Capítulo XI

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Ambas aves seguían en la habitación, habían terminado el desayuno, y decidieron quedarse el resto del día ahí.

Damián veía el patio de la mansión desde la ventana donde se encontraba parado, solo pensativo, Rachel se encontraba detrás de él, sentada sobre la cama con un libro en las manos.

-Rachel...- Habló el joven maravilla, captando la atención la de joven mencionada. - ¿Recuerdas algo de la ultima vez que estuve con ustedes?...-

La amatista dejó su libro a un lado, he hizo memoria sobre aquella pregunta.

-Solo recuerdo que estábamos rodeados por "El puño del demonio", y el momento en el que me abrazaste... - Las mejillas de la amatista se tornaron coloradas.

-¿Solo eso?- Damián estaba pensativo.

-Si...- Raven se quedó en silencio, solo concentrada, para después parpadear dudosa. -¿Que pasa?-.

Durante unos cortos segundos, pero eternos entre el par de aves, Damián dudaba si hablar, o callar.

-Cuando... cuando nos vi rodeados por "El puño del demonio"... yo podía seguir luchando, pero tu... no, y no quería arriesgarte... así que te sometí para enfrentarme solo contra ellos... sabía que si estabas consciente, intentarías ayudar... te recosté en el suelo, y tome postura de combate... enseguida, Mara me dijo que solo venían para llevarme devuelta a la liga..., no era necesario pelear si me entregaba... y si lo hacia, no los dañarían de nuevo...- El joven Al Ghul, apretaba con fuerza el puño que había formado en su mano. - Les pedí que me dieran unos minutos, que aceptaba su oferta, y ellos se hicieron a un lado. Te tome entre mis brazos... como pude, te saque de ahí, el lugar estaba por caer entero... Dick vio que salía contigo cargada, y no podía más, la herida en mi costado y en mi pierna, sangraban demasiado, así que, se acercó y te llevo a la nave... él se subió, pero al verme abajo, desabrocho su cinturón y camino hacia mi, dijo que subiera, que era el momento de huir, que revisaríamos en que estado se encontraban Jaime y tu... y cuando me quiso llevar a la nave, yo... lo golpee, dejándolo inconciente, lo recargue en mi cuerpo y se lo lleve a kori, le pedí que se fueran sin mi, le dije a Gar que los llevara a el área médica, y a Emiko... le pedí que te cuidara,que estuviera al tanto de tus entrenamientos y tus noches... que si algo te pasaba, vendría por ella... después, los vi marcharse...-

Damián de nuevo se quedaba en silencio, veía a la nada, hasta que tomó aire y continuo.

-Antes de irme a Nanda Parbat, vine con Tim... le entregue un dispositivo... - Rachel lo miró fijamente ante esto. -Si algo estaba mal o necesitaban mas ayuda... me podria contactar... el dispositivo solo manda un único mensaje y funciona como rastreador una vez el mensaje sea enviado... así que Tim utilizo el dispositivo minutos antes de que se enfrentaran contra "Hermano sangre", rastree el dispositivo y vine lo mas rápido posible...-.

Al terminar, ambos se quedaron en silencio, Rachel leía en su mente cada línea que Damián dijo.

-¿Porqué... porqué no nos diste ese dispositivo a nosotros?...-

-Si se los entregaba, me hablarían para que regresará y me quedará aquí... y yo... no me puedo quedar... no por mucho tiempo... tengo que regresar a la liga como su lider... - Damián bajo la mirada, Rachel se levantó, y caminó hasta quedar a su lado, lo miraba triste

-Entonces... ¿No te quedaras?... -

-No... -

El silencio nuevamente se hizo presente.

-Rachel... yo... yo quiero que vengas conmigo.- El joven cerró sus ojos apretándolos, Raven lo miraba sorprendida ante la petición.

-Damián, no sé que decir... - Él joven la tomo de la mano y la miro a los ojos, esos que eran su perdición.

-Por favor...- Susurro.

-¿Porque yo Damián?- Rachel podía sentir algo.

-Rachel... siento cosas por ti... - Damián sintió que se quitó un peso de encima. - Eres la primera persona que me entiende y me comprende... la única que vió todo de mi, y solo el estar contigo me hace sentir cómodo...-.

Esas palabras sonrojaron el rostro de la amatista, Damián sentía lo mismo que ella, a pesar de que antes lo podía suponer, ahora era cierto, él también era el único que la comprendía y la entendía, él siempre estaba para ella, quien no se alejaba cuando tenia pesadillas, e incluso cuando la vio en su forma demoníaca, ella también se sentía bien estando con él.

-Damián... yo también... te amo... -.

Ambos se miraron unos minutos en silencio, una de las manos de la joven tocó la mejilla del lider de la liga de asesinos, sus cabezas se acercaban poco a poco... hasta que en una sencilla, pero suave acción, sus labios se encontraron... dando así su primer beso cada quien... uno tan delicado... tierno y lleno de tanto cariño... esa simple acción, mostraba los sentimientos de las aves.
Felicidad, alegría, cariño... demostraban todo en un sencillo acto, su gran afecto de amor...


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