝚎 𝚃𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 (𝐶𝑖𝑙𝑙𝑖𝑎𝑛 𝑀𝑢𝑟𝑝𝒉𝑦) (completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora