Capítulo 41. Illicit affairs

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*Listo, este es el capítulo que debería haber subido ayer. Mil disculpas amores*


Una hora después nos encontrábamos en mi dormitorio viendo los contratos que yo había firmado. Agradecía que no me hubiese dicho lo estúpida que fui al firmar sin leer, porque me avergonzaba de haberlo hecho.

Observé por mi ventanal el patio trasero que estaba sumergido en la oscuridad de la noche. Empezó a llover y las gotas se mezclaban con el agua de la piscina. Antes nadaba al menos una vez a la semana en la época primaveral, pero ahora no podía porque la última vez que me había sumergido, no había podido dejar de pensar en Liam y en aquella noche cuando todavía estábamos juntos.

Él estaba sentado en mi cama con el contrato que especificaba la gran estafa en sus manos. Yo me encontraba sentada en el suelo con los otros papeles esparcidos a mi alrededor, sin prestarles mucha atención, mientras esperaba a que Liam terminara de leer.

Entre todas esas hojas, encontré su renuncia, y no pude evitar acariciar con el dedo el lugar donde se encontraba su firma. Apenas se entendía su inicial, y el resto era un garabato. Todavía tenía guardada su carta, pero nunca la había vuelto a leer.

Era tan extraño que Liam volviera a estar en mi dormitorio. Me recordaba mucho a cuando venía cada mañana con una taza de café. Cuando nos besamos por primera vez y pensé que me haría el amor. Todas las dudas que él había tenido en ese momento, estaba segura que eran por culpa de su mentira.

They show their truth one single time but they lie, and they lie, and they lie a billion little times.

(Muestran su verdad una sola vez, pero mienten y mienten y mienten un millón de pequeñas veces.)

Lo observé mientras leía cada palabra detenidamente con el ceño fruncido. Se veía tan lindo. Casi parecía que el tiempo no había pasado. Que yo no había escrito las canciones más destructivas en ese mismo cuarto.

Liam levantó la vista y me devolvió la mirada. Ni siquiera me avergonzaba estar observándolo fijamente, porque él sabía lo que sentía, no tenía que esconderme. Esperaba encontrar algo en sus ojos que me indicara que había esperanza, pero no había nada.

Negó con la cabeza y dijo: —Acá dice que las ganancias de Emptiness durante su primer año son para Amanda, y no hay nada que puedas hacer Hales —suspiré dirigiendo de nuevo la mirada al ventanal.

"—Lo lamento mucho. De verdad esperaba que hubiese algún error, o contradicción, pero no la hay. Si querés puedo llevarlo con un abogado —ofreció. Negué con la cabeza suspirando.

—No, si vos no pudiste encontrar nada es porque no lo hay. Supongo que voy a tener que trabajar gratis —susurré rodando los ojos y en ese momento supe de repente qué tenía que hacer—. Dice que las ganancias son para ella, pero no dice que estoy obligada a generar ganancias —señalé. Liam me miró por un segundo y volvió los ojos al contrato, pensando en mis palabras.

—Supongo que no.

—Los derechos de las canciones todavía son míos y puedo frenar toda la promoción, cancelar la gira, negarme a dar entrevistas...

— ¿Harías eso? —me interrumpió sacándome de mi trance de momentánea felicidad. Me encogí de hombros.

—De todas formas, no podría cantar esas canciones en vivo —confesé. Él no dijo nada y por un segundo me pregunté si había escuchado el álbum. Si sabía a lo que me refería.

—Podrías relanzarlo en un año —asentí con la cabeza pensando en que era una buena idea. Quizás para ese momento tendría un poco más de estabilidad emocional.

— ¿Hay alguna forma de que ella deje de ser mi representante? —pregunté, y él sonrió levemente.

—No leíste ese contrato tampoco, ¿verdad?

—No —confesé avergonzada. Nunca leía los contratos. Siempre había confiado tan ciegamente en Liam que no veía la necesidad de hacerlo.

Look at this godforsaken mess that you made me.

(Mira este jodido desastre en el que me convertiste.)

—El contrato tiene una cláusula que dice que no importa cuándo, si vos querés terminarlo podés hacerlo sin indemnizarla y sin necesidad de aviso previo.

— ¿Por qué esta esa cláusula?

—Quería cuidarte... Y pensaba que si en algún momento me perdonabas, podía volver a ser tu representante —confesó. Aparté los ojos porque no podía sostenerle la mirada por más tiempo. No sabía qué decirle.

"—Creo que mejor me voy —se puso de pie y caminó hasta la puerta dándome la espalda. Me incorporé yo también y quería acercarme, pero me quedé en mi lugar.

Cuando comenzó a abrir la puerta, hablé sin pensarlo: —Te perdono.

You showed me colors you know I can't see with anyone else.

(Me mostraste colores que sabés que no puedo ver con nadie más.)

Él se quedó quieto y poco a poco volteó a verme. En un segundo recorrió mi dormitorio hasta estar frente a mí y tomó mi rostro en sus manos. Sus ojos marrones brillaban observándome.

—Te perdono —volví a susurrar—. Pero no puedo —expliqué señalándonos a ambos. Él asintió con la cabeza—, no sé si estoy lista para estar con vos.

—Sí, lo entiendo... No sé si leíste mi carta, pero era cierto todo lo que decía. Siempre te voy a esperar y solamente tenés que decir las palabras y seré tuyo —susurró la letra de mi propia canción robándome una sonrisa.

— ¿Escuchaste mi álbum?

—Tanto que me aprendí las letras. Extrañaba tu voz.

—Yo también extrañaba tu voz —confesé haciéndolo sonreír y tuvo el impulso de acercarse para besarme, pero se detuvo a último momento, como si no se hubiera dado cuenta de lo que hacía hasta que nuestros labios se rozaron, y cuando estaba por hacerse para atrás, retractándose, lo atraje hacia mi cuerpo.

You taught me a secret language I can't speak with anyone else.

(Me enseñaste un lenguaje secreto que no puedo hablar con nadie más.)

Nos besamos como si nos dijéramos que nos habíamos extrañado. Como si nos demostráramos cuánto nos amábamos. Seguía sin poder estar en una relación con él, pero al menos quería un último beso.

— ¿Crees que algún día podemos volver a trabajar juntos? —me preguntó acariciando mis mejillas con la yema de sus pulgares.

—Sí, estoy segura —dije con honestidad. Él asintió con la cabeza y presionó sus labios en mi frente. Cerré los ojos disfrutando del momento y los volví a abrir cuando se alejó y su calor dejó de rodearme, cuando dejé de sentir el olor de su delicioso perfume.

And you know damn well for you I would ruin myself a million little times.

(Y sabes condenadamente bien, por vos me arruinaría un millón de pequeñas veces.)

—Si necesitas algo, lo que sea, podes llamarme o enviarme tantos mensajes como quieras —aseguró. Asentí con la cabeza y finalmente se fue. Y aunque verlo irse me dejaba un rastro de tristeza, no me sentía como la última vez que nos habíamos separado. No me sentía vacía ni con ganas de llorar. Y sí, mi vida continuaba siendo un desastre, pero al menos yo ya no lo era.


Hola amores, estoy muy feliz con como va creciendo esta historia. Amo sus comentarios y les agradezco muchisimo por sus votos. Solamente les quería decir que... ¡mañana subo el último capítulo! Sisi, el último. ¿Qué creen que va a pasar? ¿Terminaran Hales y Liam juntos? ¿Cómo se resolvera el problema con Amanda? Cuentenme en los comentarios.

Con amor, Sabrina♥

Un beso y una estrofa | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora