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Y pensar que Ten pensó que Jaemin exageraba cuando le dijo que terminaría con el corazón roto. Claro que había estado dentro de sus posibilidades, pero algo en los ojos de Johnny le dijo que había entrado a la persona perfecta para pasar el resto de su vida. Y tampoco era toda culpa de Johnny, el omega había hecho todo lo que estuvo en sus manos para intentar lidiar con la vida de idol y su amorío con su manager, pero esas cosas nunca terminaban bien y Nana se lo había advertido. Sin embargo...

—¿Estás seguro?

Ten miró el contrato que le extendía Jungwoo, el abogado de la empresa. Ten miró el papel como si Jungwoo no se hubiera pasado casi un mes explicando hasta los más pequeños pormenores, solo para que estuviera seguro de lo que estaba haciendo. Estaba bien, pensó, aquella era la salida menos dolorosa para él, para Johnny. Ambos necesitaban tiempo y distancia antes de poder volver a aquella linda amistad que por años les había identificado.

—Claro— respondió con una ligera sonrisa en sus labios, antes de firmar todos los lugares indicados.

—Serás una gran pérdida en nuestra zona— se lamentó Jungwoo, juntando los papeles del contrato para guardarlos en su maletín—, pero creo que eres lo que necesitan allí.

Ten arrugó un poco su nariz al sentir el aroma un poco agrio del omega: —Voy a estar bien— intentó animarlo con una sonrisa en su rostro—, ellos también lo van a estar. Y tú también.

Jungwoo no era del tipo que lloraba y Ten lo sabía muy bien. Un omega debía ser fuerte para llegar a uno de esos puestos importantes, y un omega fuerte no podía llorar por pequeños detalles. Aún así, el brillo en sus ojos demostraba cuan triste se encontraba ¿pero para qué mentir? Si mientras miraba la oficina que le había acogido hacía casi diez años, cuando era un chiquillo buscando su primer trabajo porque su madre apenas podía manejar el coreano y los trabajos esporádicos de su padre no alcanzaban para mantener a una niña y un adolecente, Ten también sentía algo pesado en su pecho.

—¿Quieres ir por un trago? — preguntó pasando sus ojos por todas las fotos que adornaban la oficina. Una pequeña sonrisa se posó en sus labios al notar que él estaba en casi todas ellas.

—Por favor.  

Pastelito de gatito (WayV-Omegaverse-Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora