Angel By The Wings ➰ || Alec Lightwood [#3]

014. El Reino De Las Hadas.

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➰Angel By The Wings/Capítulo Catorce.

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          —Eres el único que no aceptó unirse al gabinete —Alexander intentó que aquello no sonara como una queja.

Después de que Katia, Jace y Clary fueran a prepararse para ir al Reino Seelie, Alec decidió invitar formalmente y en persona a los líderes Subterráneos para que formaran parte del gabinete, exceptuando a la reina Seelie. Ahora mismo se encontraba en Jade Wolf, hablando con Luke, quien se había negado a formar parte de ello.

— ¿Debería? —Cuestionó el de tez más oscura, arqueando sus cejas.

—Eres el líder de la manada más respetada de Nueva York —Respondió el de ojos avellana—. Y como antiguo shadowhunter entiendes lo que está en juego para ambos lados —Luke no cambió su expresión en ningún momento.

—Sí, y por eso puedo ver esto como verdaderamente es —Replicó, manteniéndose firme—: un gesto vacío —Aquello hizo que Alec frunciera sus labios y bajara la mirada—. Escucha, después de todo lo que ha pasado el submundo, Alec, queremos cambios. Cambios reales —Y era verdad, Alec lo sabía.

—Estoy de acuerdo —Respondió, intentando sonar lo más sincero posible.

—Pruébalo —El shadowhunter arqueó las cejas—. Destruye la Espada-Alma —Acondicionó, a lo que Alec negó con la cabeza.

—Sabes que La Clave nunca destruirá un Instrumento Mortal —Y tenía razón, La Clave no sería capaz de destruirlos porque esperaban el momento para utilizarlos ellos mismos.

—Entonces Valentine debe morir —Cambió su condición después de asentir con la cabeza, sabiendo que lo que Alec decía era verdad.

—Y así será —Respondió, asintiendo con seguridad—. Prometo que haré todo lo que pueda para acelerar la ejecución de Valentine —No había otra cosa que más que quisiese hacer lo antes posible—. Pero esto no se trata de Valentine, se trata de mejorar las relaciones en el Mundo de Sombras y eso es lo que hará ésta gabinete. Pero no sin ti, Luke —Negó con la cabeza, provocando que la expresión del aludido se endureciera un poco más, para luego terminar asintiendo con cierta inseguridad.

Antes, a Alec podría no importarle lo que los subterráneos querían o necesitaban, pues sólo veía por el bien de La Clave, del Instituto y lo único que cabía dentro de su cabeza era terminar con los demonios para terminar al fin la guerra. Quizá antes no le habría importado la relación que los shadowhunters tenían con el submundo. Pero desde que volvió a encontrarse con Katia todo era muy distinto; había aprendido a ver por los intereses de las personas sin importar si fuese o no un shadowhunter. Aunque le seguía teniendo cierta repugnancia a los mundanos.

(...)

         —Hola —Katia llegó junto a su hermano mellizo, recargándose en el barandal al igual que él, dedicándole una sonrisa.

—Hola —Respondió el rubio, correspondiendo la sonrisa—. Llegas temprano —Observó, volviendo a mirar hacia el frente.

—Tú aún más temprano —Respondió la de ojos verdes, girando su cabeza para observar el arroyo frente a ellos—. Quería revisar el perímetro antes de encontrarnos —Ante esto, el ojiazul frunció su ceño y volvió a mirarla pero ésta vez con confusión—. Últimamente siento como si me estuvieran observando, incluso con glamour —Confesó, manteniendo la mirada en el agua.