La otra.

Sexta parte: Verdad.

Me miró con confusión quise hacer tantas cosas en ese momento, sin embargo me quedé quieta esperando. Me miró de arriba abajo, sus ojos brillaban con reconocimiento sabía lo que estaba pensando. Esperé y esperé hasta que hablo.

- Esa camisa se me hace conocida... -Me miró nuevamente, quizás para confirmar lo que estaba viendo, quizás con incredulidad.- ... James. –en sus ojos brillaron las lágrimas de reconocimiento, mi corazón se iba despedazando de a poquito, sabía las consecuencias que podía tener todo esto, las cosas así jamás pueden terminar bien, están totalmente destinadas al fracaso.- ¿Estás con James?- Era una pregunta tan fácil de contestar y a la vez tan difícil, sabía cuál era la respuesta al igual que sabía cuál era el final.

- Sí. –Es lo único que pude decir, aunque mi mente trabajara y quisiera decir todo lo que sentía, todo lo que él me hacía sentir, lo único que salía era eso. La puerta de mi habitación se abrió, el sonido que hizo latir, si eso era posible, más rápido a mi corazón. El momento se sentía como una eternidad a pesar de que la llegada de Julianne fue tan solo hace unos segundos.-

- Julianne... -Susurró James, como si nos hubiesen atrapado en una travesura cuando éramos niños, lastimosamente, esto era la realidad y tenía que sacar mis agallas y luchar por lo que quiero.

- Así que ¿De qué va todo esto? –Gritó Julia, con lágrimas incontrolables saliendo de sus ojos.- ¿Esto es un juego o algo así? ¿Van a quedarse ahí sin decirme nada? ¡No entiendo como pudieron... Son las dos personas en las cuales más confío! Créeme, esto no me lo esperaba de ti, Lucy. ¿Cuántos años son los que nos conocemos? ¿Por cuantas cosas pasamos? – la miré fijo y me decidí a abrir mi corazón, ya daba casi por perdida su amistad.-

- Julia, hay cosas en esta vida que no se eligen. Esta es una de ellas al igual que tú, me enamoré y fue idiota, ya sé que no debería pero todo fue tan repentino que una vez en mi vida me sentí bien, no lo busque y lo cambiaría si así se daba la oportunidad... Simplemente pasó y no me arrepiento, no de haberme enamorado pero si me arrepiento de todo esta situación. –James me miraba sin ninguna expresión en la cara y ahora lo comprendía todo, él no era más que un vil cobarde. –

- Hace un tiempo... -Dijo reflexionando y secándose las lágrimas que caían de su cara- me hablaste de un chico del cual estabas enamora, ¿Era él? Sabías por todo el daño que me estabas haciendo pasar y sin embargo seguías con esto, no te entiendo ¡Mi propia mejor amiga!

- Lo lamento tanto –Dije con mi voz temblando y las lágrimas amenazando. Si algo aprendí en todo este tiempo es que soy una persona emocionalmente inestable, jamás había tenido un tratamiento psicológico después de lo sucedido en mi infancia y mis emociones eran algo... raro.- Si pudiera cambiar todo tu dolor, juro que lo haría. Pero descubrí que no hay nada más lindo que sentir... aunque a veces esos sentimientos te destrocen. Intenté alejarme por todos los medios de James, él está profundamente enamorado de ti, pero no pude... Porque aunque sabía que no era mio del todo, me conformaba con tenerlo por hermosos momentos, en los cuales me sentía en las nubes o especial, jamás todo esto fue pensado para dañarte a ti, las cosas pasan y no me queda nada más que pedirte disculpas. Me encantaría responsabilizarte a ti por toda esta situación, decir que fuiste tú la que me llevo a hacer esto, porque eso es lo que hacemos siempre los humanos; ser las víctimas pero aquí es todo lo contrario, me apoyaste durante todo este tiempo –Finalicé llorando, sintiendo que perdía lo más importante y más lindo que había tenido en mi vida.-

- ¿Sabes? Lo que más duele aquí –Dijo señalándose el pecho, justo donde estaba el corazón- es que me hayas mentido, podría haber perdonado todo. Sin embargo, tu decidiste... Y este es el final.

Lo último que vi, fue a Julianne yéndose y a James siguiéndola.

El dolor me consumió y pronto solo me concentre en los latidos erráticos de mi corazón.