Capítulo 23: Tu belleza es un misterio.

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Hoy sábado me dijo Carolina que iría con mi Lety al centro comercial que la había convencido de salir de su casa, a un lugar que no fuera la clínica de rehabilitación. Me dió la dirección y el lugar en donde iban a estar. Carolina se ha portado como un ángel conmigo, me ha ayudado mucho en esta situación. Todos los días me manda mensajes con fotos, vídeos y audios de mi Lety, verla a través de la pantalla me hace sentirme cerca de ella, sentir cerca su amor. Y no vencerme para desistir. Así como Caro me ha ayudado a mi también lo ha hecho con Lety, me contó que la convenció de cambiar su ropa, su cabello, sus lentes, yo la verdad no sé porque si así mi Lety es perfecta.

Pero Carol dice que lo necesita, a mí me gustara como sea, de eso no tengo duda. Pero quiero ver ese proceso, quiero ver cómo es feliz y se divierte, la seguiré hasta el fin del mundo si es necesario, por ver su carita tan linda.

Llegué al centro comercial y vi como Carolina la ayudaba a bajar del coche, lentamente y para que no me viera me acerque no sin antes mandarle un mensaje a Carolina de que ya había llegado.

"¡Ay! Caro yo no sé qué hacemos aquí. Yo te he dicho que fea nací y así me voy a quedar siempre." Mi lety se cruzó de brazos y suspiro. Que equivocada estaba, ella no era fea al contrario, es la mujer más hermosa que hay en la tierra. Si tan solo pudiera verse a través de mis ojos se daría cuenta de esa realidad.

"No digas eso Lety a parte estoy segura que te vas a divertir. También tienes que salir a qué te de el sol."

"En esta silla poco puedo hacer Carolina."

"Claro que no hoy te voy a demostrar que puedes hacer mucho más de lo que te imaginas. A parte que la rehabilitación te ha ayudado mucho no me lo puedes negar."

"Eso sí ya duele menos y puedo mover un poco más mi pierna." Mi Lety sonrió, poco a poco era feliz y estaba recuperando su vida. Esa vida con la que estuve a punto de terminar.

"Mira iremos a la óptica y cambiaremos tus lentes, eso será lo primero."

"Pero yo veo muy bien con ellos." Y se ve todavía más hermosa mi Lety, esos lentes la hacen tan especial.

"Pero con los nuevos verás mejor Leticia confía en mí."

Entraron a la óptica y le hicieron un examen de vista y al parecer necesitaba otra graduación de lentes, les dijeron que pasarán por ellos más tarde. Cuando salieron vi a mi Lety sin lentes sus ojos se veían más hermosos de lo que ya eran, su mirada estaba más radiante que nunca.

"Vez Lety ocupabas otra graduación, quien sabe desde cuándo no te hacías ese estudio."

"Está bien, no me regañes ahora a dónde vamos."

"Al odontólogo, tus brackets ya están obsoletos." Caro estaba muy equivocada mi Lety con esos brackets cuando sonreía parecía un ángel. Después de dos horas las vi salir y cuando sonrió el cielo se iluminó, mi vida dió un giro. Mi ángel bajó del cielo para regalarme la vida en esa delineada curva de su boca.

"Tenías razón Caro, esos brackets eran obsoletos. Jijijiji!"

"Y desde cuándo podrías quitartelos es lo peor. Pero bien dicen que más vale tarde que nunca." Carolina volteó a verme y me guiñó el ojo. Solo sonreí para ella en forma de agradecimiento. Por ella estaba viviendo este día con mi Lety, ahí me daba cuenta que la vida tenía sentido y valía la pena tomar los riesgos para vivirla. "Ahora sí Lety viene lo divertido."

Lo divertido para ellas tres o cuatro horas en un salón de belleza, es en serio que las mujeres hacen todo esto. No se qué tanto le podían hacer a mi Lety si ella era perfecta. Pero cuando salió me dejó impactado se veía más hermosa que nunca, con su cabello largo y negro que tanto yo amaba en su trenza ahora lo tenía suelto y ondulado. Su ceja ya era pequeña y si tengo que admitir que ya no tenía "bigote", llegue a amarlo, no lo niego, pero ahora parecía una modelo de revista. Sin duda mi Lety escondía su belleza, definitivamente "la belleza de mi Lety era un misterio, que afortunadamente pude descubrir".

"Caro no puedo creer que yo me vea así."

"Y te verás mejor. Iremos a comprar ropa."

"No Carolina ya es mucho, lo que haces por mí. Ni dinero tengo para pagar todo esto."

"Lety eso es lo de menos por eso no te preocupes yo me encargaré de todo. Imagina que tanto tú cómo yo tenemos un hada madrina o hado padrino como mejor lo prefieras."

Mire para Carolina con coraje un "hado padrino" por favor, pero bueno era lo que menos importaba. Me prometí hacer de todo porque Leticia estuviera feliz y era lo que estaba haciendo. Entraron a las tiendas y se tardaron otras cuatro horas más, me dolían las piernas de seguirlas y ellas se veían tan frescas como una lechuga. Definitivamente no estaba acostumbrado a hacer esto.

Cuando las ví salir de la última tienda todavía me quedé más impresionado. Mi Lety llevaba puesto un vestido azul marino, que le llegaba a las rodillas, con botones, manga tres cuartos y unos zapatos color nude. Era tan impresionante verla así quería correr hacia ella abrazarla y besarla para decirle lo hermosa que estaba, quería que supiera cuánto la amaba. Necesitaba probar nuevamente esos dulces labios, tocar esa suave piel. Pero no podía y mucho menos debía.

Fueron por los lentes y se veía muy linda con ellos, se veía como toda una ejecutiva, era la mujer perfecta, la de mis mejores sueños. No podía y mucho menos quería perderla. ¿Cómo recuperar su amor? Si para ella fuí un error en su vida, como sanar este dolor, explicarle a mi alma que se terminó, si mi mundo solo giraba por ella. Lo único que sé es que ella se robó mi corazón y lo tiene en sus manos para siempre.

"Lety qué te parece si vamos por un helado antes de irnos a casa."

"Me gusta la idea Carolina. Mira qué hermoso anillo." Comentó mi Lety viendo un anillo detrás del cristal de una joyería.

"Te gusta Lety, vamos a comprarlo."

"¡Ay! Si Caro me viera ridícula con un anillo de compromiso en mi mano."

"Que tiene si algo nos gusta debemos tenerlo y nunca quedarnos por las ganas."

"Siendo así vamos por un helado de chocolate que es de lo que más tengo ganas. Jijijiji!"

Las ví caminar hacia la heladería y me quedé observando el anillo de compromiso solo suspiré para mis adentros, y pensé mi Lety jamás se vería ridícula con ese anillo en sus manos.

Después de verla reír tomando su helado, vi como salían del centro comercial hacía su casa. Y las acompañe a lo lejos entro a su casa con ayuda de Tomás y todavía me quedé un rato más. Estaba feliz porque mi Lety lo era y eso era lo que importaba.

La Fea Más Bella: Fuí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora