Capítulo 9. Secret love song Pt. II

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Cuando esa tarde el ensayo finalizó, me despedí de todos y me fui sin esperar siquiera a Liam, quien parecía querer hablar conmigo nuevamente. Si fuera relacionado al trabajo, me llamaría y si no lo era, no estaba interesada.

Manejé hasta mi casa en silencio. Había apagado la radio en el instante en que se encendió, porque no quería ningún ruido, porque me sentía aturdida, molesta y enojada. Más que nada conmigo misma.

We keep behind closed doors. Every time I see you, I die a little more.

(Nos mantenemos tras puertas cerradas. Muero un poco, cada vez que te veo.)

Llegué a mi casa sin demorarme por nada e ignorando que mi estómago rugía pidiendo comida, me encaminé hacia el baño para darme un relajante baño. Esperaba que, de alguna forma mágica, el agua caliente se llevara mis problemas y la presión que sentía en mi pecho.

Stolen moments that we steal as the curtain falls. It'll never be enough.

(Esos momentos que pasamos mientras caía el telón, nunca serán suficiente.)

Me sumergí en el agua y enjuagué mi cabello y mi cuerpo, y cuando ya estaba lista, me quede tendida ahí, en la tina, sin tener fuerzas para ponerme de pie. Sentí una suave cosquilla por mis mejillas y el sabor salado de las lágrimas en las comisuras de mis labios.

I can't stop these silent tears from rolling down.

(No puedo evitar que estas lágrimas silenciosas caigan.)

¿Por qué estaba enamorada de Liam? No había sido una confusión mía, había sido él quien me había enamorado con sus acciones que cruzaban el límite del profesionalismo. Él había sido quien me había despertado cada mañana con una sonrisa dulce, quien siempre se mostraba protector cuando un hombre se me acercaba, quien me había cuidado y quien había confiado en mi talento.

— ¿Por qué me tenés que confundir tanto?

Liam nunca había sido solo mi representante. Él siempre había sido mi amigo, había estado cada día de mi vida durante los últimos tres años. Habíamos compartido noches enteras componiendo música, días grabando, discutimos miles de veces sobre mercadotecnia y estrategias, sobre videos, sobre mi vestuario y mi look. Habíamos incluso creado un ritual para cada gira.

En el primer show de mi primera gira, él se había rapado y yo me había teñido el cabello por recomendación de mi vestuarista, sin que lo hubiésemos planeado previamente. Luego del éxito que tuve, que fue muchísimo más del esperado, ese se convirtió en nuestro ritual. Desde entonces, cada vez que comenzábamos una gira, nuestros cabellos cambiaban.

Why can't I hold you in the street?Why can't I kiss you on the dance floor?I wish that it could be like that.

(¿Por qué no puedo abrazarte en la calle? ¿Por qué no puedo besarte en la pista de baile? Desearía que fuera así.)

Él había besado mi frente como muestra de cariño después de cada uno de mis shows, había secado mis lágrimas tantas veces, y me había hecho reír tantas otras. ¿De verdad él esperaba que yo no me enamorara? ¿De verdad él no sentía lo mismo por mí? Después de hacer aquel pequeño viaje en mis recuerdos por aquellos tres años juntos, no podía creer que fuese real. Él tenía que sentir algo por mí, no podía encontrar otra explicación a su comportamiento a mí alrededor.

Enjuagué mi rostro con el agua para eliminar las lágrimas y decidí salir de la tina. Tomé una toalla y la envolví en mi cuerpo. Tomé la crema que usaba diariamente y frente a un espejo comencé a aplicarla sobre mi rostro haciendo un pequeño masaje en círculos. Me gustaba ser cuidadosa con mi piel, lo cual era muy importante en mi trabajo. No solo porque siempre tenía que lucir perfecta, sino también, por todo el maquillaje que usaba para las presentaciones.

Un beso y una estrofa | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora