Primera parte: Traición.

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Siempre pensé que la lealtad era uno de los valores más importantes para las personas, porque sin confianza, no somos nada. Solo sujetos que no están unidos por ningún lazo. Siempre había sido fiel a mi pensamiento, siempre "leal". Hasta que llegó él. La lealtad y el amor por mi mejor amiga se habían ido...

Era la tercera vez que los veía besándose frente a mí. Era una interminable agonía. Sí, no me mal interpreten, amo ver a Julianne feliz, pero sin embargo, algo me dolía... Verla allí así con James, me hacía querer reclamar lo mío, gritar le al mundo "Él se acuesta todas las noches conmigo, yo le di mi virginidad". Pero no, no lo haría, porque simplemente, quería a Julia, y sabia, aunque me doliera en el corazón que James la amaba. Si, cualquiera que sepa esta historia, me preguntaría, "Lucy, ¿Qué lugar ocupas tú?" Y respondería firme y sin titubear "La amante." Es cruel decirlo así, pero desde la primera vez que empezó, no lo pude detener. Él siempre había provocado sentimientos en mí, desde el primer día que vi su rizada cabellera y sus verdes ojos, desde ese momento, supe que él era lo que quería. Pero, había un pequeño detalle, él era, es, y será el novio de mi mejor amiga.

A veces mis pensamientos eran tan crueles que sentía que me hundía por dentro. Si fuera por mí, me libraría de mis sentimientos o me iría a vivir muy lejos de todo lo que me hace mal... Pero no puedo, no tengo ni dinero ni la predisposición, porque una parte de mi cabeza sabía que lo que hacía estaba muy mal pero la otra, mi chica mala interna, quería que continuara, que siguiera así.

- Hola, Lucy,¿Como has estado? -Pregunto Julianne, cuando diviso mi mirada posada en ella.-
- Bien. -Conteste fría, sabía que no debía hacer eso, sabía que no debía estar enojada con ella, que la zor*ra en esta historia no era otra más que yo. Pero verla tan feliz acariciándolo a él por debajo de la mesa, me hizo querer arrancarle los ojos a mi mejor amiga.

- Julia -Llamo James, con su inconfundible voz, ella lo miro inocentemente, y a él que no se le ocurría nada mejor para destrozar mi corazón, la beso. Las lágrimas no tardaron en aparecer, el dolor era evidente. Corrí hacia el baño de restaurante. Si, acababa de hacer el ridículo en un restaurante. Julia, como la persona sincera y buena que es, me invito a celebrar sus magníficos once meses a un restaurante, con ellos. Suena raro, pero así es.

- Lucy... -Escuche del otro lado de la puerta, era el.-
- ¿Que necesitas, James?
- A ti. -Me deje caer a un costado del lavabo mientras sentía como James ingresaba al lugar, e inmediatamente, invadía mi espacio.- ¿Qué pasa, bonita? Su mirada se fijó en mí, y sonrió. Lo necesitaba, pero el hecho de que sea el novio de mi mejor amiga, no me favorecía.

No entiendo como caí en este estúpido juego.

Yo sabía que era una mala amiga, y que Julia no se merecía lo que le hacía. Pero simplemente, no podía reaccionar con sus ojos verdes mirándome de esa manera, mientras yacíamos en el piso de un baño, en su aniversario de novios.

Lentamente, se fijó en mis labios, para acercarse y besarme suavemente, ya no tenía pensamientos ni cordura. Besarlo, era definitivamente mi gloria y mi perdición. Lentamente, me abrace a su cuello, para sentir su calor su piel contra mis manos, y cada vez sentirlo más y más cerca. Cuando el beso finalizo, la sensación de vacío no tardó en llegar, y una pequeña lágrima se deslizo por mi mejilla. Me encantaría que todo fuera diferente, que él sea soltero, y que mi amiga jamás lo hubiese conocido. Me gustarían tantas cosas en este momento.

Pero no.

El volvió a fijar su mirada en mí, para levantarse del suelo, y así caminar hacia la puerta.

- La amo, y no quiero que nada se interponga. - Dijo en un casi susurro, que logre entender. Y ahí, nuevamente, me sentí usada.

Por la puerta, apareció mi amiga, con una cara de preocupación que podría hacer sentir realmente culpable a cualquiera que estuviese cometiendo un hecho no grato.

- ¡Lucy! ¿Qué pasó? -Dijo sentándose de lo más normal al lado mío y darme un gran abrazo.

- Nada... No pasa nada. -Dije tratando de ocultar mi voz entrecortada y mis lágrimas que se deslizaban sin ningún control.

Claro que pasaba. Pasaban muchas cosas, entre ellas la total destrucción de mi alma, el dolor de saber que hagas lo que hagas, el corazón de la persona que amas esta en otra parte. Y esa otra parte no es ni de cerca, parecida a ti.

Porque me tenía que resignar.

Yo no era la persona a la cual el presentaría en una cena familiar.

Yo no era la persona a la cual él podría sacar en público.

Yo no era la persona a la cual él podría besar enfrente de todos.

Yo no era nadie.

Y como siempre, me sentía insegura. ¿Por qué él no quiere en una relación formal conmigo? ¿Por qué solo busca caricias y besos conmigo? Realmente, ¿No soy lo suficiente buena?

Yo, perdería lo que fuera por él.

- Lo siento, yo no quería que James, y tu... -Dije, con las últimas palabras que podían salir de mi boca.- Lo siento, Juli.

- Está bien, vamos a casa. -Dijo ofreciéndome su mano, aunque quisiera arruinar su noche, no lo haría. Tendría un poco de dignidad, y me iría por mis propios medios. Cual novia abandonada después de la luna de miel.

- No. Me voy sola, no quiero arruinar ni un segundo más... De tu perfecta cita. -Hable, haciendo que más lagrimas cayeran por mis ojos. Como si cada palabra, doliera un poquito más.

- Realmente, ¿No quieres...?

- No. Gracias. Hasta luego, disfruta.

Me levante del suelo, y me dirigí a la puerta, no tenía las fuerzas necesarias para voltear y ver a James, con sus ojos verdes angustiados, fingiendo no tener la mínima idea de la razón de mi tristeza. Aunque él fuera el culpable.

La otra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora