El lunes se vieron temprano por la mañana, con las respuesta de los exámenes listos. JinYoung miraba todo algo apartado. Pese a que su crisis había sido controlada con éxito, aún sentía un enorme peso, y ese peso le hacía querer ir y decir que quería renunciaba. Y no se acercaba por lo mismo. Si estaba delante de esas personas con gran uniforme que esperaban a nuevas personas para salvar a otras personas de desgracias horribles diría que renunciaría, que los dejaría y volvería a casa con su rutina que lo tenía así.
Una cadena puesta en su cuello.
Amaba a sus padres, era el motivo de todo el sacrificio que hacía. Pero eso mismo lo consumía. Sabía que si pedía ayuda a expertos en salud mental, le dirían que se apartara y velara por sí mismo y contrara a una persona para cuidar a su mamá. Sin embargo, sabía que eso era una trampa. No tenía dinero para contratar a alguien, pues entre una canasta familiar, gastos básicos, gastos en los medicamentos de su madre y los utensilios que ella debía usar su dinero se iba como arena escapando entre sus dedos.
Estaba frente a algo que lo hacía feliz, y la cadena en su cuello lo estaba tirando lejos con un vómito de palabras para irse y no decirle a nadie por qué. Era su dilema eterno.
Y lo peor.
Se acostumbró tanto al olor a quemado y a la brisa luego de salir de la crisis que ahora no quería llegar a la ambulancia y respirar ese olor estéril y muerte.
Se quedó ahí, estático.
JaeBum pasó por su lado, dándole un pequeño empujón para que se juntara con sus nuevos compañeros. Dio pequeños y lentos pasos hasta quedar a un lado de YuGyeom.
— desde hoy son parte de nuestra familia. — empezó a hablar el capitán. — nosotros nos apoyamos los unos a los otros, nos cubrimos las espaldas, si hay fuego no dejamos a nuestro compañero solo y vamos juntos. Habrán momentos de desesperación, momentos llenos de angustia, pero lo solucionaremos todos juntos. Los novatos no entran al fuego durante los primeros años, pero los explotaremos hasta el límite. Limpiarán el cuartel, los carros, ordenarán el equipo y más cosas que se nos fuera a ocurrir. Trátense con respeto, las palabras mágicas, educación y compañerismo, evitemos peleas que puedan nublar nuestro juicio.
JinYoung se apoyó en los hombros de su amigo más alto, observando a su jefe. Sí, podía hacerlo, podía quedarse. Allí estaba el motivo de su animo. Él era el único lo animaba a ser libre, que lo convencía de ser feliz.
YuGyeom tomó su mano discretamente. No sabía por qué, pero era reconfortante. Ya tenía fuerzas para seguir. Sentía ese apoyo.
— eso es todo.
♡♡♡♡♡
Al llegar a casa, se sintió tan bien. Salvar personas era algo hermoso, atender a las personas antes que Mark llegase con un nuevo compañero. Él lo miraba impresionado, claro que no hubo tiempo de palabras, había acabado todo muy rápido. Y al llegar a la estación, alguien se preocupaba de su estado.
Subió al cuarto de su mamá, revisando que ella estuviera bien y todo estuviera en su lugar.
Destapó sus piernas. Estaban delgadas, casi en los huesos. Perdió toda su masa muscular en este estado, pero aún así, JinYoung le hacía sus ejercicios. Tomaba una pierna y la alzaba y flectaba, masajeando sus músculos. Era una rutina para cuidarla, 2 veces en la semana.
- conocí a un chico. - le empezó a contar JinYoung mientras hacía los ejercicios. - él hace feliz, es muy atento conmigo. - charlaba con una sonrisa. - es decir, es atento con todos, pero él se preocupa por mí... creo que me gusta.
Ella no podía sonreír. Su boca estaba torcida por un lado, por lo que era complicado, sin embargo, en su interior estaba tan feliz. Su hijo por tenía una sonrisa sincera en sus labios, sonreía y tenía amigos.
Su pequeño JinYoung sonreía.
Por fin retomaba su vida luego de casi una década.
♤♤♤
JaeBum estaba comiendo con sus amigos. Los novatos se habían ido cuando su turno se acabo, en cambio los olds se fueron a comer por ahí.
— así que... ¿te gusta un novato? — preguntó una de sus amigas. — ese de cabello negro, el que se parece a Blancanieves.
— ¿JinYoung? — inquirió Im.
— ese mismo. — le dijo de sus compañeros. — pero me perturba que siempre esté todos los días a punto de llorar, el otro día lo escuché en el baño llorando. Parece alma en pena.
— él tiene sus motivos, yo no les contaré porque no es de mi incumbencia. — lo defendió JaeBum inmediatamente. — él cuida a sus padres y para él es difícil, solo eso.
— paramédico, bombero, ético y responsable, me pregunto por qué está soltero. — comentó otro. — además es muy lindo.
— escuchen, JinYoung necesita apoyo, y para mí es especial, así que no quiero que hablen de él a sus espaldas y mucho menos de sus problemas. — les dijo Im.
— woh, te tiene comiendo de su palma. Esperemos que tu juicio a la hora de evaluarlo no haya sido influido.
— conozco a JinYoung desde antes de su práctica, cuando era paramédico, tiene más ética y moral del que podríamos tener entre nosotros. — dijo JaeBum, defendiéndolo a capa y espada. — además, como es delgado, puede meterse a ciertos lugares a sacar a las personas. Yo le tengo fe. Y el que me guste no va relacionado con su trabajo.
— ¿de verdad te gusta?
— es poco tiempo para decirlo, pero quiero apostar que sí. — respondió con una sonrisa. — que él me gusta.
JinYoung a los ojos de JaeBum era un principito en problemas, sin embargo solucionaba todo solo, y eso era admirable. Era alguien altruista, y valía mucho. Su sonrisa pese a todo, los modales y la forma de hablarle a las familias. Podía decir que le gustaba desde que era un paramédico, pero conocerlo fue lo mejor.
Ahora quería a ese chico como su novio, y verlo derretirse por el placer que le dio el otro día fue un orgasmo, es más, al dormir soñaba con él y al despertar, estaba todo manchado.
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Firework {JJP}
FanfictionA Park JinYoung, la vida lo ha amarrado, arrastrado, apaleado, pateado, escupido y abofeteado. Con varios problemas familiares, en un trabajo donde debía ser casi perfecto, y una casa que mantener de pie. Por suerte, conoció a Im JaeBum, un hombre h...