Capítulo 6

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La noche pasó muy rápida, y en cuanto Mady despertó y no vio a Owen en la habitación empezó a preocuparse por él.

Llamó a recepción preguntando por él, y no sabían nada.

Al medio día Owen llegó a la habitación. Mady estaba en la mesa trabajando en el portátil, mientras él se dirigía al baño a darse una ducha relajante.

Después de haber pasado toda la noche en un bar de Nueva York, olía a todo menos bien. Si Mady no quería que la besara, pues no lo haría de ninguna manera.

La reunión de trabajo que tenían allí había salido perfecta, y como no tenían nada mas que hacer en Nueva York decidieron irse de vuelta a chicago.

Ya en sus casas...

Owen daba vueltas de un lado a otro de la habitación, no sabía como aguantaría sin acercarse a Mady pero lo haría. ¡riiing, riiiing!

— ¿Sí? —contestó Owen.

— Hermano, soy Jake ¿que tal —preguntó el hermano.

— Mal.

— ¿Y luego, qué pasó?.

— Una mujer Jake, eso me pasa.

— ¡No me lo puedo creer!¡¿Owen White rechazado por una mujer?! Eso es imposible.

— Pues ya ves, y lo cierto es que me encanta esa mujer, pero ella no quiere nada conmigo porque soy su jefe.

— Una mujer que se hace respetar, ya era hora de que una de tus empleadas dijera que no a tus encantos hermano.

— Ya, bueno si, voy colgar que será mejor.

— Hermanito no te desesperes, hay más mujeres.

— ¡Yo solo quiero a esa! ¡ADIOS! —dijo antes de colgar.

Iba ser una noche muy larga para Owen, de eso estaba seguro.

Mady había cerrado la puerta de su casa de un portazo.

— ¿Qué te pasó? Nunca te había visto cerrar la puerta así —le dijo Carol.

— Ese cerdo, egocentrico y creído, se cree que me puede tener cuando quiera solo porque trabajo para él — contestó Mady.

— Vaya, parece que le gustas al jefe.

— No, lo que pasa es que me quiere usar como seguramente usa a las demás.

— Pues tu no te dejes, si de verdad te quiere te respetara.

— No lo haré, tu tranquila.

Ninguno de los dos volvió a acercarse al otro. Guardaban las distancias a pesar de que por dentro se morian por besarse.

Pasaron los días y las semanas, hablaban por trabajo y poco más.

— Necesito que lleves estos documentos al señor Miller —dijo Owen a Mady.

— Sí, señor White —contestó Mady, al levantarse vio todo negro y se desmayó.

A Mady le dolía la cabeza, se sentía mareada y confundida, no sabía que le había pasado.

— ¡MADY!¡MADY DESPIERTA! —oía como alguien decía su nombre, fue abriendo los ojos poco a poco...

— ¿Que pasó? —dijo ella aun confundida.

— Te desmayaste Mady, a ver sientate despacio.

— Me siento algo mareada.

— ¿Estás mejor? —preguntó Owen preocupado.

— Si, si claro que si —decía Mady mientras intentaba levantarse con la ayuda de Owen.

— Despacio, así está bien, ven sientate en el sofá —le pidió Owen.

— Gracias, necesito un poco de agua —pidió Mady aún mareada.

— Sí, ahora te traigo un vaso de agua —le contestó él yéndose a la máquina de agua.

Owen volvió con un vaso de agua para Mady, vio como ella se lo bebía todo y lo dejaba en la mesa de al lado.

— ¿Te sientes mejor? —preguntó Owen.

— Sí, gracias —le dijo ella— no sé qué fue lo que me pasó.

— ¿Ya te había pasado ésto?

— No, nunca me había pasado.

— ¿Crees que puedes estar esperando?

— ¿Esperando qué? —preguntó confundida.

— Un bebé.

Mady se quedó estupefacta con los ojos totalmente abiertos.

— No puede ser, no, no, no. No puedo estar embarazada del enmascarado, no puede ser.

— ¿El enmascarado? —Owen bullía por dentro de emoción.

— Es el único que puede ser el padre... —Mady seguía aturdida.

— Bueno, descansa un poco en el sofa —a Owen le costó no reaccionar a lo que acababa de escuchar.

— Ya puedo levantarme, ya estoy bien.

— Te dije que te quedes en el sofá, soy tu jefe y te lo ordeno.

— Sí, señor White.

— Bien, tú descansa y no te preocupes del trabajo.

— Vale señor —Mady no quería admitirlo, pero la verdad le gustaba que se preocupara por ella así.

Mady estuvo media hora en el sofá, cuando se sintió mejor se puso a trabajar hasta que fuera la hora de irse. No podía estar embarazada, seguro es un virus o algo, si eso es. Mady decidió que no seguiría pensando en eso, estaba segura de que no era nada importante.

Owen se había preocupado mucho al ver a Mady desmayarse, al principio no sabía que le podría haber pasado pero ahora que sospechaba lo que tenia no sabía como acercarse otra vez a Mady.

A pesar de que ella decía que se sentía bien, el le veía mala cara. Se preguntaba si no estaría embarazada de verdad ¿y si lo estaba? Eso significaba que iba a ser padre, y verdaderamente estaba emocionado.

El hombre tras la máscara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora