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Cuando se despertó, se sintió tan bien, como si hubiera dormido durante los últimos mil años. Todo el mal que sentía, todos esos malos sentimientos. Se removió, mirando hacia el techo, pero cerró sus ojos unos momentos, sintiendo la calma en su interior.

No se había dado cuenta que se había quedado dormido en la casa de JaeBum. Oh, se durmió en casa ajena. Sus papás. No tenía ropa. Empezó a buscar su celular por todos lados.

— ya era hora, dormilón. — le dijo JaeBum, entrando a su cuarto. — te prepararé un poco de café.

— ¿qué hora es? — preguntó JinYoung algo adormilado. —  debería irme.

— llamé a tu casa, hablé con tu papá y le dije que pasarías la noche conmigo. — las mejillas del menor se sonrojaron, sacándole una sonrisa a su jefe. — le dije que te sentiste un poco mal de la barriga y yo te iba a cuidar. No lo malpienses. Los llamé hoy por la mañana también y tu mamá está bien. No te preocupes.

— perdón si anoche te di problemas. — murmuró, tomando sus pantalones para ponérselos.

— JinYoung, está bien. Necesitabas ayuda y quería ayudarte. — le dijo el capitán. — no estabas  bien, así que te traje aquí. Sé que necesitas apoyo, sé que necesitas algo nuevo, y no te sientas mal por intentar querer ser feliz.

Los ojos de JinYoung brillaron con amor, con esperanza. La más bella mirada que JaeBum pudo presenciar. Si bien se conocieron antes que el menor entrara a la brigada, JaeBum agradecía a cualquier deidad responsable de a atraer a ese chico a su lado.

Él era un ser puro, con las mejores intenciones del mundo. Ahora que conocía el dolor que ese chico cargaba, no quería dejarlo ir por nada del mundo. Llámenlo como quieran, pero JaeBum solo quería proteger ese corazoncito.

Lo abrazó, atrayéndolo a su cuerpo y apoyando su mentón en su cabellera. JinYoung se apoyó en el pecho del mayor, suspirando su aroma tan cálido, un poco a quemado, pero cálido. Cerró sus ojos unos momentos, sintiendo cariño. Ahora todo por lo que había llorado ayer se desvanecía como huellas  en la arena.

— ¿realmente te quedarás...? — preguntó JinYoung con un pequeño puchero.

— ¿no lo he hecho los últimos meses? — inquirió, robándole un beso.

JinYoung le correspondió, abrazan al mayor por el cuello. El último lo tomó de las caderas, alzando sus piernas hasta quedar envueltas en el la cintura de Im. Se sintió un poco avergonzado, pero volvió a los labios del mayor. Volvieron a besarse, y las manos de Im bajaron a su trasero, masajeándolo y apretándolo a su antojo. JinYoung soltó leves gemidos, sintiéndose en el paraíso.

JaeBum se sentó en la cama, con el menor en su regazo, haciendo fricción entre ambos cuerpos. Empezó a repartir besos en el cuerpo más pequeño, llenándolo de pequeñas mordidas y dejando marcas en lugares donde la ropa pudiera cubrir. JinYoung apretó los brazos del más grande, deteniéndole lentamente.

— soy... soy virgen. — le dijo con timidez, recibiendo un beso en la mejilla.

— lo sé. — le respondió Im con una sonrisa. — solo quiero hacerte sentir bien.

Se dieron vuelta. JinYoung quedó recostado en la cama y JaeBum encima de él, alzando sus manos sobre su cabeza y levantando su camisa. Empezó a repartir caricias sobre el abdomen plano den menor, pasando sus uñas por su cintura, provocándole cosquillas y al mismo tiempo, placer. JinYoung cerró sus ojos, pero con una amplia sonrisa, mostrando sus dientes blancos. El mayor bajó la ropa de Park, empezando a masturbar su miembro erecto, haciendo sentir bien al chico y robándole gemidos.

