Angel By The Wings ➰ || Alec Lightwood [#3]

008. Cuestiones.

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➰Angel By The Wings/Capítulo Ocho➰

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          Alexander se encontraba en el ascensor, esperando a que las puertas se abriesen para poder acceder a la planta baja del Instituto. Después de dejar a Valentine solo en aquella sala, su cabeza había le había dado muchas vueltas al asunto. Cada vez se convencía un poco más de que tal vez estuviese hablando con la verdad, pues nadie sabía que lo llamó Nutie.

Recargó su mano derecha sobre la pared interior del ascensor y dejó descansar su cuerpo sobre ella. Luego, llevó su mano izquierda hasta su barbilla y la acarició con suavidad, intentando despejar su mente. Quizá no fueran los únicos que sabían de aquel apodo, quizá alguien se lo había dicho a Valentine y sólo jugaba con él para que lo liberase. Pero el temor que observó en sus ojos no era propio del despiadado shadowhunter que habían capturado.

De un momento a otro, las puertas del ascensor ya se encontraban abriéndose frente a sus ojos, por lo que se vio obligado a alejar un poco aquellos pensamientos. Quizá eso era lo que Valentine quería, y lo estaba consiguiendo. Apartó sus manos de la pared y su barbilla, respectivamente, y las dejó caer a sus costados, para después disponerse a salir del ascensor.

Dio un par de pasos fuera de dicho ascensor y alzó la mirada, encontrándose con su parabatai. Él parecía dirigirse con algo de prisa hacia algún lado, pero fue disminuyendo su andar en cuanto vio al azabache hasta detenerse por completo en cuanto escuchó su voz.

—Hola —Mencionó el de ojos avellana para llamar la atención del rubio, él hizo una seña con la cabeza y murmuró lo mismo mientras se acercaba hasta él—. Jace, tenemos que hablar —Volvió a mencionar, colocándose frente al ojiazul y señalándolo con el dedo índice para que no fuese a ningún lado. El aludido sólo se cruzó de brazos.

—Sí —Respondió con algo de entusiasmo. Hacía bastante tiempo que ambos no tenían una charla normal—. Oí que desterraste a Azazel, felicidades —Ladeó una pequeña sonrisa. Estaba orgulloso de lo bueno y fuerte que podía ser su parabatai. Alec sólo bajó la mirada.

—Sí —Mencionó con rapidez, intentando cambiar de tema. El rubio frunció su ceño por confusión, sintiendo que algo andaba mal. El azabache murmuró un hmm antes de continuar hablando—. Esto te va a sonar loco —Advirtió, recibiendo una mirada curiosa por parte de su parabatai—. Acabo de estar con Valentine, y dice que es Katia... —Aquellas últimas palabras las dijo con algo de duda en su voz, a lo que el rubio lo miró con total confusión—, que Azazel los cambió con una especie de maldición demoniaca —Los labios del rubio se separaron un poco y su expresión demostraba incredulidad y confusión.

— ¿Qué? —Fue lo único que pudo salir de la boca del rubio. No podía creer aquello, no tenía sentido.

—Lo sé —El de ojos avellana se apresuró a hablar—. Es difícil de creer. Pero es que él sabe cosas que sólo Katia podría saber —Confesó, pero sólo recibió una mirada confusa por parte de su parabatai—. Detalles íntimos.

—Bueno... —Comenzó a hablar, buscando una respuesta lógica para lo que el azabache le estaba mencionando—. Pero pudo haber hecho que un brujo robara tus recuerdos —Dijo, convenciéndose a sí mismo de que era lo más lógico que pudo haber pasado, intentando convencer también a su parabatai.

—No, no, eso no es posible —Replicó el de ojos avellana, negando con la cabeza ante la sugerencia del chico de ojos azules—. Lo habría notado —Frunció sus labios.