𝚃𝚑𝚎 𝚃𝚎𝚊𝚌𝚑𝚎𝚛 (𝐶𝑖𝑙𝑙𝑖𝑎𝑛 𝑀𝑢𝑟𝑝𝒉𝑦) (completa)

6. rain

Estuvimos intentando colocar aquello pero cada vez que poníamos un palito se caía entera.

—¿Señor Murphy no cree que...— me interrumpió

—Cillian, llámame Cillian—

—perdón, Cillian ¿no crees que deberíamos atarlos para que no se salgan del palito?—

—pues tienes razón, para esto no valgo pero para decirte un verbo subjuntivo en francés aquí estoy—

—cada uno hace lo que mejor ve y si en realidad te sirve saberte eso pero de que te sirve si no sabes montar una tienda de campaña—

—yo pienso igual se debería enseñar estas cosas en la escuela—

—exacto— nos miremos y una extraña sensación recorrió mi cuerpo

Seguimos montando la tienda de campaña ahora si se quedó bien y entremos ya que fuera estaba lloviendo

—sabía que iba a hacer mal día— dijo mientras se acomodaba

—a mi me parece perfecto, amo la lluvia—

—si te soy sincero a mí también me gusta, solo que para estar en casa viéndola—

—¿bromea? si salir es lo mejor—

—¿te gusta mojarte entera?—

—pues claro, es más, mira esto— Abrí la tienda y salí de allí quedándome de pie con los brazos abiertos y la cabeza hacia arriba, desde ahí pude notar como se me quedó mirando algo embelesado intentando ocultar su sonrisa pero su boca le traicionada y yo lo notaba

—vamos, salga o le tiene miedo a la lluvia— le reté

—no, gracias por algo me he metido—

—oh venga ya, no me sea tan aburrido— le agarré de él brazo y le saqué

—genial ahora estamos empapados, buenos mal que en el coche tengo toallas—

—¿y porque no nos hemos metido en el coche en vez de montar la cabaña?—

—no es lo mismo además el olor a lluvia mojada es lo mejor—

—te vas a enterar de esto— empezó a seguirme y yo me escapé de él escondiendome detrás de un árbol, giré mi cabeza hacía los dos lados y decidí salir porque no había nadie pero ahí estaba él, me asusté y le agarré cayendonos al césped húmedo los dos mientras reíamos. Dejemos de reír y nos quedemos mirando a los ojos, sus ojos eran preciosos, muy azules cómo el cielo, su mano se posó en mi cara y la acarició encima de mi aún. Pude fijarme en que también tenía notorias pecas y cuando el sol le daba su pelo era rojizo aunque no mucho. Cillian se dio cuenta de que estaba encima de mí, aclaró su garganta y se levantó ayudándome a mi a levantarme.

—perdón por mojarte— le dije algo arrepentida

—no pasa nada, me gusta la lluvia— reí y él me imitó

—¿has bailado alguna vez bajo la lluvia?—

—¿cómo?—

Cillian se fue al coche el cuál estaba a escasos metros y puso música, tenía muchas canciones lentas así que puso una canción no se cual pero segura de que era alguna de Radiohead y me extendió su mano para bailar a lo que yo accedí. Cillian agarró mi mano y se separó para luego dando vueltas juntarme a él y sujetandome de la cintura no tirarme. Estuvimos un rato bailando y cantando a todo pulmón pero estaba oscureciendo.

—Vamos ven al coche a secarnos y cambiarnos vamos a agarrar una gripe por hacer esto—

—al menos me lo he pasado bien—

—yo también pero la gripe será peor, ten, es ropa mía, la tengo por si pasa un accidente como este. Cámbiate aquí yo me iré delante del coche—

—¿y cómo realmente sé que no me espiaras por algún espejo o algo?—

—primero, se que estarías muy incómoda si estuviera ahí plantado mirándote, segundo ¿porque querría verte desnuda?— dijo dándome ropa doblada y una toalla para seguidamente irse de allí.

Cillian era un hombre encantador, de verdad que no entendía porqué no estaba casado ni porque se separó de su mujer porque te lo pasas muy bien con él, es de las típicas personas que solo con mirarlas te hacen reír y que mantienen la llama de la relación encendida y ni hablar de lo atractivo que es, su pelo castaño claro, sus ojos azules, sus carnosos labios y su piel pálida y frágil como si de un cristal se tratara, se me hace muy extraño hablar así de él y no debería pero ojalá haber tenido a alguien cómo él en mi vida.

—¿ya estás?— dijo aún posado en la parte delantera

—sí— mientras me cambiaba dejó de llover y hacía sol

Cillian se giró y rió.

—¿que ocurre?—

—nada— seguramente se reía de que Cillian no es muy alto y su ropa aún así me quedaba grande

Cillian decidió quitarse el abrigo solo y cambiarse de pantalones a unos cortos y me agarró de la mano.

—shh ven— caminó muy rápido hasta llegar a una pequeña colina y desde allí se veía la puesta de sol, Cillian se sentó y yo hice lo mismo observándolo

—¿no es precioso?— esté señor estaba haciéndome sentir cosas que no debería sentir

—Cillian—

—¿que ocurre?—

—nada que me encanta estar contigo, nunca me lo había pasado tan bien ni sonreído todo el día entero—

—a mi también me gusta estar contigo, no sabes que saldrá de ti y eso me gusta como lo de la lluvia, ya sabes donde estoy si necesitas reír— sonrió y tomó mi mano acariciandola, estaba algo incómoda la situación así que me levanté ya que el sol se había ido y volví a caminar hacia la cabaña mientras notaba como Cillian estaba detrás de mí.

—está empezando a hacer frío—

—sí, un poco—

—tienes frío—

—no, de momento no tengo mucho, estoy bien—

Nos acostemos mirando hacia arriba, gracias a la lluvia se podían ver las estrellas y me giré quedando frente a él.

—¿estás segura de que no tienes frío? puedo darte mi abrigo—

—estoy genial, no te preocupes— me quedé mirándolo

—la belleza no se pega— reí

—perdón si te he puesto incómodo—

—no, incómodo no me has puesto pero haces que me ponga rojo de vergüenza—

—perdón— Cillian dirigió su mano a mi pelo para separarlo de mi cara y se quedó unos segundos clavando su mirada en mi boca

—¿va a besarme?—

—¿quieres que lo haga?—

—estás tardando mucho—

Cillian se acercó y aún con su mano en mi mejilla me besó lentamente, sus labios sabían dulces por la comida de antes y su masculina colonia se metía por mi nariz, Dejemos de besarnos por falta de oxígeno y jadeando paremos. está mal pero ¿a quien le importa?

gracias por leer, besties espero que se entienda bien, vivo en España e intento que todos entendáis las palabras, de todas formas si no la entendéis me lo decís y os lo explico, comenten cuando quieran más <3