HILO DE SANGRE - KOOKTAE

五十九

El sentimiento de pérdida fue tan familiar que lo sofocó, en medio del miedo y la desesperación, siguió luchando por hallar la flama, cuando parecía no haber más que vacío por todos lados, un pequeño trazo de luz carmín apareció, Taehyung lo siguió sin dudar, flotó por la niebla espesa y oscura mucho tiempo antes que el hilo terminara mostrando el espíritu del fénix. Gritó el nombre del Guardián Sur arrodillándose a su lado. Acurrucó la cabeza del pelinegro en su regazo, trató de despertarlo sin tener éxito, las puntas de sus dedos acariciaron la mejilla perlada hallándola fría como la nieve y al revisar el poder condensado en su interior notó que disminuía lentamente como el fruto de un diente de león siendo soplado por la brisa, todas las cipselas* alejándose en el espacio, la marca del tobillo fue la única que no se vio afectada por las trampas mortales de Los Confines.

《¿Por qué no despiertas, Kookie? Estoy esperándote en el Palacio Sur para que me beses todos los días como lo prometiste》.

Se quitó el hanfu exterior para cubrirlo, abrió los inmóviles brazos acurrucándose entre ellos y frotó su carita en el ancho pecho.

《Sé que estás ahí, ancestro pervertido... ¿Cómo podrías guardar silencio en un momento así? No quiero volver a perderte, si no abres los ojos nos quedaremos aquí juntos, no iré a ningún lado...》.

Siendo un mortal cualquiera no podía hacer nada, aunque las circunstancias actuales sucedieran en el mundo humano ¿Cómo ayudaría? ¿Llamando a la policía?

Sintió tanta impotencia por ser sólo un humano, ya habían pasado tantas cosas y en ninguna fue de utilidad; odiaba admitir que Xiùqiú Huā tuvo razón al decirle que ni siquiera podía defenderse. ¿Cómo protegería a su dios del fuego?

No podría continuar así, alguna vez fue muy poderoso, tanto que fue venerado como un dios por los qilin y pudo superar a los Inmortales. El lugar donde estuvo la flama se llenó de pronto con una luz multicolor tan grande emitiendo fuertes ondas que destrozaron la oscuridad en su totalidad, su alma fluctuó con poder ilimitado e incontrolable; Taehyung tuvo que esforzarse mucho usando la fuerza de su espíritu que permaneció dormida desde que abandonó la gruta, restauró el poder ajeno reemplazándolo con el suyo y canalizó todo lo absorbido por la trampa en los Confines para devolverlo al dueño original. Sonrió fatigado al finalizar su labor, las manos del fénix apretaron su cintura antes que su conciencia volviera y el castañito despertó en la alcoba principal del Pabellón Real del Fénix.

─ ¿Cómo se siente, Joven Maestro? ─preguntó la doncella del Consorte Real alisando el edredón.

─Me siento cansado y me duele todo el cuerpo ─respondió, su voz entrecortada sonó como un susurro.

─Nos asustamos tanto, la fiebre no bajaba, el médico recomendó que le diéramos un remedio con ginseng de mil años y otras hierbas espirituales. ─Le alcanzó la poción─. Beba esto y descanse.

─Gracias, dama Peng.

Huǒ se convirtió en un Pomerania para acercarse, restregó su peluda cabeza en su brazo lloriqueando con pesar, se descuidó un día por buscar otros qilin y no estuvo para protegerlo, ¿Qué clase de criatura celestial sería si permitiera que su dueño muriera? Decidió ya no separarse de él por lo que veló su sueño en silencio.

El niño durmió profundamente hasta el atardecer, abrió los ojitos algo perdido, sus recuerdos eran borrosos desde el té de burbujas así que sentir la flama nuevamente no le generó sorpresa, sólo se abrazó el pecho añorando mucho al Segundo Príncipe. Caminó descalzo buscando mantos blancos y un juego de ropa, el híbrido quiso avisar a las sirvientas para prepararle el baño pero la estrella le pidió que no lo hiciera, no estaba acostumbrado a ser servido, menos por desconocidos. Se refrescó bajo la luz de las lámparas que se encendieron automáticamente; las aguas termales de KunLun no sólo limpiaban el cuerpo volviéndolo liso y mullido hasta el extremo, calmaban la mente, ayudaban a fortalecer el alma y aliviaban el dolor, por ello, cuando salió vistiendo un hanfu celeste con bordado de plata perteneciente al fénix, se sintió renovado.