|•Capitulo Diecisiete•|

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Hunter:

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Hunter:

No podía creer que había salido de mi reunión solo por el llamado de la tonta de mi hermana.

Recuesto mi espalda en el árbol detrás de mi, buscando con la mirada algún indicio de aquella molesta chica que me había rogado por venir y ni si quiera estaba presente,  pero lo único que había era árboles a mi alrededor y un poco de niebla. Suelto un suspiro de cansancio por tanto esperar y me quito del árbol para después caminar hacia el sendero que me llevaba a la mansión vinográdo.

— Alto ahí vaquero. —Paro enseguida al escuchar su demandante voz y me volteo con una sonrisa para ver su pequeña figura.

Como siempre vestía de negro, con una chaqueta de cuero abotonada y unos vaquero rasgados que la hacían ver cómo una chica adorable mente mala.

— Con que aquí estás. —Digo con un falso entusiasmo mientras me acercaba a ella a pasos lentos. — Si no fueras tan humana creo que me divertiría descuartizándote.

Escucho una risa sarcástica de su parte y veo cómo cruza sus brazos mientras arqueaba una de sus cejas cuando finalmente me paro algunos metros frente a ella.

— El pelo corto te queda bien. —Suelto sincero.

— A ti igual. —Argumenta con burla y ruedo los ojos.

Por más que me gustara su presencia debía de admitir que era raro tenerla frente a mi después del trabajo que le encargué, ya que era una servible espía para los humanos del pueblo que creían que no controlábamos nada por nuestro tonto acuerdo de paz.

Las híbridas servían para algo.

— Me alegra mucho verte pero... —Pongo las manos en mi bolsillo mientras la fulminaba. — ¿Que quieres?.

Suelta un suspiro y fija sus ojos en los míos, podía sentir arrepentimiento y tantas cosas de su parte que me provocaba molestia.

Sabía que quería.

— ¿Como está ella?. —Pregunta preocupada y la evaluó por unos segundos.

— Esta bien. —Respondo rápidamente sin darle mucha importancia. — pero ya hablamos de esto, tú me la entregabas y no volvías a saber nada de ella.

Veo como muerde su labio inferior con fuerza haciendo que su rosado natural se vuelva un tono rojo.

— Solo la quiero ver. —Pide casi en un ruego.

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