Pastelito de gatito (WayV-Omegaverse-Gay)

#10

Los felinos no forman manada, porque los felinos son territoriales. Les gusta marcar cada rincón que les pertenece, les gusta esconder sus tesoros más preciados. Los machos de algunas especies matan los cachorros de las hembras para que entren en celo más rápido y puedan darle sus propias crías, con las cuales posiblemente no guarden ninguna relación. Luego los cachorros crecen y se separan y repiten el ciclo.

Los gatos domésticos sufren de estrés casi todas las situaciones de su vida, desde un cambio en el orden de las sillas, hasta el cambio en el desodorante con el que se limpian los pisos. Los gatos domésticos son pequeñas bestias que sólo pueden mantenerse donde el control es suyo, necesitan tener una ventana abierta, para escapar cuando las cosas se ponen intensas, y una puerta abierta, para cuando regresen cansados y deseen volver a acurrucarse a casa. Los gatos domésticos tienen un rango de tolerancia al dolor lo suficientemente alto como para que cuando hagan notar su propio dolor ya sea demasiado tarde, por eso es necesario un control periódico. Los gatos domésticos tienden a estresarse, deprimirse e incluso dejarse morir, porque incluso aunque sean pequeñas bestias que intentan mantener el control, son seres dependientes de aquellos que le rodean.

Quizás no haya nada más aterrador para una persona que ha dedicado su tiempo y amor en criar un gato domestico que verle esquivo por primera vez. Esa sensación de tenerle en brazos como la primera vez, pero escucharle gaznar de manera miserable, pidiendo que se le deje libre. Posiblemente el gato domestico se suelte para esconderse en un lugar pequeño, apartado, oscuro, como si de esa forma fuera a desaparecer. En esos momentos no queda otra cosa más que sentarse a su lado y esperar pacientemente a que salga de su escondite. Porque incluso el más arisco de los gatos domestico le es leal a aquel que ha decido que forma parte de su territorio.

Porque son pequeñas bestias que quieren el control de todo lo que les rodea.

Es por eso que Ten no pregunta a Kun porque ha salido a correr sin él, o porqué ha pasado las últimas semanas durmiendo en la sala del comedor en lugar de la habitación que comparten. Tampoco pregunta cuando el mayor deja de preparar la comida de todos los días, le pide que llame a una de las tías y él se pasa todo el día en la empresa, encerrado en su estudio. Ten no sabe que es lo que ha sucedido, pero sabe que lo único que puede hacer es esperar.

Los miembros también se notan preocupados: Lucas ya no sonríe como antes, Yangyang se ve un poco más pálido que de costumbre, Winwin se pasa sus tardes libres sentado en el sillón donde duerme Kun, leyendo los libros favoritos del mayor. XiaoJun es el único que se muestra un poco más animado y es el que les recuerda que deben comer la comida de la tía. Hendery le ha dicho que la casa se siente rara sin Kun en ella, porque con el beta se ha ido el aroma y calidez del hogar, y aquel lugar se ha vuelto un simple departamento de empresa. Incluso Ten, con tan sólo cinco meses allí, puede notar la diferencia.

—¿A qué huele Kun? — pregunta una tarde mientras termina de agendar las reuniones de la semana próxima.

Winwin no le responde y pasa la página de su libro. Yangyang parece perdido en el pastelito de pasas que está comiendo y Hendery parece no ha apartado su mirada del móvil. XiaoJun le mira unos segundos y se termina por encoger de hombros. Cuando está por darse por vencido, la voz de Lucas resuena en la habitación.

—Huele a hogar.

Y Ten cree que es estúpido, porque nadie puede oler a hogar, porque hogar es algo subjetivo y un solo aroma no debería poder abarcar todo eso. Él huele a menta, Johnny a pastelitos de naranja, Winwin a chocolate amargo, Yangyang a limón, Lucas a café y ambos cachorros aún sueltan aroma a leche, con ligera esencia de vainillas XiaoJun y un suave toque a duraznos Hendery. Cree que quizás sea que beta no tiene un aroma que lo identifique y por eso es que sus compañeros se han atribuido un rasgo de tales dimensiones.