|•Capitulo dieciocho•|

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Valeria:

Había tanta tensión y silencio en un solo lugar, con solo las miradas asesinas de parte de los dos hermanos cuyas personas se tenían frente a frente sin mover ni un pelo, Hunter era un poco más grande que Federico. Pero el no se dejaba intimidar por su alta y amenazante figura.

En cambio yo, miraba a las dos figuras masculinas que en cualquier momento pelearían, pero la palabra "ella"

No paraba de resonar en mi cabeza y eso se volvió un enigma para mi.

— Esta bien... Me iré. —Suelta rápidamente Federico mientras chocaba su hombro con el de Hunter. — Pero procura ya no lastimarla, le hace falta sangre. —Menciona antes de desaparecer rápidamente por la puerta y cerrarla.

Suelto un suspiro de cansancio por la repetida situación que vivía con esos dos, y veo como Hunter se voltea frente a mi, mientras se acercaba a la cama donde estaba recostada, por lo cual yo me pare de golpe sin quitar mi vista de sus rojizos ojos.

— De que hablaba Federico, ¿cuando dijo ella?. —Preguntó rápidamente debido a mi enorme curiosidad.

Veo una sarcástica risa de su parte después de pararse a unos metros frente a mi. Subo mi mirada retadora a la suya debido a su alta figura.

No sabía porque estaba molesta pero también me dolía y sentía un vacío extraño en mi pecho, como si me agobiara la simple idea de que estuviera con alguien más. Digo es libre pero me tiene de rehén sólo para el y no creo que sea muy justo.

Veo como agacha su cara a centímetros de la mía y mi corazón comienza acelerarse debido a su repentina cercanía y seguido de su penetrante mirada que hacia que se me cortara la respiración.

— Como me gusta ver mi marca en tu cuello. —Dice arrogante mientras miraba mi cuello y después mis ojos.

Suelto el aire que había contenido y mi mano automáticamente se dirige a mi a yugular externa donde toco los pequeños dos orificios con las yemas de mis dedos, cuya herida me ardían un poco.

— Te odio.... —Susurro sin pensar y veo una sonrisa torcida de su parte.

— ¿Porque los celos entonces pececillo?. —Pregunta con burla y suelto un bufido.

Me doy la vuelta de lado para irme acostar a la cama pero suelto un grito del susto al sentir cómo me tiran boca bajo sobre ella y se ponen sobre mi.

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