Capítulo 8: Sé que te vas.

496 32 36
                                    

Fui primero a mi casa quería tomar un baño y cambiarme de ropa no quería hacer eso en el departamento de Marcia lo que menos quiero es ya tener una convivencia con ella de pareja, lo mejor será tomar las medidas necesarias, no puedo seguir con más mentiras en mi vida, esto tiene que cambiar, cuando me dirigía a su departamento trataba de encontrar las palabras adecuadas, tratando de hacerle ver que lo mejor es que ella viaje sola con Omar y que en ese tiempo pensemos sobre nuestra relación y si realmente eso es lo que quiere para su vida. Porque esto que yo vivo con ella no lo quiero para la mía. Llegué a su departamento, suspiré antes de entrar, estaba todo oscuro pensé que ya se había ido a Conceptos pero no, la encontré durmiendo en una cama repleta de rosas rojas, velas aromáticas por la habitación y la tela del vestido de novia en el reposet, no sería fácil, pero debía hacerlo, por mi antes que por nadie. Lentamente me acerqué a la cama y le hablé.

"Marcia, Marcia despierta."

"Mi amor." Despertó y me abrazó del cuello. "Llegaste te extrañé tanto en la noche, pero podemos aprovechar el amanecer para amarnos con locura." Comenzó a besarme el cuello.

"Marcia espera, Marcia." Me alejó de ella.

"¿Qué te pasa Fernando? ¿Qué no me deseas? Estuviste toda la noche con tu amante que vienes tan cansado."

"Marcia no es lo que tú estás pensando. Yo pasé la noche en el hospital con Leticia no puedes entender eso."

"Entonces demuéstrame que no estuviste con esa, en lugar de con Leticia y hazme el amor. Demuéstrame Fernando que no tienes a otra." Me dijo mientras se acercaba a mí e intentaba besarme.

Me alejé de ella. "Marcia necesitamos hablar." Inmediatamente ví como le cambio el rostro, sabía que había llegado el momento, no podía dejar pasar la  oportunidad. "Marcia yo no podré viajar a Alemania y lo mejor será que en este tiempo tanto tú cómo yo pensemos si realmente esto es la vida que queremos, si realmente el matrimonio es la mejor opción." Bajé la mirada.

"¿Qué? Me estás terminando Fernando.
Dime ¿Quién es ella?" Se acercó a mí y golpeó mi pecho a la que yo solo sostenía sus manos. "¿Quién es?, ¿Quién te está exigiendo ser libre para ella?" Se alejó de mí amarre con la mirada en el piso. "Qué fácil te quieres deshacer de 3 años de mi vida yo te entregué todo, no me merezco esto." Ví en su mirada cansancio y una tristeza profunda. Lo decía con lágrimas en los ojos, y a mi me dolía verla así, definitivamente era un canalla, una basura, que había destruido a dos mujeres maravillosas que no se merecían este dolor.

"Marcia escúchame por favor yo ...yo no ...yo no tengo a nadie más." Tragué saliva y un nudo se formó en mi estómago. "Yo solo necesito este tiempo para pensar que va a ser de mi vida Marcia, esta vida que llevo no me está gustando, no soy feliz y lo mejor que podemos hacer es darnos un tiempo."

"Que fácil es para ti no Fernando Mendiola, que fácil te lavas las manos que dices que viaje Marcia a Alemania le pido un tiempo y soy libre para revolcarme con mi amante." Me dijo muy enojada, como nunca la había visto.

"Marcia las cosas no son como tú piensas ni mucho menos, yo no me quiero condenar, ni te quiero condenar a una vida miserable, de celos, desconfianza, no nos lo merecemos. Ponte a pensar de verdad serías feliz con una persona con la que no confías ni tantito, con alguien que piensas que siempre te va a traicionar, de verdad eso quieres."

"Ese es mi problema Fernando yo te amo." Se acercó para abrazarme pero yo me alejé.

"Pero yo ya no te amo Marcia, hace mucho tiempo que dejé de hacerlo." Le dije firme y seguro.

"Entonces para qué pides un tiempo si ya no me amas y al final vas a dejarme, para que dejas en mi esperanzas, si tú decisión es que ya no me amas." Me gritaba, mientras las lágrimas no paraban de salir de sus lindos ojos verdes.

