|•Capitulo dos•|

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Valeria:

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Valeria:

¡No!.—Exclamó asustada y me siento sobresaltada en mi cama, mientras abría mis ojos de golpe acompañado con una respiración agitada.

Como cada noche estaba sudada con mi cabello pegado a mi frente, debido al horrible sueño de ser llevada por un vampiro. Giro mi cabeza a la derecha con la vista puesta en mi despertador que estaba encima de mi mesita de noche, a un metro de distancia de mi cama.

"5:00 AM, otra vez..."

Digo mentalmente mientras quitaba las sabanas y me paraba de mi cama para dirigirme al baño frente a la puerta de mi habitación, con todo el deseo de quitarme la sudorosa pijama que tenía puesto. consistían en un top de pantalones cortos color azul al igual que mi blusa de mangas cortas.

Una vez hago mis necesidades y me baño, ahora me encontraba sentada sobre mi cama, preparándome para ir a la cárcel o mejor dicho instituto. Mientras me ponía mis medias negras lo suficientemente largas para llegar hasta mis rodillas y después mis zapatillas mocasines negros con tacones, me levanto de mi cama y me dirijo a mi espejo colgado de lado izquierdo de mi ventana cuya objeto estaba tapaba con cortinas color coral.

Gracias a la forma larga y ancha de aquel espejo me permitía ver mi cuerpo completo me dedico a darme una ojeada a mi estilo. Arreglo mi moño de lazos negros con un botón dorado en el medio, este se abrazaba totalmente debajo del cuello de mi camisa blanca de mangas largas, y por encima llevaba un suéter negro sin mangas con el cuello de pico, este estaba por fuera de mi falda gris con formas tableadas que llevaba por encima de mis rodillas y enseñaba perfectamente mis pálidos muslos.

Debido a lo moderna que era mi instituto podía ir con el estilo que quisiera, peino mi cabello marrón oscuro hacia abajo, dejándolo completamente suelto y tomo mi mochila de osos marrones encima de mi cama, que estaba perfectamente arreglada. Una vez salgo de mi casa no sin antes a ver revisado la temperatura de mi madre y dejar los medicamentos que les tocan en una de las mesitas de noche.

Pongo mi mochila por encima de mis hombros y comienzo a caminar por el largo sendero que era el más corto para llegar al instituto, el nublado y oscuro día me daban la bienvenida mientras caminaba por aquel solitario lugar, volteo varias veces mi cabeza para confirmar si en verdad mis instintos de ser vigila y perseguida por alguien estaban en lo cierto.

Pero cada vez que miraba no había nada, así que ignoré aquellas sensaciones y seguí caminando mientras tarareaba una canción y movía mis manos en el aire.

Una vez frente a la compuerta que daba la bienvenida al instituto White black entró aquel lugar un poco tímida por lo mucho que había cambiado, paso el letrero que daba la bienvenida y comienza a caminar para adentrarme totalmente en el colegio. Jardines y flores decoraban el lugar a mi alrededor, lo que venía siendo el instituto tenía un camino de hojas verdes por la orilla que le daban un toque creativo, mi vista sube en aquel gran edificio escolar de cinco pisos, era ancha y extendida. Cada piso consistía en separar a los grados mayores que otros, aquel hermoso lugar estaba hecho de ladrillo cosido de tierra que era tapado con varias flores rojas y de cada lado tenía ventanas en forma de rectángulo con bordes blancos. La arquitectura de aquel instituto era parecida a la de una universidad con un hermosos campus.

El extraño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora