El hombre tras la máscara

Capítulo 2

Al día siguiente Mady se despertaba con una sensación de plenitud que hacía mucho que no sentía.

- Mmm que bien me siento - dijo Mady estirandose.

Se levantó de la cama para ir a desayunar con Carol , que era su compañera de piso a parte de su mejor amiga.

-Buenos días dormilona, parece que tuviste una buena noche - le dijo Carol.

-La verdad es que si, conocí a un hombre en la fiesta.

-A ver cuenta, cuenta - dijo una Carol emocionada.

-Pues... eso que conocí un hombre - respondió Mady.

-¿Pero cómo era? A ver cuéntamelo.

-Era alto, fuerte, tenía los ojos azules y besaba como los dioses - contestó Mady.

-¿Y qué más?- preguntó Carol.

-Nada más - respondió ella.

-¿Era moreno, castaño o rubio?- preguntó su amiga.

-No lo sé, tenía un antifaz, una capa con capucha y no le vi el pelo y menos con tan poca luz - dijo Mady.

-Bueno lo tuyo es un caso aparte, tienes un pedazo hombre y vas tú y no sabes ni su color de pelo ¿ sabrás su nombre supongo no? - preguntó Carol.

- No, me dijo que le llamara enmascarado, y ni su numero me dio - respondió Mady.

-Y claro tú no se lo podías haber pedido verdad, eres de lo que no hay Mady, tienes un tío bueno y lo dejas escapar, eres de otro mundo - le dijo Carol.

-Bueno ya está, no me hagas sentir peor, sí, fui una tonta por no pedirle su numero ni nada, pero si no me lo dio él mismo, es por que no le intereso.

-Vale, vale, dejemos el tema que ahora ya da igual, ¿que quieres hacer un domingo?

-Pues... vamos a disfrutar de este día tan bonito que a saber que día nos espera mañana - dijo Mady.

-Es verdad mañana conoceremos al nuevo jefe, lo único que sabemos es que es joven y poco más.

-Por eso, vamos vestirnos y disfrutar del domingo - dijo Mady mientras pensaba en el enmascarado.

Se vistieron para pasar el día en el Navy Pier y relajarse para el día que les esperaba mañana.

En otra casa de Chicago un hombre estaba preparando su maletín, ya que al día siguiente iba por primera vez a su nuevo trabajo. Y siendo él el nuevo jefe, tenía que ir preparado y bien presentable.

La noche anterior había ido a una fiesta de disfraces, necesitaba relajarse un poco antes del lunes.

Allí había conocido a una mujer que estaba disfrazada de monja sexy, la verdad es que en el momento que la vio se quedó prendado de ella.

Se había acercado y la había seducido hasta tener algo más que besos, todo había sido genial hasta el punto de que no paraba de pensar en ella. En Mady...