Capítulo 15. Boys Will Be Boys

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No había llorado tanto desde hacía más de tres años cuando pensaba que nunca cumpliría mi sueño de ser una cantante famosa. Porque sí, creer que mi sueño nunca se haría realidad y tener la necesidad de olvidarme de Liam y no lograrlo, dolía de la misma forma.

No tenía humor para nada que no fuera estar acostada mirando las estrellas y la luna a través de mi ventana. Era por eso que hacía horas le había enviado a Trevor un mensaje cancelando nuestra cita. Lo que menos quería en ese momento era fingir sonrisas, y si de verdad quería olvidarme de Liam, también me tenía que olvidar de los juegos que jugaba a su alrededor y de querer darle celos o hacerlo enojar.

Suspiré. Me había dado una ducha al volver de la playa para quitarme la arena y mi cuerpo se sintió tan pesado luego que decidí dormir sin cenar. Además, no tenía apetito y no quería ver a Liam.

Sin embargo, hacía dos horas que daba vueltas en la cama sin lograr conciliar el sueño. Parecía como si hubiese tomado litros de café, porque ni siquiera sentía los ojos pesados, o que estaba cerca de quedarme dormida. Hasta sentía el corazón acelerado porque en mi cabeza no podía parar de recrear cada momento especial que había vivido con Liam.

Escuché que alguien golpeaba la puerta y me giré sobre la cama para mirarla fijamente sopesando la idea de no abrir. No quería ver ni hablar con nadie pero cuando volvieron a golpear los nudillos contra la madera, sentí pena por quien estuviese del otro lado y me puse de pie para abrir.

Trevor me sonrió y sus ojos recorrieron mi cuerpo. Fue entonces que me di cuenta de que solo llevaba una remera puesta que no hacía nada por cubrir mis bragas. Me sentí incomoda y expuesta, y su mirada hizo efecto en mi dándome un escalofrío. La sensación horrible y el mal presentimiento que sentía me aceleraron el corazón. Nunca antes me había sentido así.

La sonrisa de sus labios se ensanchó antes de hablar: —Sé que dijiste que no tenías ganas de ir a ningún lado, pero podemos comer acá, en tu habitación.

My friend told me of a secret. Told me that she blames herself.

(Mi amiga me habló de un secreto. Me dijo que se culpa a sí misma.)

Su propuesta no me sonó bien, y había algo en la situación, o más bien en su mirada, que me decía que debía cerrar la puerta y mantenerme alejada de Trevor de ahora en adelante, y más que nada esa noche. Que por nada del mundo debía permitir que entrara a mi dormitorio porque eso solo significaba peligro.

Cuando decía que había algo en su mirada, no solo me refería a la lujuria con la que me miraba, sino también a que sus pupilas estaban exageradamente dilatadas. Cuando se llevó una mano a la cara para rascarse la nariz y luego sorbió con fuerza, terminé de confirmar que estaba drogado.

—La verdad es que no tengo hambre Trevor, perdón —respondí con una sonrisa dulce intentando que mi voz no demostrara lo nerviosa que me sentía por dentro.

«Tranquila Haley, unos minutos más y se irá» me dije a mi misma, pero el pensamiento de que si él intentaba propasarse conmigo, nadie me escucharía gritar porque en aquel piso no habían más dormitorio además del mío, hizo que mis piernas comenzaran a temblar.

Youinvadedhermagnificence.

(Vos invadiste su magnificencia.)

—Sos tan linda, Haley.

Levantó su mano y acarició mi mejilla. Quería alejarme de su tacto, peor no quería alterarlo o hacerlo enojar con un rechazo directo porque no sabía cómo reaccionaría. Por lo que con mi sonrisa todavía intacta, tomé su mano temblorosa entre la mía y la alejé de mi rostro.

Un beso y una estrofa | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora