ORIOL El Angel Caído (Terminado)

Capitulo 6. No me rendiré

Scarllett

Observo a oriol, esperando una respuesta. Pero nunca llegaron. El se mantenía en silencio, en sus pensamientos.

─Gracias por todo, Scarllett...─ Susurra estando de espaldas─ Esta noche abandonare este lugar.

Arqueo las cejas. Había escuchado claramente, lo que dijo esa extraña criatura. Necesitaba explicaciones, pero tuve temor de preguntar.

─No tienes porque irte.

─Tu escuchaste lo que dijeron─ Dice con voz autoritaria─ No puedo arriesgar a tu familia o a ti.

Quise sostener su hombro. Pero oriol, se había alejado. Siempre se mantuvo de espaldas y podía observar que apretaba los puños. El ambiente era tenso. El estaba dispuesto a irse con tal de cuidar nuestra seguridad. Lo entendía, pero a la vez, no quería que se fuera. Tal vez, nunca más lo volvería a ver. Esos pensamientos quebrantaron mi corazón. Destrozaron mi ser.

─Yo...─Murmuró conteniendo las lágrimas─ No te vayas.

─No puedo Scarllett. Sería un suicidio. Ellos volverán ─Espeta secamente.

─ ¿Nunca te volverá a ver?─ Pregunto en voz baja.

─Seguramente...

─ Tú me gustas mucho─ Le confieso mis sentimientos. A lo mejor tenía una minina posibilidad.

─Lo siento. Jamás corresponderé esos sentimientos.

─ ¡Dímelo en la cara!─ Exclamo airada ─ Escuche bien lo que dijo el ángel caído. No soy ninguna tonta.

─No siento nada por ti─ Dice oriol mirándome a los ojos─ Lo que dijo ese ángel caído, es mentira. Ellos suelen mentir constantemente.

Contengo mis lágrimas. Pero mis ojos estaban brillosos. No quería derrumbarme delante de el. Le doy la espalda y huyo de allí, encerrándome en mi cuarto. Abrazo mi almohada y lloro hasta dormirme.

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Al día siguiente. Oriol se había marchado sin dejar rastro. El cuarto estaba ordenado, como si nunca hubiera estado aquí. Mi corazón se rompió en millones de pedazos. Suspire tenía que seguir adelante. Eran apenas las seis de la mañana. Decidí correr por el parque. Amaba correr y a la vez, podía escuchar mis pensamientos más profundos.

Estire mis músculos y emprendí la marcha. Mientras colocaba mis auriculares. Me sorprendo al ver zarek, el molesto del otro día. Intento ignorarlo, pero este era insistente. De malas, quito mis auriculares.

─ ¿Qué quieres?─ Cuestiono de mal humor.

─Hola, Scarllett. Solamente quería saludarte─ Dice sonriendo. Admito que era guapo pero no le llamaba la atención─ Estuve pensando en ti, todo este tiempo. Me encantaría invitarte a desayunar.

Arqueo las cejas. No estaba de humor, para tonterías. Sigo mi recorrido como si no lo hubiera escuchado.

─Oye no seas mala. Solo es un desayuno de amigos─ Insiste mientras corre a mi lado.

─Gracias pero no estoy interesada. No quiero salir con nadie. Por favor, déjame en paz.

─ ¿Por qué?─ Pregunta zarek molesto y sostiene mi antebrazo con fuerza. Me estaba lastimando y eso no me gusto.