HILO DE SANGRE - KOOKTAE

六十六

─Sé cómo aliviar tu dolor ─dijo el Guerrero Oscuro acercándose un poco más, sus movimientos siempre recordaban a una serpiente deslizándose hacia su presa.

─ ¡Aléjate! ─gritó la estrella inmersa en el dolor y el caos interno, esa voz era desconocida y el aura de la figura borrosa frente a él parecía maliciosa.

─No importa que seas una altiva estrella, en este momento toda tu existencia está en riesgo. ─Avanzó un poco más tendiéndole un remedio que él mismo preparó bajo la guía de su madre.

─ ¡Dije que te fueras! ─bramó con la mirada enrojecida, las lágrimas siguieron cayendo como cristales. Respondiendo a su estado, una gran ola de poder se liberó apuntando hacia el contrario.

El Guardián Norte no actuó lo suficientemente rápido, todo su cuerpo fue empujado varios chi, un poco de sangre se deslizó por el costado de su boca y parte de su energía tuvo que ser usada para reducir las heridas sufridas; sabía el alcance de poder que tenía el niño, fue testigo de la bola mortal de fuego que devoró todo a su paso en el Territorio Sur.

Esta ola de poder sólo fue una advertencia para que se perdiera. Yun Jī no pudo evitar hacer una mueca, sintió que en ojos de la estrella no era más que un insecto al que podía aplastar en cualquier momento, rio disgustado mirando el cielo cada vez más oscuro.

Cuando descubrió la identidad del niño anheló obtener su poder, no necesitaría ingresar a largos ciclos de cultivo o someterse a arduos entrenamientos para poder integrar la identidad de Guardián Norte con su propia naturaleza. Pero en ese momento, parecía casi imposible.

Tuvo que ordenar sus pensamientos y regular sus emociones, su misión seguía siendo la misma, debía pagar el precio por salir de la Villa de la Montaña ayudando a su madre a ocupar el Trono Dorado del Dragón.

─ ¿Por qué preferirías seguir sufriendo? ¿Acaso no quieres encontrar al fénix? Si no aceptas mi ayuda, sólo hallarás la muerte, ni siquiera podrás reencarnar y no volverás a verlo ─explicó irguiéndose, una vez más ofreció la pócima─. Mi objetivo no es hacerte daño.

─ ¿Por qué me ayudarías sin obtener algo a cambio? ─Su voz sonó cada vez más cansada, luchó por mantenerse consciente, aunque fue tentado a cerrar los ojos y olvidar el dolor. Se aferró a los momentos que vivió con Zheng Guo, a todos esos cuentos, a las canciones, a los besos... si se daba por vencido, no tendría otra oportunidad de verlo. Sonrió tristemente, le costó ubicar la flama a la que se aferró con fuerza.

《Te quiero, Jungkookie. En realidad haría cualquier cosa por estar entre tus brazos en este momento, quisiera que me ayudaras a pasar este inmenso dolor, quisiera oírte tratando de avergonzarme con muchas palabras dulces y quisiera frotar mi rostro en tu pecho inhalando tu aroma para sentirme seguro 》,pensó ahogado en llanto, sus débiles sollozos no fueron apaciguados, su cuerpo tembló y sus uñas se hundieron en su carne dejando profundos surcos dolorosos. Otra vez estaba solo en un espacio vacío.

─Es cierto que mi gesto no es desinteresado del todo ─explicó tratando de no mostrar ningún rastro de impaciencia─. Sólo déjame ayudarte y el dolor pasará, aunque debes saber que no podré salvar tu cuerpo mortal.

─ ¿Q-Qué quieres a cambio?

El Guerrero Oscuro sonrió al escuchar su pregunta, dejó el frasco frente al rostro ajeno con delicadeza y retrocedió algunos pasos. Antes que pudiera hablar o hacer algo más, una barrera de cenizas bloqueó su visión y una Llama Bermellón lo tomó por sorpresa abriéndose paso por su carne, al mirar el lugar del que provino el ataque, divisó una figura indeseable y familiar.

Al caer en el Gǒng Yǒudú Hé, Zheng Guo no se hundió en el metal líquido de inmediato, la gran capa de gas venenoso hizo desaparecer su cuerpo de la vista de los TaoTie, el impacto de su caída al entrar en contacto con el metal líquido lo hizo perder la consciencia mientras la piel descubierta de sus manos y rostro sufrieron graves quemaduras y su cuerpo absorbió el vapor venenoso hasta llegar a sus órganos internos. No supo cuánto tiempo pasó antes de que abriera los ojos, su reacción fue lenta por los mareos y la visión borrosa, revisó su propia condición en consecuencia, suponiendo que el envenenamiento era grave, usó sus poderes para intentar reprimir la toxicidad; en el momento que pensó que volvería a caer inconsciente, notó que no sólo tenía el fuego de fénix, también habían algunas traviesas chispas que sólo podían pertenecer a la estrella. La energía dejada por Taehyung le ayudó a recuperarse con mayor rapidez, en el tiempo que tarda en quemarse una varita de incienso, los síntomas mermaron y pudo concentrarse en salir del río tóxico, al salir, guio a los sobrevivientes fuera de los mortales Confines encontrándose con el Reino de la Dicha Pura sumido en caos.

Se preocupó al no sentir la presencia del castañito en el Territorio Sur, sobrevoló gran parte de la periferia antes de poder encontrarlo hecho una bola en el piso, su silueta parecía tan frágil y desalentadora que temió verlo morir. Alzó una barrera alrededor de la estrella y se dedicó a atacar al ser despreciable que abrigaba malas intenciones hacia su pequeño polluelo hasta verlo alejarse lo suficiente para que la pequeña y traviesa luz estuviera a salvo.

─Así que sigues con vida ─escupió Yun Jī evitando las llamas, su mirada ofidia y algunas escamas negras en la piel blanquecina descubrieron su verdadera forma, su pose de batalla era obvia─. Esperé este momento desde que salí de la Villa de la Montaña.

─No pelearé contigo esta vez ─contestó el Segundo Príncipe acercándose a la estrella para tomarla entre sus brazos, su fría mirada se volvió suave y dejó un beso en la frente ajena.

─ ¿J-Jungkookie? ─preguntó el niño alzando la cabeza, toda su ropa estaba manchada por su propia sangre y respirar le costaba mucho. Pero una leve sonrisa se dibujó en sus labios y el dolor pareció aminorar.

─Estoy aquí ─dijo suavizando su voz, revisó el estado actual del contrario oscureciendo su gesto. Alzó el vuelo alejándose del lugar con cuidado, en ese momento, nada era más importante para él que la persona entre sus brazos.

El Guerrero Oscuro no entendió el actuar contrario, quiso lanzar una lluvia de Dagas de Piedra pero fue en vano.

─Maldito cobarde. ─Su mirada se desvió hacia la herida de su brazo, la carne quemada emitía un olor nauseabundo.

-electrahearth-

Me demoré y tuve que corregir varias veces el cap. Perdón.

¡Al fin regresó Kook!

Muchos besos bitiezianos.