"Tienes razón, Marcia y discúlpame por pensar así. Pero como dices lo mejor será que terminemos nuestra relación y que cancelemos la boda, perdóname pero yo no me puedo casar contigo." Agaché la cabeza.

"Es por ella verdad, por esa mujerzuela me estás dejando, estás tirando a la basura nuestras vidas por una cualquiera, dime Fernando dímelo."

"Estás equivocada, ella no es nada de lo que tú estás diciendo." Ahí caí en cuanta que le estaba aceptando a Marcia Villaroel que tenía una amante, pero me molestó todo lo que dijo de Leticia que es un ángel, Lety no se merece que nadie y mucho menos Marcia hablé así de ella.

"Entonces me aceptas que si hay alguien más, eres un desgraciado dime ¿quién es?. Dímelo, ten el valor y dime."

"Es algo que no pienso tratar contigo, yo no quería que las cosas fueran así Marcia nosotros crecimos juntos. Tengo para ti un cariño especial, pero no te amo y no puedo seguir a tu lado, perdóname pero no puedo."

Tenía ganas de llorar y realmente yo quería a Marcia Villaroel, ella cuando llegó a mi casa era una niña que lloraba mucho por la muerte de sus padres y a mi no me gustaba verla mal, aunque sentía que me ahogaba y asfixiaba, que no me dejaba ni un momento en paz. Le tomé mucho cariño como la hermana que nunca tuve, con el tiempo se volvió una mujer muy elegante, atractiva y no pude evitar no fijarme en su sensualidad, pero ahora puedo descubrir que nunca la amé como un hombre debe amar a una mujer.

"Vete de mi casa Fernando y no vuelvas nunca más, y cuando te des cuenta que esa aventura tuya fue eso un simple acoston, vas a querer regresar y ya no me vas a encontrar. Ya no más Fernando esto se acabó, ya no voy a ser la estúpida que sigue con tu juego de mentiras, recoge tus cosas y vete. Dile a Omar que lo espero en el aeropuerto porque no voy a detener mi vida por ti. Ya no." Se volteó y vi como caminó en dirección al baño.

Marcia tenía razón y realmente esperaba que ella hiciera su vida y encontrará a alguien que de verdad la ame porque ella se lo merece, un tiempo después tome mis cosas y dejé sobre la mesa, las llaves del departamento con una nota. Tenía que ir a conceptos y dar noticias no tan buenas estaba devastado pero con un peso menos sobre mis espaldas.

Marcia salió del baño llorando, nunca imaginó que esa mañana sería así para ella, le dolía que Fernando la haya dejado, pero no podía evitar en sus momentos de lucidez, darse cuenta que no era feliz, que su relación estaba basada en la desconfianza y en los celos. Ella no podía obligar a un hombre a estar a su lado, no estaba dispuesta a tolerar más humillaciones, más engaños, desde hace mucho tiempo Fernando estaba jugando con ella. Cómo fue capaz de aceptar en su cama a un hombre que venía de estar con otra, cómo fue capaz de pasar por alto tantas infidelidades, ella no se merecía eso, tenía que tener orgullo y dignidad, para rehacer su vida, porque la que vivía era un total fracaso, le dolía pero ese viaje la haría pensar, olvidar y seguir con su vida. Ya no estaba dispuesta a vivir un infierno por las noches, cuando su pareja ni siquiera es capaz de tocarla, en que estaba pensando, tan poco amor se tenía por ella misma. Empezó a hacer su maleta, metió en una caja todo lo de la boda y los recuerdos que tenía con Fernando antes de viajar tenía que deshacerse de eso para empezar de cero, tiempo después salió a la sala y vio una nota la cual leyó.

Márcia se que ahorita estás muy enojada y probablemente odiandome, no te culpo se que me merezco eso y más. Pero yo sé que cuando pase el tiempo entenderás que te hice un gran favor, espero que un día me perdones porque yo te quiero mucho, convivimos como hermanos y lo bonito que viví a tu lado créeme que serán recuerdos sinceros que guardaré en mi corazón.
Con cariño Fernando Mendiola.

Suspiró profundamente y metió la nota en los recuerdos, pensó en deshacerse de ellos, pero mejor los guardó en una caja dentro de su clóset, tal vez después de su viaje y del tiempo que pase sabría muy bien qué hacer con eso. Quería, necesitaba, le urgía comenzar, debía hacerlo para encontrar su paz, esa que hacía mucho tiempo no tenía.

La Fea Más Bella: Fuí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora