VENGANZA ©

14. INSPECTORA

Zarandeo el cuerpo de Dereck como si me fuese la vida en ello. No responde, joder. NO PUEDE ESTAR MUERTO.

- OS VOY A MATAR A TODOS. - chillo poniéndome en pie con sangre en las manos. Luego bajo otra vez hacia Dereck. - Dereck, Dereck por favor quédate conmigo, por favor, por favor... - las lágrimas no cesan. Escucho policía y ambulancias. En cuanto la guardia me ve me reconoce y me pregunta si estoy bien. Los demás agentes hacen que nadie se mueva ni huya. Todos aquellos hombres, Evan y Lucas están esposados. La policía coge el arma que llevaba conmigo y me interrogan mientras los paramédicos recogen a Dereck.

- Haced que viva. Por favor. - le digo a uno de ellos.

- No se preocupe, señorita Grey. Haremos todo lo que esté en nuestra mano.

Al ser quien soy y todo lo que hemos vivido mis padres y yo, comprenden que llevase un arma conmigo. Me preguntan si estoy bien o si tengo algún rasguño.

- Señorita Grey. - me dice uno de los policías. - Acompáñenos a comisaría mientras su pareja es atendido en el hospital.

- Vale...

Veo como meten el cuerpo de Dereck en la ambulancia mientras le ponen oxígeno. Me ha salvado la vida, y él ahora está a un paso de la muerte. Me meto en el furgón de la policía como me han mandado y me quedo en silencio hasta llegar a comisaría.

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- Señorita Grey, por favor.

Llevo una hora en la sala de interrogatorios y no he podido articular ni una sola palabra. No es justo que me tengan aquí dentro cuando ni mis padres pueden venir a verme y mi novio está hospitalizado en estado crítico por una herida de bala que le ha perforado su pulmón derecho.

- Señorita Grey, necesitamos que nos diga todo lo que sabe. Todo lo ocurrido en la nave. Sabemos que está angustiada por la situación de su pareja y sus padres. Pero queremos ayudarla, y si no dice nada no podremos hacerlo.

Miro al policía a los ojos por primera vez desde que llevo aquí sentada. Parece satisfecho y suspira de alivio cuando decido alzar mi vista hacia él.

- Mi novio.

- Quiere saber como está. La entendemos. Pero primero debe ayudarnos a nosotros. Para que pueda estar segura. No hay nadie en su casa, señorita Grey. Deberá quedarse con su tío.

- No.

- ¿Cómo dice?

- Me quedaré en el hospital.

- No puede.

- No me hará cambiar de opinión.

- Es por su seguridad.

- Y yo lo hago por mi pareja.

- Sus padres querrían que estuviese en casa, sana y salva.

- Mis padres adoran a mi novio. Se quedarían destrozados si supiesen que Dereck se puso delante mío, delante de incluso 100 balas para salvarme la vida. Entienda que si él muriese, no me lo perdonaría jamás. Así que hágame un favor. - le digo mirando hacia la pantalla negra donde seguramente se encuentre el jefazo de todo este cuchitril. - Terminemos rápido con esto, y me iré al hospital de inmediato.

El policía suspira y de repente se abre la puerta. No miro hacia atrás. No tengo fuerzas para hacer nada. Me siento completamente inútil.

- Déjenme a solas con la señorita Grey.

Es una voz de mujer. No sé quién será.

- Pero inspectora... - le dice el policía.

- He dicho que me deje a solas con Vanessa.