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JinYoung llegó a su primera emergencia, encontró a un hombre convulsionando, con una jeringa en su brazo. Miró al hombre que lo estaba atendiendo, dándole la atención que necesitaba. Como era su primera emergencia, no sabía bien como proceder, es decir, era su primera vez como paramédico de campo, en un lugar no apto. Había pasado un par de meses en el hospital, pero era bastante novato como para darle atención de calidad. 

Cuando el desconocido despertó, lo subió en la camilla y se lo llevó de ese lugar. Miró al otro hombre que acababa de salvar a ese pobre drogadicto, irse en un carro de bombero. Él había abierto la puerta y le había dado la atención necesaria antes que él procediera.

Al llegar al hospital, metió a la persona a la sala de emergencia, dejó su ficha y volvió con su compañero. 

— ¿qué haría una persona como para desear drogarse de esa forma? — murmuró JinYoung, mirando por la ventana. — es decir, hay cosas duras, pero... bueno, nunca lo entenderé.

— hay cosas que nunca entenderemos, por más que veamos a tantas personas, nunca entenderemos el mundo. - le respondió su compañero; Mark. — en fin. Hay que ir a almorzar. ¿quieres barbacoa? 

— quiero sopita, pero una carnita está bien. — le respondió el menor, pero cuando sonó la radio, entendieron que aún no podían. 

Fueron a atender la emergencia, en la casa de una mujer anciana a tomarle la presión. Estaba un poco agitada, así que debían quedarse con ella por algunos minutos. 

Así había sido su primer día como paramédico de campo.

3 meses después tuvo la primera muerte.

Fue en un accidente de auto, donde encontró a un niño de 8 años con un vidrio enterrado en todo su pecho. No podía hacer nada por él, y sus padres habían muerto también en el accidente. No había nada por hacer, solo darle un sedante y hablar con él hasta que sus ojos se apagasen. 

Había sido duro. La primera vez siempre iba a ser duro, pero era un niño, un pequeño que deseaba ir con sus padres al parque de diversiones. Se suponía que debía actuar como profesional, pero no pudo aguantar el llanto cuando cubrió el rostro del menor. Había corrido a un lugar apartado y empezó a llorar en silencio, casi hiperventilándose. No era profesional, pero era doloroso. Su lado humanista ganaba.

Un hombre llegó a su lado, entregándole una bolsa de papel. JinYoung la tomó, entiendo a lo que quería llegar. 

— es difícil cuando son niños, y más siendo la primera pérdida. — le dijo el bombero. Park no podía parar de llorar, simplemente todo dolía. — te sugiero tomarte un día, descansar, luego volver y ser fuerte.

— solo era un niño, dijo que quería recuperarse para ir a la montaña rusa, que sería su primera salida a un parque de diversiones. — dijo el paramédico entre lágrimas. — ¿no queda nadie? Quiero irme a casa. — sollozó.

— ya acabó todo. — le susurró. — ven, te llevo a casa. 

El hombre se quitó el casco y le tendió la mano, ayudándolo a ponerse de pie. Debido al terrible momento, ninguno de los dos se presentó el uno al otro, y estaba bien así. JinYoung le dio la fugaz noticia a su compañero, y pareció tomárselo bien. Durante todo el trayecto fue callado, con sus rodillas a la altura de su pecho, escondiendo sus ojos húmedos en sus muslos, sin dialogar con nadie.

Días después hubo un enorme accidente que remeció a todo el país, y en el que JinYoung tenía que ayudar. Un enorme socavón habría cedido en el centro, haciendo que un edificio colapsara, con miles de personas en su interior. Claramente, rastreadores, bomberos y otros cuerpos entrarían a sacar a las personas heridas, mientras que los paramédicos estarían afuera, socorriendo a las personas que necesitasen atención inmediata y apoyando a cirujanos de trauma. 

Estuvo a cargo de diagnosticar a las personas y clasificarlas. Debía revisar sus heridas, moretones, signos vitales, vías respiratorias, entre otras cosas, luego entregarle tarjetas para que recibieran la atención necesaria. 

— ¿qué dice de esto? Necesito ir a un hospital para ser atendido con urgencia. — le dijo un hombre, reteniéndolo de su uniforme.

— señor, comprenda, su herida no es prioridad. — insistió. — los hospitales están saturados de gente y necesitan despejar el área de traumas. Las ambulancias deben llevar a la gente que necesita atención inmediata. Será atendido a su debido tiempo, tiene tarjeta verde, pero no puedo trasladarlo hasta que las personas peor que usted estén en el hospital.

— usted no entiende, debo ir a un hospital, siento que tengo un pre coágulo en la pierna, siento como se forma, debo ir allá.

— señor, no existe un pre coágulo, si necesita ponerse en contacto con alguien, le recomiendo esperar, porque todos hacemos nuestro mejor esfuerzo. — la paciencia de JinYoung empezaba a  acabarse. — si no va a esperar su turno aquí, entonces no tiene nada que ir a hacer en el hospital, porque solo recibieran a personas con tarjeta roja y amarilla, las personas de verde tendrán que esperar en la sala de espera o afuera del edificio. 

— ¡Es que usted no sabe nada!

— a menos que tenga hemofilia o alguna otra enfermedad base que se complique con algún trauma, entonces no lo seguiré atendiendo. — zafó su uniforme y fue corriendo a ver a la gente que aún esperaba atención. A varias le dio tarjeta amarilla, pues necesitaban ser entubadas por el polvo en su tráquea, y algunas personas a las que le entregaba tarjeta verde estaban dispuestas a ayudar, entregando agua y algunas mantas.

Cuando el capitán de la 156 salió del edificio con un niño en brazos,JinYoung corrió hasta él, tomando al pequeño para dejarlo sobre una camilla.

— ¿cuántos quedan dentro? — preguntó el paramédico, mirando al chico. Puso una varilla en su brazo, al ver que tenía una fractura.

— al menos ya nadie con vida. - contestó con lamento el capitán. — sacamos a todos los posibles, no dejamos tienda o esquina sin rastrear, marcamos a las personas muertas, y ya van ascienden a más de 100. El resto ya es labor de recuperar los restos.

— es lamentable... — susurró.

— lo sé, pero he visto peores.

— quizás, es solo que... apenas llevo un par de meses, solo tengo 21. — le susurró, sin desconcentrarse de su labor. 

— eres bastante bueno para ser un novato. — le comentó el bombero. — espero que podamos trabajar juntos más seguido. — JinYoung soltó una pequeña risita. — oh, bueno, no, pero, ya sabes, en caso de un accidente, me gustaría que tú saturarás mis heridas y me atendieras en tu ambulancia. 

— bueno, entonces, en caso de estar en un incendio en llamas, espero que logres sacarme a tiempo. — pausó su charla para llevar al niño hasta una camilla. Necesitaba ser trasladado a un hospital ahora mismo. 

— JaeBum, tal parece que queda una persona. — llamó una chica al bombero.

— suerte. 






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Un trocido del pasado de estos dos 7w7

Firework {JJP}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora