Este día desde la mañana me la pasé en reuniones de trabajo ya estaba muy cansado, pero tenía una última cena en el mesón de San Diego y después de ahí me iría a ver a mi Lety, bueno a ver por decirlo de una forma más bonita, porque realmente estaría desde esa fría silla observando a la puerta de su habitación. Sin duda los días pasaban y me sentía cada vez más desesperanzado, quería que mi Lety quisiera escucharme para perdonarme, era por lo único que estaba luchando, por lo que estaba haciendo todo ésto, por lo que entregaría mi cabeza en esa junta de comité, por lo que la pondría en charola de plata, para demostrarle que no había nada más importante que su amor para mí.
"Buenas noches." Escuché a mis espaldas.
Volteó y veo a un señor sentándose en mi mesa, era un señor un poco extraño pensé que sería el cliente pero me equivoqué.
"Buenas noches." Extendí la mano para saludarlo, al hacerlo sentí un escalofrío extraño recorriendo mi ser. "Señor Domenzaín."
"No, yo no soy a quien tú esperas." Se quitó los lentes y me observó fijamente.
"Y entonces qué hace en mi mesa."
Se lo dije un poco enfadado a estas alturas ya no quedaba nada de paciencia en mi interior.
"Tu me llamaste, tu corazón me llamó."
"¿Qué?" Pero de qué hablaba este señor.
"Tu vida está muy revuelta, pero con tu corazón estás haciendo las cosas bien. Elegiste el camino correcto y al final vas a tener tu recompensa, pero tendrás que esperar, tener paciencia y cuando veas la oportunidad, lucha todavía más, porque no será fácil encontrar tu paz, tu tranquilidad, el amor te sonreirá pero tendrás que merecerlo."
"Pero de qué me está hablando, de mi relación con Lety ¿qué sabe usted de mi Lety? ¿La conoce?"
"Escúchame tienes que insistirle al amor, cuando un amor es tan fuerte derriba cualquier obstáculo."
"Pero Lety no quiere ni verme." Era la verdad como podía perdonarme después de todo lo que le hice.
"En la entrega, en el sacrificio es donde radica la recompensa final."
"En la entrega ¿Cuál entrega? Sacrificio ¿Qué sacrificio?." No entendía nada de lo que este señor me estaba diciendo. "¿Quien es usted?" Le dije cuando lo ví levantarse , se iba y me dejaba más confundido que antes.
"Me tengo que ir, pero recuerda sigue luchando con paciencia y nunca te rindas Fernando." Dijo mi nombre ¿de dónde me conocía?, ¿quien era?, ¿por qué se iba así?
Lo vi alejarse y me quedé muy pensativo a que se refería con todo eso, no entendía lo que me quiso decir, pero ya no pude ir tras él, ya que llegó el cliente. Aldo Domenzaín quien nos propuso una feria gastronómica apoyada por la asociación de restauranteros. Era una gran oportunidad, quedamos en vernos el lunes próximo después del viernes que sería mi juicio "la junta de comité", parecía que lo único que se acomodaba en mi vida era la empresa, porque lo demás lo tenía todo revuelto como me lo decía ese señor.
Al llegar al hospital me encontré al doctor de Lety saliendo de la habitación y me dirigí a él para preguntarle cómo estaba ella.
"Buenas noches doctor."
"Buenas noches señor Mendiola." Sonrío con amabilidad para mí. "Otro día estará aquí sentado en la misma silla."
"Hoy no ya es un poco tarde solo quería preguntarle cómo está mi dulce Lety." Sí mi dulce Lety, siempre será mía y yo seré de ella aunque le cueste trabajo aceptarlo.
"Señor Mendiola la condición de Leticia ha mejorado mucho la lesión cervical ha disminuido en un 50% eso es una gran noticia para la paciente, en poco tiempo podremos quitar el collarín y su movilidad del tórax y extremidades superiores serán con total libertad. Lo único que quedará será trabajar la fuerza en la pierna derecha, pero eso definitivamente tomará más tiempo. Sin embargo, todo está bien e irá mejor."
Respire profundamente el doctor me daba una excelente noticia. Mi Lety se estaba recuperando satisfactoriamente y era lo importante. Sí definitivamente eso era lo importante, aunque no quería ni verme, si ella estaba bien yo sería feliz, aunque sea mirándola y sabiendo de su vida en la distancia. Podía irme un poco tranquilo a casa.
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La Fea Más Bella: Fuí.
RomanceCuando Fernando Mendiola escuchó de Leticia Padilla su pasado, vivió en carne propia su realidad y la actualidad de sus sentimientos. Esa noche se prometió que haría cualquier cosa por ser merecedor de un amor que no había sentido jamás. Pero much...