— e-es... es... mi primera vez... — le dijo.

— ¿quieres que pare? — preguntó JaeBum, pasando sus dedos por sus pezones, sacándole gemiteos al chico.

— n-no. — respondió. — pero... ¿dolerá?

— no tengo condones, así que solo voy a darte placer. — contestó Im, besando su frente. — cuando sea el momento, será algo especial.

— ¿de verdad?

— no voy a mentirte. — le dio una sonrisa, dándole confianza. — mereces un lindo momento.

— está bien. — contestó. — puedes... uhm...

— esto te gustará. — le dijo, bajando para meter el miembro del chico dentro de su boca, empezando a chuparlo.

JinYoung apretó las sábanas, soltando gemidos más altos, abriendo más sus piernas, sintiendo el placer recorriéndolo por todo su cuerpo. Sus caderas empezaron a moverse, buscando más placer.

Se había masturbado en su intimidad en algunas ocasiones, pero esto no tenía comparación. JaeBum le daba placer, JaeBum le hacía gemir de placer, sin reprimirse. JinYoung sentía que llegaba al orgasmo, con gotas de preseminales, quedando en la boca del mayor.

JaeBum sacó el miembro de su boca, empezando a masturbarlo nuevamente, llevándolo a su orgasmo, con hileras de semen manchando su vientre y abdomen. JaeBum empezó a besarlo, lamiendo su esencia y tragándole. JinYoung suspiraba agotado. Su cuerpo estaba tan relajado, pero se sentía agotado. Pero debía volver a casa.

— ¿te gustó? — preguntó Im, subiendo a su altura. El chico asintió.

— me gustó, pero debo volver a casa. — le respondió algo avergonzado. — no te ofendas, me gustó mucho... y, bueno, pensé que moriría virgen y nadie me miraría para eso, esto fue... fue especial. Pero debo volver a casa, nunca he estado mucho tiempo fuera de casa.

— lo sé. — JaeBum tomó su mano y le dio un beso, sosteniéndola. — te iré a dejar a casa.

— sería un placer. — le sonrió. — necesito mi ropa, pero antes... ¿puedo tomar una ducha?

— adelante. — JaeBum se puso de pie y le abrió la puerta del baño que estaba en esa pieza. Convencional. — te pasaré ropa interior y una camisa.

JinYoung entró a la ducha, cerrando la puerta detrás de sí. Llevó sus manos a sus mejillas sonrojadas, sintiendo emoción por todo su cuerpo.

Le dieron una felación. Esto podría considerarse perder la virginidad, ¿no?

Alguien se fijó en él, se preocupó por él y le dio placer.

JaeBum se fijó en él. JaeBum se preocupó por él. JaeBum le dio placer a él.

Y JinYoung se fijó en él. JinYoung se preocupaba por él. JinYoung recibió placer por él.

JinYoung se enamoró de él.

Ayer lloraba por el miedo a la soledad y la culpabilidad que sentía cada vez que conocía a alguien que podría hacerlo feliz. Pero él siempre estuvo ahí, en incendios, accidentes, en todas las catástrofes, como un superhéroe que traía a la víctima y JinYoung procuraba mantenerlo con vida, haciendo todo lo posible para que su paciente siguiera con vida.

Tomó una ducha, limpiándose bien, y al finalizar envolverse con una toalla. Salió al cuarto. JaeBum le pasó ropa interior, una camisa y su pantalón. Él utilizaba ropa suelta, unos vaqueros que le sentaban bien y una camiseta con rayas de blanco y negro, encima una chaqueta de cuero.

Se vistió tímidamente frente a él, hasta quedar listo.

Estaba seguro que si hubiera sido con otra persona, ahora correría lejos, pero se trataba de Im. JaeBum era la única persona que lo trataba con humanidad.

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Estamos de acuerdo que JaeBum es un príncipe :3

Firework {JJP}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora