|•Capitulo doce•|

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Valeria:

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Valeria:

Había estado disfrutado cada minuto que tenía, mi madre me había contado de que la trababan bien y que su leucemia fue curada por un donante anónimo, también que se asustó un poco por mi y que sabía que vampiro me había llevado,y hizo todo lo posible para dar conmigo pero el también la había secuestrado a ella. No faltaron las explicaciones sobre el cambio que yo podía dar si me convertía en su reina, lo cual no me había gustado para nada al decirme que si aquel extraño para mi, quería casarse conmigo tenía que corresponderle.

— No. —Me niego con una voz firme mientras me paraba de la cama.

Mi madre me mira con preocupación y pena, no se que le había hecho el para que intentara convencerme de esas cosas.

— Valeria. —Pronuncia cada sílaba de mi nombre con ternura.

Acaricio mi cabello en forma de frustración y comienzo a dar círculos por toda la habitación.

—¡No!. —Le grito y esta se espanta.

— ¡No te pido que te casas!. —Asegura con preocupación y le dedicó una mirada que ni yo misma podía explicar.

— El... Me golpeó y me trajo aquí en contra de mi maldita voluntad. Me negó verte, tuve que hacer un sacrificio para poder estar aquí contigo. —Mi voz sonaba tan dolida y decepcionada que en cualquier momento iba a explotar en lágrimas o algo más— . ¿Y si el quiere puede casarse conmigo aunque yo no quiera?, mira que me van a tener que matar antes de que yo me case con el.

Los ojos de mi madre comienzan a deslizar lágrimas por sus mejillas y de solo verla así me partía el corazón, me sentía culpable por gritarle y desquitar aquel enojo que había guardado desde que me trajeron a este vacío y sobrio lugar.

Mis manos se hacen puños y lo único que se escuchaba en que aquella habitación era mi respiración y mi pecho subir y bajar, tenía tanta impotencia y frustración por a ver ido al bosque aquel día, si no fuera por mi tonta insistencia no lo habría conocido y todo fuera tan normal como antes. No soportaba seguir aquí y hacer todo lo que el quisiera, así que algo salió de mi boca que jamás pensé que diría.

— Buscaré cada información sobre su especie... y juro por el amor que aún tengo por ti.... que lo mataré. —Aseguró mientras la fulminaba con la mirada—. Tu y yo seremos libres.

— Valeria no lo puedes matar... —Murmura.

Cerré los ojos y ignoré por completo su presencia para después comenzar a caminar hacia la puerta y salir de aquella habitación.

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