Pasó mucho tiempo y Owen aún no había encontrado a Mady, su hijo ya nació y no sabía ni como sería. Él seguía siendo el jefe en la misma empresa, desde la marcha de Mady tenía otra secretaria, ésta era una señora de 50 años y casada. No olvidaba a Mady.
Habían pasado mas de 5 años desde la última vez que Mady estuvo en Chicago, se había mudado a Northlake. Echaba de menos a Carol, y porqué no decirlo, Mady también echaba de menos a Owen.
Ni habiendo pasado años lo había olvidado, aún lo amaba pero aún no estaba preparada para volver a verlo.
Su pequeño príncipe no hacía más que preguntar por su padre, y ella siempre le decía lo mismo, que su padre vivía en Chicago y que le había mentido y por eso no sabía dónde vivían ellos.
En todo ése tiempo no había estado con ningún hombre, amaba al padre de su hijo. Y se temía que iba a ser así para siempre, se preguntaba si Owen ya la habría olvidado.
¡riiing, riiing! Mady fue a coger el móvil.
- ¿Si?
- Mady, soy Helen la madre de Carol.
- ¿Le pasó algo a Carol? -preguntó asustada.
- Ha tenido un accidente de coche y está en coma muy grave, te he llamado porque sé lo que la quieres - decía Helen al otro lado del teléfono.
- Voy ahora mismo a Chicago -dijo Mady- Si despierta dígale que la quiero y que voy de camino.
- Lo haré, Mady quiero que te quedes en el piso de Carol, cuando llegues te daré la llave, es el mismo donde vivía contigo.
- Está bien, cuando llegue le llamo.
- Vale, gracias por venir.
- No hay de que, es cómo mi hermana.
- Lo sé, nos vemos pronto -se despidió Helen.
- Hasta pronto -dijo antes de colgar.
Hacía un momento que estaba pensando en el tiempo que hace que no va a Chicago y ahora tiene que irse volando a ver a su mejor amiga.
Por suerte ya había salido del trabajo e iba a recoger a su niño. Lo recogería de preescolar, se irían a casa y entraría en internet para coger dos billetes de avión para Chicago.
Llegó 6 minutos antes de que salieran los niños, como todos los días esperaba arrimada a una columna que estaba al lado de la puerta para que su hijo la viera mejor. Ya estaban empezando a salir los niños, Mady veía a su pequeño príncipe viniendo hacia ella.
- ¡Mami, mami, mami! -gritaba su peque corriendo hacia ella.
- Mi príncipe hermoso -lo cogió en brazos y le dio vueltas mientras él se reía- ¿Que tal el cole?
- Muy bien mami, hoy nos dijeron que hicieramos un dibujo de nuestros papás, mira mami -dijo enseñando un dibujo de Mady, él y un hombre alto, moreno y de ojos azules.
- ¿Y ése quién es? -le preguntó Mady a su hijo.
- Es papi -respondió el niño.
- Que bien dibujado está, mi príncipe -le dio un beso en la mejilla, era normal que lo hubiera dibujado tal como es, su pequeño príncipe es igualito a su padre, el niño supondría que si no se parece a la madre pues sería como el padre.
Era un niño alto para su edad, de piel blanca, moreno y de ojos azules como los de su padre. Era muy listo y también travieso, no paraba quieto ni un minuto.
- Cariño, vamos a irnos a Chicago, la tía Carol tuvo un accidente y tenemos que ir a verla -le explicó a su hijo.
- Vale mami, ¿veremos a papi también? -preguntó su hijo.
- No lo sé, puede que sí cariño -le contestó Mady.
- ¡Bien! -gritó de alegría el niño.
Cuándo llegaron a casa, Mady cogió su portátil y entró en internet para comprar dos billetes de avión. Salían mañana por la mañana, así que tendría que llamar al colegio de su hijo y a su trabajo para pedir unos días libres.
- Vamos hijo, o llegaremos tarde al aeropuerto -lo llamó Mady.
-Voy mami -contestó su hijo.
Era la primera vez que su hijo se montaba en un avión, y el niño estaba encantado. Cuándo llegaron a Chicago fueron directamente al hospital, Mady había hablado con Helen sobre Carol, aún no había despertado del coma pero estaba estable.
Era tarde y decidieron irse a casa de Carol a descansar.
Cada día Owen pasaba por delante de la casa de Carol, sabía que no volvería ver a Mady, pero no lo podía evitar. Ese día no fue la excepción, pasaba por delante de la casa cuando la vio.
Era Mady, y no estaba sola, estaba con su hijo, un niño igualito a él.
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El hombre tras la máscara
RomanceUn hombre con una máscara, una mujer curiosa y una fiesta de disfraces... Ella pensaba que era un lío de una noche, pero lo que no sabía era que él iba ser algo más que eso... ¿Descubrirá quién es el enmascarado? Ésta historia esta registrada en Saf...