七十四

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El fénix luchó por liberar sus alas, las grandes plumas llameantes se desplegaron en un intento de alzar el vuelo lo más alto posible antes de estrellar a Yun Jī contra el suelo y terminar la pelea con certeros picotazos. La Serpiente Negra al notarlo, regresó a la piel escamosa anterior alejándose despavorida por el intenso calor, invocó las Dagas de Piedra y a las serpientes de hilo venenoso evitando que Zheng Guo se retirara totalmente de su alcance.

Taehyung se adelantó listo para bloquear dichas serpientes mas, fue atraído hacia el patio empolvado donde la diosa del castigo lo recibió envolviéndolo con su largo cabello albo. Acarició el rostro ajeno con sus afiladas garras sin poder ocultar la curiosidad que le generaba poder ver una estrella de cerca. El niño encontró el toque desagradable, se removió y una ardiente ola de poder no sólo cortó el cabello blanco como la nieve, también alcanzó el rostro de Wangmu.

─Descarado... ¿Cómo te atreves a dañar así el rostro de una mujer? ─se quejó tocándose la herida.

─Sólo me defendí ─respondió notando la densa aura opresiva, el cultivo de esa mujer realmente era peligroso.

─Ya que es la primera vez que nos vemos aunque tenemos casi la misma edad, déjame entretenerte.

Utilizando el poder de la runa en su frente, la arquitectura mixta de la Villa de la Montaña se deformó, ambos aparecieron en medio de la gruta donde la estrella habitó hace miles de años, algunos recodos brumosos le corroboraron que era una ilusión.

─Esos eran buenos tiempos, ¿no lo crees? ─Caminó admirando el entorno, tiró una pequeña piedra en el agua generando hermosas ondas─. Estábamos solos, tú al otro lado del agua, sin conocer la alegría ni el dolor, no sabías de pérdidas y yo era libre de seguir mis instintos sin reserva.

─No somos iguales, diosa del castigo.

─Yo creo que sí, eres tan codicioso y egoísta como yo. Puedo verlo en tus ojos. Si te dieran la oportunidad, escaparías de la decisión dolorosa que tarde o temprano tendrás que tomar: ¿renacer como un simple mortal para volver al mundo humano, subir al Espacio Estelar como el Gran Antepasado que eres o... quedarte aquí con el dios del fuego? Lo que sea que elijas te quitará algo o a alguien. El dios del fuego actual tiene una vida aquí, tiene una familia y muchos seres que dependen de su protección, no podría renunciar a todo eso para ser sólo un humano, su destino está enlazado a KunLun; tu familia todavía te espera aunque ellos están casi descartados salvo esperes que tus padres reencarnen y te vuelvan a tener.

─E-Eso, mi decisión... ─Bajó la mirada tratando de ocultar el torrente de emociones, quizás la Vieja Madre del Oeste tenía un poco de razón.

─Los humanos olvidan, el que se aferra a ellos eres tú; el dios del fuego por otro lado se negará a olvidarte, aunque le des toda el agua del Manantial del Olvido o lances un hechizo poderoso, inconscientemente te buscará y los recuerdos volverán. Debiste pensar en todas las consecuencias que mostrarte ante él generarían.

─No hablaré de eso contigo.

─ ¿Por qué? No encontrarás otra persona que te entienda, yo le quité la vida a muchos seres, ni siquiera me preguntes cuántos fueron. También lastimé a los que me amaron. ─Su cola se balanceó, sonrió dando vueltas alrededor del niño acechándolo, esperando una reacción mayor─. Sabía que el Consejero Imperial estaba enamorado de mí, no notó cuando lo seduje, también se volvió ciego a cualquier mal acto que cometí, fui tan amada por él... besaría el suelo por donde camino por recuperar todas las sonrisas que se perdió; el Dragón Azur y él pelearon porque uno quería matarme y el otro no podría soportar una vida sin mí menos cuando llevaba a su hijo en el vientre. Yo no lo amé, nunca, quizás llegué a odiarlo, el odio sólo incrementó cuando en su último aliento dijo que en su siguiente vida pagaría todos los pecados que ambos cometimos... ¿de qué pecados hablaba? Para mí sólo fue un cobarde que se rindió y huyó. El amor es algo que no entendemos, es atrayente pero extraño y sólo lo destruiremos si lo ponen en nuestras manos.

