Capítulo 10

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El dolor en el pecho del omega era tanto que no podía conciliar el sueño, sus pensamientos y sueños estaban repletos de recuerdos ajenos.

El sonido estruendoso de un auto chocando y volcando eran estridentes.

Yeonjun estaba confundido y asustado, tenía miedo, tenía tanto miedo que de sus ojos comenzaron a salir pequeñas gotas de lágrimas brillantes y quebradas.

Su respiración fue errática casi tanto como su error al intentar estar de pie, su cuerpo fue a dar directo con la fría madera, sus piernas no respondían al igual que sus alas.

Espera!, Sus alas no están.

Esa habitación no es suya y en definitiva esos no son sus padres, que está pasando, ¿ porqué no puede caminar?, ¿ porqué está en una casa ajena y en una familia que no es suya?.

Yeonjun querido que te pasó mi pequeño omega

Una señora de vestimenta elegante llegó al lugar, decía ser su madre pero no estaba seguro, no la conocía pero tenía recuerdos vagos de ella cuidando al largo de su vida.

Tranquilo mi bebe, mami te regresará a tu cama

Porque le hablaba con cariño si solo eran desconocidos.

Por otro lado la cabeza del Alfa estaba por estallar, sus piernas dolían y su espalda también, se sentía un peso que jamás imaginó, al abrir los ojos sólo visualizo un cuarto que al parecer están echo completamente por madera de algún árbol viejo, sus sábanas y cobijas aparecían hechos de plantas al igual que casi toda la mueblería.

Sus piernas podían andar y esto le provocó felicidad.

Camino sin mucho cuidado hasta el espejo encontrando que ahora era pequeño, no más grande que la palma de una mano, en su espalda portaba un par de alitas que le costaron un par de minutos descubrir cómo funcionaban.

Su vida había cambiado y seguramente ahora sus nuevos padres lo amarían pero esto no cambio del todo, al ser el hijo de un monarca tenía bastantes obligaciones y el ser Alfa tenía que tener una fuerte conducta y obligación

Jamas imagino que la vida de aquel encantador hada resultará tan tediosa y estricta, como es que siempre tenía plasmada esa sonrisa en su rostro.

Su odisea para escanear del tronco viejo fue bastante abrumadora, camino despacio y disfrutando de la sensación de la arena contra sus pies hasta que visualizo al joven omega postrado en aquella silla que tanto odiaba.

Porque está llorando?, Acaso no le gusta su nueva vida?

– Yeonjun, porque lloras?

El joven omega sólo lo miro con desprecio, su sonrisa ya no pintaba su Angélica rostro ahora solo estaba pintado por colores grises y sombras oscuras, el llanto arrastro consigo todo rastro de lo que alguna vez fue el omega.

– Vete

– Que?

– Eres un maldito mentiroso, sólo me usaste, largo

– No Yeonjun, yo solo quería que sintieras lo que era ser un humano

– Ja, si claro
« por favor vete y no regreses nunca, al menos que quieras la mierda de vida que tenías antes.

Al parecer sus deseos egoístas sólo lograron que el corazón noble del omega se convierte en uno roto y resentido, ahora sólo conserva el odio y el mal trago que le está haciendo pasar aquel Alfa egoísta del que aún está enamorado.

Mi pequeño omega | SoojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora