Segunda parte: Aléjate.

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Lo siguiente que escuche fue el ruido de una puerta, y si hubiese podido saber lo que venía a continuación habría corrido con todas mis fuerzas. Pero no tuve esa suerte.

- Quiero que me escuches y seas muy atenta en lo que voy a decirte. -Dijo en mi oído mientras presionaba su boca contra mi oreja. Asentí sin muchas ganas, y quizás, con un poco de miedo.- La próxima vez, que te dignes a hacer una escena como esta... No va a ser bueno. -Gire lentamente sobre mis talones y lo mire directamente a los ojos, allí se agrupaba ira y tal vez decepción.- Entiéndelo de una vez Lucy, no eres nada mío. Solo una diversión que nunca se podría comparar con Julianne. -Dijo con la mayor crueldad en sus ojos, mientras yo oía los pedazos de mi corazón romperse. No me molesté en pelear con él y decirle lo contrario, por el simple hecho de que tenía razón. Nunca fui ni la mitad de linda de lo que es Julia, ni simpática, ni lo suficientemente alta. Hasta mi familia se interesaba más en ella que en mí. Patético.

- Lo siento. -Dije con el corazón en mis manos, y mis ojos tan llorosos que nublaban mi vista, mire mis pies, no me atrevía a levantar la vista para fijarla en esos crueles ojos verdes. Si él pensaba que nunca sería suficiente, ¿Por qué hizo todo lo que hizo conmigo? La respuesta llego rápido, casi volando, él estaba jugando conmigo, mis sentimientos se resumían a eso. A un juego, a un maldito y asqueroso juego.

Centre otra vez mis ojos en la calle, e intente caminar, pero el brazo de James me lo impidió. ¿Acaso necesitaba humillarme un poquito más?

- No he terminado. -Susurro en mi oído, en este momento odiaba su cercanía, lo odiaba a él, aunque supiese que eso no era cierto.- La próxima vez que veas a Julianne, quiero que le digas lo afortunada que es de tenerme a su lado. Y tú, harás como si nada hubiese pasado, como si nunca en tu vida, hubieses podido disfrutar de mí, ¿Entendido?

En este momento, además de sentir dolor, sentí impotencia, soy tan débil que el primer hombre que se mostró interesado en mí, le di todo lo que poseía, realmente soy un caso perdido.

¿Qué había pasado con el hombre que me consoló en el baño? Parece como si hubiese desaparecido, para jamás volver.

- ¿Entendido, Lucy?

- Entendido.

A paso lento y con la angustia golpeando mi corazón, me dirigí a mi casa, este había sido un día horrible, tanto, como cuando me entere que James y Julia eran novios.

El alma podía escaparse de mi cuerpo, y no me daría cuenta, sus palabras eran como millones de estacas en mi corazón, y yo no soy lo suficientemente fuerte para resistirme o para pelear por lo que quiero, era como un cero a la izquierda, sin valor.

Las lágrimas, que nunca habían parado me estaban consumiendo, lo único que se me ocurrió es acostarme en el sillón de la sala,y así pensar que es lo que necesito... O supongo.

Luego de horas, mis ojos se sentían cansados y algo hinchados, no es muy conveniente quedarme despierta hasta pasadas horas de la madrugada, llorando y lamentándome lo que no se me dio. Me daba lastima, aunque tendría que odiarme era yo la única perra en esta historia.

Un golpe en mi puerta me hizo despertar de mis pensamientos, y desee, realmente desee, que fuera él quien tocaba mi puerta, diciendo que lo perdonara y que nunca volvería a suceder, y con mi poca confianza y falta de defensa propia, lo perdonaría, como hice desde que lo conocí, y supongo que seguiré haciendo. Aunque me repita millones de veces, que él no merece mis lágrimas, y que debería odiarlo, no era así como realmente yo funcionaba, me levanté y me dirigí a mi puerta, rogando una vez más a cualquier fuerza súper poderosa su presencia. Pero no, las cosas no estaban destinadas a ser como yo quería. Julianne estaba parada con una hermosa sonrisa, y la misma ropa que llevaba en la cena.

Al ver mi estado, vi su cara preocuparse, vi como sus gestos se endurecían y sabía que no iba a parar hasta saber el porqué de mi llanto... Pero eso, era una realidad que no estaba dispuesta a contar.

- Juli, yo...

- ¿Qué te sucede? - me miró fijamente, su técnica para ponerme nerviosa, y estaba funcionando, ¡Claro que funcionaba! No podía soportar que un humano me mirara fijamente, me hacía sentir más tímida de lo natural... y créanme, eso es mucho.

- Nada, no es un buen día. - "Ni una buena semana, ni un buen mes, ni buen año, ni siquiera... una buena existencia" pensé.

- ¡No quiero escuchar más la mentira de que no es un buen día! Algo tiene que pasar.... Por favor, Lucy, solo di la verdad.- No podía negar, que Juli es mi amiga y que realmente está preocupada por mí en este momento. Así que tenía que inventar algo y rápido.-

- Me enamoré... -Solté como si fuera algo muy simple de comprender, aun sabiendo que ella se emocionaba demasiado, ya que nunca antes había estado enamorada.- Solo que eso no es bueno, ni para mí, ni para mi integridad física y psicológica.

- ¿Por qué lo dices? ¡Es genial! Nunca lo hubiese imaginado... -dijo rápido y en un tono de voz alto.- Pero, ¿Cuál es el problema?

- Tiene novia... -Y en ese momento pude ver su cara de horror, desde chicas teníamos una ley que decía "no confraternizar con hombres con novias", y era debido a que Juli, se había enamorado de un chico así, y él rompió su corazón, entonces como un consejo y prevención para ambas decidimos dejar a los chicos con novias fuera de nuestro radar.

- Yo... Oh. Es. Muy. Complicado. -Dijo respirando muy fuerte entre cada palabra.- No sé qué decir... -Y una vez en mi vida, ¡Me sentí orgullosa de mi, había dejado a Julianne Bella Smith sin palabras!- ¿Lo conozco? -Mi mente se puso alerta, y sentí como mi corazón latía un poco más despacio.-

- No. -Definitivo y un poco precipitado, me apure a hablar otra vez.- No... Él va a la universidad de bellas artes conmigo, ya sabes... Él, emmm, pinta cuadros, realmente... Maravillosos. -Una sonrisa cruzo su cara picara cruzo su cara, y cual cómplice me pregunto-

- ¿Te ha dicho algo? ¿Le pareces atractiva?- En ese momento tenía ganas de reír a pesar de mi pena, yo no podría parecerle linda, a él o nadie que esté en su sano juicio. Pero todo rastro de humor desapareció al oír su siguiente pregunta, que sin duda iba a contestar con la sinceridad que merecía. - ¿Hablaron de tus sentimientos?

- Sí. Él dijo que amaba a su novia. -Dije mirando a mis pies descalzos, lo peor de todo es que ella nunca se imaginaría que esto había pasado... Con su novio.- Dijo que yo nunca me parecería ella, y no miente, la chica es realmente bonita, y yo, bueno... Soy yo.

Seguro eres muchísimo más bella que esa zorra, y además... Él se lo pierde. -Casi quise reír gritar y llorar, "No claro que no soy más bella que tú, amiga" quería decirle, pero solo guarde silencio y miré hacia delante. No podía ser egoísta, entonces quise saber cómo le había ido a ella.

- ¿Qué tal la cita con... James?-Fingí mi mejor sonrisa.-

- ¡Oh, él fue excelente, es el muy atento, y no pudo haber mejor forma de terminar la noche! -Y en ese instante, entendí todo, ella había estado con él, minutos antes de visitarme, y eso hizo que cada parte de mi corazón se debilitara un poco más, si eso es posible, nuevamente miré mis pies, como una fiel rutina, o como una manera de escapar de la realidad, pero no funcionaba. La miré y en sus ojos había tanta esperanza que quise llorar, porque es este momento, deseaba con todas mis fuerzas estar yo en su lugar. Deseaba tener lo que ella tiene y deseaba ser lo que ella es.




La otra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora