HILO DE SANGRE - KOOKTAE

六十二

La espera pareció eterna mientras los soldados se desplazaban a todos los rincones de KunLun esperando órdenes de sus superiores y el semblante del Regente Imperial era cada vez más sombrío, sentado en el Trono Dorado del Dragón, sorbió un poco de agua hervida e hizo que apagaran el incienso porque empezaba a marearlo. Para los que sabían que el Segundo Príncipe partió la noche que se descubrió el incidente en el Río de los Sueños, la falta de noticias resultaba tortuosa, ya deberían haber vuelto, con o sin el culpable, al final, a Xi Zhen no le importó tanto como ver a su hijo sano y salvo. Una doncella quiso instarlo a retirarse a descansar sin lograrlo; como su esposo estaba en el Palacio Este, decidió mudarse a la Segunda Mansión, sólo tomó una siesta en la alcoba principal durante todos esos días prefiriendo mantenerse en estado de alerta.

El duque Nánbù De lo visitó informándole sobre las grullas damisela cuando ambas ya habían perecido, la Dama Peg también envió un mensaje esa misma noche explicando cada detalle así que el resto se dejaría bajo el cargo de TuoLuo aunque todavía se presionaría para tener resultados ya que esas mujeres intentaron ingresar al Palacio Sur con engaños. You Wen se hizo cargo de evitar que las almas de Erdenechimeg y Oyunchimeg entraran al ciclo de reencarnación separando las cabezas de sus cuerpos, con eso, también evitó que el resentimiento las hiciera despertar como cadáveres vivientes; el Consorte Imperial notó el leve aroma a sangre que todavía desprendía la espada en su cinturón por lo que casi vomitó.

─Este servidor lo lamenta, Su Alteza Imperial ─dijo de inmediato dejando que un guardia de confianza se llevara la espada─, recuerdo haberla limpiado y pulido antes de venir.

─No se preocupe, duque Nánbù De.

Mientras discutían sobre otros asuntos, los nuevos rumores sobre la mascota masculina del Segundo Príncipe también se difundieron, decían que el amante tenía una naturaleza terrible, no había pasado mucho tiempo desde que botó al hada floral y ya había mandado a torturar a dos futuras miembros del harem del fénix mientras el Dios del Fuego no estaba en el Palacio Sur, estaba planeando su boda sin pedir permiso de la Pareja Real; algunos no sabían que provenía del mundo humano así que añadieron que debía tener una identidad más alta que el cielo* para poder actuar sin temor a perder el favor, no pudieron olvidarse de las demandas para que sólo se le sirviera té azul del Acantilado Wuyi, un lugar al que llegar era una tarea casi imposible porque sólo se podía subir por algunas rocas que sobresalían dejando el precipicio cubierto de nubes y niebla, no se podía usar la magia ni se podía ir por otro camino, la ida y vuelta siempre ocasionaban algún accidente por lo que el precio de una bolsita era más alto que comprar ciertas armas mágicas. Los diferentes cultivadores y seres mágicos que estaban preparando jóvenes y doncellas para el harem del Palacio Sur decidieron no llevarlos hasta que el Segundo Príncipe regresara y se aseguraran de atrapar su corazón.

Taehyung no sabía que su imagen pública sufrió un cambio tan grande, ignoraba que siquiera tuviera una aunque fue de la persona que más se discutió ocasionando que los falsos rumores llegaran a oídos del hada floral disgustándola hasta que su rostro deformado y enrojecido por la ira dejó completamente asustada a la doncella que se los contó.

─ ¡Así que ese tigre de papel* tuvo el coraje de usar mi nombre en mi ausencia! Siempre será un sapo que codicia la carne de un cisne* ─escupió tirando la taza de té de la mesita a su lado, resopló con furia recordando la terrible visión que tuvo al conocerlo, realmente ese niño era una estrella de la desgracia. ¡Qué garantiza que cuando termines de florecer no te marchites y mueras de forma lamentable! Las flores más hermosas son efímeras.

También recordó que le quemó los pies y que ni la medicina pudo aliviar por completo, a veces, todavía podía sentir el ardor.

Por otro lado, la Dama Peng que estaba cortando un melón para el Joven Maestro, no se mostró sorprendida ni disgustada, por el momento, creía que el falso "amante tirano" del Guardián Sur sería un buen escudo que haría que la gente pensara dos veces antes de venir a causar problemas. Al terminar de trozar la fruta, dejó el platillo frente al niño cuyo comportamiento y aspecto eran muy diferentes a todo lo que decían, era tan lindo y agradable que sólo tenía el impulso de cuidarlo.