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Kun siempre tararea la misma melodía cuando hace los quehaceres. Es una melodía vaga, ambigua, que con el ritmo correcto podría ser cualquier canción del mundo, pero hay algo en la manera en que la tararea que la vuelve la canción de Kun.

Johnny también tenía su propia melodía. Ten cree que la habían escuchado una vez en un ascensor, cuando recién comenzaban y él tenía que estar detrás de NCT 127 como si fuera una madre gallina. Johnny nunca pudo saber que canción era, pero siempre la repetía cuando estaba distraído. Ten recuerda que cuando el mayor leía solía murmurarla sin querer. También cuando daban sus largas caminatas por el río Han, Johnny solía murmurarla, mientras sus hombros se rozaban de vez en vez.

Ten cree que hubiera sido lindo poder haberse tomado de las manos sin miedo a ser observados, pero aquello estaba mal, porque Johnny quería cumplir su sueño de ser un idol y allí no había un lugar seguro para él.

Sin embargo, hay algo que atormenta a Ten cada vez que escucha a Kun tararear la canción de Kun: Ten se está olvidando la canción de Johnny. El sólo pensarlo le pone triste, como si aquello pudiera ser muestra de que sus sentimientos por Johnny hubieran sido superficiales. Pero Ten sabe que no fue así, que amó a John hasta el punto de entregarle en sus manos su propio corazón y sus sentimientos más sinceros. Ten sabe que amó a Johnny, pero aquella suave melodía se está borrando de su memoria y eso le asusta.

Se ha olvidado si comenzaba en un do menor o en un sol, así que cuando se sienta en frente al piano de la habitación que comparte con Kun, se queda en blanco. Ten siente miedo, porque se ha olvidado la melodía y los pequeños fragmentos que recuerdan se mezclan con la canción de Kun, como si fuera muestra de que está traicionando sus propios sentimientos.

—¿Cuál es el nombre de la canción?

Kun le mira y le sonríe, levantando sus hombros:—No lo sé, creo recordar que mi nana cantaba algo así. No lo recuerdo, pero recuerdo su rostro, así que creo que es suficiente ¿no?

Algunas veces, Ten se sorprende que Kun y él tengan la misma edad, incluso que Kun sea tan sólo unos meses mayor que él. Especialmente cuando parece resolver sus crisis con oraciones cortas, mientras mantiene la calma, sin ser consciente de todo el revoltijo de sensaciones que tiene Ten en su interior.

—¿La extrañas?

—Ajah— Kun mira el libro que tiene en sus manos y sonríe—. A nana le gustaba leer y hornear, así que cada vez que lo hago no puedo evitar recordarla, con su sonrisa amable y sus manos arrugadas y manchadas.

—¿Y qué haces para no extrañarla tanto?

Kun le mira confundido, Ten se pregunta si su pregunta ha sonado más insensible de lo que tenía pensando, pero el mayor termina suspirando.

—La recuerdo con todo el amor que ella me dio.

Amor.

Johnny le había amado, y Ten lo sabe, y por eso es que desde un principio no había querido que se vieran involucrados en nada que no fuera amistoso. Johnny sabía que incluso las mayores de las promesas serían banas cuando su naturaleza podía imponerse en cualquier momento. Ten pudo ver amor en sus ojos cada vez que le dijo que lo amaba, Ten pudo ver como algo en ellos se confundía cuando Taeyong le reclamó como parte de su manada, porque la naturaleza alguna veces podía ser cruel y Ten no podía ofrecerle nada relacionado a almas gemelas o amores eternos. Ten sólo podía dar el día a día, y la naturaleza de Johnny buscaba algo más.

—¿Algunas veces deseas olvidarla?

—¿Y olvidar todo el cariño que me dio? No, no quiero. Al contrario, sé que incluso si es un recuerdo doloroso, ella puede vivir aquí— señaló apuntando su pecho.

Ten sonrió, porque Johnny siempre se acomodaba un mechón de pelo detrás de su oreja mientras leía.

Y Johnny siempre levantaba un poco las cejas cuando las notas se hacían un poco más altas.

Y Johnny siempre sonreía cuando caminaban por la orilla del río Han.

Y Johnny siempre estiraba su dedo meñique para unir sus manos.

Y Johnny siempre le tendía su abrigo cuando hacía frio, incluso cuando Ten le decía que eran alfa fuerte y que no hacía falta.

Y Johnny siempre le abrigaba y le abrazaba con la excusa de ser su hyung.

Y Johnny siempre entrecerraba sus ojos luego de besarse y se tomaba un momento para recorrer su rostro con un suave toque, como el de una pluma, como si tuviera la necesidad de grabar aquel momento con sus ojos y su tacto.

Y Johnny siempre se aseguraba de mirarlo a los ojos cuando le decía que le amaba, como si tuviera miedo de que por alguna confusión Ten realmente pudiera creer que sus palabras eran mentiras.

Y Johnny siempre le tarareaba para dormir, incluso cuando Ten se quejaba y le decía que era molesto, porque era lo único que podía apartar los malos sueños.

Y Johnny siempre le amó hasta que dejó de hacerlo.

Y Ten recordó: la melodía siempre comenzó en do menor.

Pastelito de gatito (WayV-Omegaverse-Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora