La noche pasó muy rápida, y en cuanto Mady despertó y no vio a Owen en la habitación empezó a preocuparse por él.
Llamó a recepción preguntando por él, y no sabían nada.
Al medio día Owen llegó a la habitación. Mady estaba en la mesa trabajando en el portátil, mientras él se dirigía al baño a darse una ducha relajante.
Después de haber pasado toda la noche en un bar de Nueva York, olía a todo menos bien. Si Mady no quería que la besara, pues no lo haría de ninguna manera.
La reunión de trabajo que tenían allí había salido perfecta, y como no tenían nada mas que hacer en Nueva York decidieron irse de vuelta a chicago.
Ya en sus casas...
Owen daba vueltas de un lado a otro de la habitación, no sabía como aguantaría sin acercarse a Mady pero lo haría. ¡riiing, riiiing!
— ¿Sí? —contestó Owen.
— Hermano, soy Jake ¿que tal —preguntó el hermano.
— Mal.
— ¿Y luego, qué pasó?.
— Una mujer Jake, eso me pasa.
— ¡No me lo puedo creer!¡¿Owen White rechazado por una mujer?! Eso es imposible.
— Pues ya ves, y lo cierto es que me encanta esa mujer, pero ella no quiere nada conmigo porque soy su jefe.
— Una mujer que se hace respetar, ya era hora de que una de tus empleadas dijera que no a tus encantos hermano.
— Ya, bueno si, voy colgar que será mejor.
— Hermanito no te desesperes, hay más mujeres.
— ¡Yo solo quiero a esa! ¡ADIOS! —dijo antes de colgar.
Iba ser una noche muy larga para Owen, de eso estaba seguro.
Mady había cerrado la puerta de su casa de un portazo.
— ¿Qué te pasó? Nunca te había visto cerrar la puerta así —le dijo Carol.
— Ese cerdo, egocentrico y creído, se cree que me puede tener cuando quiera solo porque trabajo para él — contestó Mady.
— Vaya, parece que le gustas al jefe.
— No, lo que pasa es que me quiere usar como seguramente usa a las demás.
— Pues tu no te dejes, si de verdad te quiere te respetara.
— No lo haré, tu tranquila.
Ninguno de los dos volvió a acercarse al otro. Guardaban las distancias a pesar de que por dentro se morian por besarse.
Pasaron los días y las semanas, hablaban por trabajo y poco más.
— Necesito que lleves estos documentos al señor Miller —dijo Owen a Mady.
— Sí, señor White —contestó Mady, al levantarse vio todo negro y se desmayó.
A Mady le dolía la cabeza, se sentía mareada y confundida, no sabía que le había pasado.
— ¡MADY!¡MADY DESPIERTA! —oía como alguien decía su nombre, fue abriendo los ojos poco a poco...
— ¿Que pasó? —dijo ella aun confundida.
— Te desmayaste Mady, a ver sientate despacio.
— Me siento algo mareada.
— ¿Estás mejor? —preguntó Owen preocupado.
— Si, si claro que si —decía Mady mientras intentaba levantarse con la ayuda de Owen.
— Despacio, así está bien, ven sientate en el sofá —le pidió Owen.
— Gracias, necesito un poco de agua —pidió Mady aún mareada.
— Sí, ahora te traigo un vaso de agua —le contestó él yéndose a la máquina de agua.
Owen volvió con un vaso de agua para Mady, vio como ella se lo bebía todo y lo dejaba en la mesa de al lado.
— ¿Te sientes mejor? —preguntó Owen.
— Sí, gracias —le dijo ella— no sé qué fue lo que me pasó.
— ¿Ya te había pasado ésto?
— No, nunca me había pasado.
— ¿Crees que puedes estar esperando?
— ¿Esperando qué? —preguntó confundida.
— Un bebé.
Mady se quedó estupefacta con los ojos totalmente abiertos.
— No puede ser, no, no, no. No puedo estar embarazada del enmascarado, no puede ser.
— ¿El enmascarado? —Owen bullía por dentro de emoción.
— Es el único que puede ser el padre... —Mady seguía aturdida.
— Bueno, descansa un poco en el sofa —a Owen le costó no reaccionar a lo que acababa de escuchar.
— Ya puedo levantarme, ya estoy bien.
— Te dije que te quedes en el sofá, soy tu jefe y te lo ordeno.
— Sí, señor White.
— Bien, tú descansa y no te preocupes del trabajo.
— Vale señor —Mady no quería admitirlo, pero la verdad le gustaba que se preocupara por ella así.
Mady estuvo media hora en el sofá, cuando se sintió mejor se puso a trabajar hasta que fuera la hora de irse. No podía estar embarazada, seguro es un virus o algo, si eso es. Mady decidió que no seguiría pensando en eso, estaba segura de que no era nada importante.
Owen se había preocupado mucho al ver a Mady desmayarse, al principio no sabía que le podría haber pasado pero ahora que sospechaba lo que tenia no sabía como acercarse otra vez a Mady.
A pesar de que ella decía que se sentía bien, el le veía mala cara. Se preguntaba si no estaría embarazada de verdad ¿y si lo estaba? Eso significaba que iba a ser padre, y verdaderamente estaba emocionado.
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El hombre tras la máscara
RomanceUn hombre con una máscara, una mujer curiosa y una fiesta de disfraces... Ella pensaba que era un lío de una noche, pero lo que no sabía era que él iba ser algo más que eso... ¿Descubrirá quién es el enmascarado? Ésta historia esta registrada en Saf...