─ ¡Yo amo a Kookie, realmente lo amo! Mi corazón late muy rápido sólo al pensar en él y si está a mi lado, sólo quiero esconderme en su abrazo ─habló para sí mismo, la sinceridad fue palpable en cada palabra. Jungkookie estaba tatuado en su alma.

─ ¿Estás seguro que lo amas? Si es así te diré un secreto. ─Se acercó a su oído─: El Emperador de Jade nunca te lo dirá porque es tabú, sin embargo, podrías crear una dimensión alterna parecida al Espacio Estelar donde sólo la gruta exista y la habiten el dios del fuego y tú, ambos sin pasado, sin la separación, sin la muerte, como en el inicio de su historia... también podrías apresar las almas de tu familia para que te acompañen, son pocas almas humanas, el Tao no haría escándalo por eso. Sólo tendrías que pagar un alto precio por el dios del fuego pero no sería nada para un ser como tú.

─ ¡Aléjate! ─Taehyung no quiso escuchar más, su poder se desbordó involuntariamente haciendo que la ilusión se quebrara mostrando parte del escenario real.

La diosa de la enfermedad rio a carcajadas, su cabello volvió a crecer, haciendo uso de la runa reparó la ilusión. El niño lanzó varios ataques sumamente poderosos, uno de ellos impactó en el cuello de Wangmu abriéndole un hueco.

─No controlas tu poder, siendo un Gran Antepasado te dejas llevar por el instinto de tu origen ¡es divertido!

La Vieja Madre del Oeste le mostró que detrás de toda la puesta en escena, la familia de Jungkookie se hallaba y si fallaba un sólo ataque, podría quemarlos hasta la muerte. Wangmu aprovechó la desventaja contraria, hizo crecer sus garras hasta alcanzar varios chi, con un flexibilidad aterradora, lo persiguió ansiando cortarlo en pedacitos.

─ ¡No huyas! Pelea conmigo, no seas tímido, de todas formas, todos ellos pueden considerarse muertos.

Taehyung intentó usar la misma táctica con la que venció a varios TaoTie, sólo que los ataques de la diosa de la enfermedad no le daban espacio para concentrarse y cuando el Viento Estelar la rodeó, ella lo esquivó haciendo que la energía plasmática dañara al Dragón Azur.

─ ¡Abuelito Celestial! ─exclamó tratando de mitigar su propio ataque, se desesperó al oler la sangre y la carne quemándose.

El gran dragón rugió removiéndose, quiso manipular el agua para aplacar el ardor sin lograr más que fortalecer sus ataduras, varias grietas viajaron por el patio hacia las escaleras y las paredes.

Con el incidente, el castañito ya no intentó atacar, sólo se concentró en esquivarla siendo cada vez más difícil, tanto que en un momento, las garras estuvieron a nada de partirle la cabeza. La cola de pantera de Wangmu demostró lo mucho que se divertía haciendo heridas en la carne tierna, también infringiendo daño a los demás si pasaba a su lado.

─Tu poder puede destruirte si sigues así, ¿no quieres sobrevivir?

El castañito estaba exhausto, casi no podía controlar su energía y tampoco podía seguir huyendo. Ya no podía pensar con claridad.

   <<Si algo sale mal, sólo huye al Espacio Estelar>>, la voz de Jungkookie resonó en su cabecita, pero él negó.

La tarde se acercaba a su fin, la diosa del castigo se hartó del juego del gato y el ratón, dejó su ataque a un lado para volver a usar la runa que envolvió a la estrella en una bola de poder oscuro.











-electrahearth-

Siempre dejando la actualización en la mejor parte... *inserte risa macabra*

Capítulo dedicado a sketch162 , espero que te guste y que contribuya a que tengas un muy buen fin de semana. Gracias por los votos, por los comentarios y por haberle dado la oportunidad al fic de acompañarte. ¡Un beso del tamaño del Palacio de Jade que es toda una ciudad!

HILO DE SANGRE - KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora