Capítulo VI

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"- Muy bien, prepárense, mañana saldremos para capturar a "Hermano sangre". - Dijo Tim seguido de una petición a Alfred, quien los llevaría a sus habitaciones para que pasaran la noche en la mansión."

Como si fuera a propósito, Alfred la llevó a la habitación de Damián, ya que sus compañeros se habían quedado en las habitaciones cercanas a esta, no opuso resistencia y solo entro. Estaba todo en orden y limpio... olía a él... se recostó en la cama, a su lado había una pequeña mesa cuadrada y sobre ella una lampara, la cual encendió, junto a esta se encontró un marco que contenía una foto del grupo, fue cuando ella se unió oficialmente, en la foto ella estaba en el centro, a los extremos se encontraban Jaime y Emiko, junto a ellos estaban Gar y Dick, y a los lados de Rachel estaban Kori y Damián, este último no quería salir en la foto, no le encontraba significado alguno, pero fue puesto ahí por órdenes de Dick, claramente se podía ver en la foto su ceño fruncido, común en su rostro.

Una sonrisa se escapó de Rachel, a pesar de aparentar ser frio y sin corazón, Damián era alguien bueno, alguien que hacia el bien sin importar que para lograrlo los demás lo vieran de forma mala. Él no quería hacer lazos con nadie, sabia que si sus enemigos conocían quienes le importan los dañarían, eso valía mas allá del hecho de no querer a nadie por ser el arma perfecta, sus actos decían otra cosa a sus emociones... no estaba acostumbrado a expresarse, pero tampoco era como que él quisiera...

Volvió a sonreír cuando recordó el momento de la primera platica con él.
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El poco tiempo que tenia en la torre casi nunca veía a Damián, incluso en los entrenamientos él algunas veces no se encontraba, algunos dias no llegaba en la noche sino hasta el día siguiente, y en las cenas como en los desayunos siempre estaba su silla vacía... era raro verlo, y cuando estaba en la torre solo se limitaba a estar en la sala de entrenamiento o su habitación, lugar en el que tenían prohibido entrar. Así que, cuando lo vio que estaba en la sala principal eligiendo un libro para leer, se le acerco, tuvo que tomar fuerza, pues si los demás que ya lo conocían le tenían miedo, ella aún más, pero tenia una cosa por decirle.

- ¿Porque te alejas de los demás?- Dijo la joven al ver a Damián mirando la estantería de libros, sabia que un "hola" no serviría para iniciar una conversación con él.

- Vaya... creo que también tienes el poder de observar todo... - Damián no giro su mirada, el seguía observando que libro elegir.

Ella se molestó ante la respuesta del joven, pero ya había comenzando a hablar, así que no había marcha atras.

- Sabes, no tienes que tratar a todos de mala manera, como si solo fuéramos un estorbo, apenas llevo un mes aquí y por lo que he escuchado siempre los preocupas... - Su sangre bajo hasta los pies cuando él joven dejo de mirar hacia el frente, ahora tenía esas esmeraldas viéndola fijamente.

-No... ya sé cual es tu poder... leer mentes...- Dijo aún con su mirada seria, analizando cada aspecto facial de la joven.

Ella lo miro desconcentrada ante las palabras de Damián, por dentro moría de carcajadas, "Como se le puede ocurrir eso" pensó.

- ¿Que?... no, yo no puedo leer mentes. - A pesar de sonar confiada, aún seguía teniendo miedo.

- Entonces, ¿Como sabes eso?, y no digas que lo escuchaste, cada noche o amanecer verifico las cámaras de seguridad de la torre y jamás he escuchado que hablen de ese tema... - Damián aún mas concentraba sus ojos en los de la amatista.

Rachel desvío la mirada, si la primera vez que lo vió, no lo pudo engañar, como creería que ahora si, no lo conocía lo suficiente como para poderle mentir, Damián era alguien dificil de engañar y ya se lo había demostrado, así que solo le quedaba decir la verdad...

- Yo... puedo sentir lo que los demás sienten... - Ella esperaba que el joven la mirara extrañado o sentirlo así... pues cuando les dijo a los demás de este poder, aunque no quisieran, sus miradas era como si hubieran visto un bicho, pero él no... quien se sintió extraña fue ella, Damián solo la seguía viendo serio, de él no salía ninguna emoción, mas que tranquilidad... era como si ya lo supiera...

- ¿Quienes sienten esa preocupación? - Dijo él arqueando una de sus cejas.

Ahora si sintió que de él emanaba una emoción diferente, se sentía culpable por preocupar al equipo, aunque no quisiera que el equipo sintiera cosas por él, era inevitable, pues se veían como una familia, él sabia que una emoción así podria arruinar alguna misión y que sus compañeros terminaran heridos, ya que los ojos de los demás no estarían centrados en el objetivo, sino en él.

-Todos... pero en Dick y Kori lo siento con mas fuerza cuando te ven salir de la torre o llegar... - Rachel solo vio como Damián tomo un libro y se encaminaba hacia su habitación, hasta que dio media vuelta.

-Creo que... tendré que ocultar mis ganas de querer golpearte... porque sé que estarás preparada. - Dijo bromeando, pero por todo el cuerpo de Rachel se esparcía el miedo. - o... tal vez otro tipo de emociones... - Damián tomo de nuevo el camino hacia su habitación, no sin antes sonreír como todos los Wayne lo hacen...

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Estaba completamente sonrojada, era evidente que sentía algo por Damián, él era el único que la entendía, pasaban la mayoria de los dias juntos, él le ayudaba a controlar su parte demoníaca, la había salvado en 2 ocasiones, y cuando ella tenia pesadillas, quien llegaba era él, incluso si ella tenía la piel roja y sus 4 ojos, aún así se acercaba y la abrazaba. Damián siempre estaba para ella y no la dejaba sola...

Un día, mientras ella meditaba en el bosque, Emiko se quiso acercar, pero un batarang se incrustó en un árbol y la detuvo, estaba a la altura de su cuello, miró en la dirección de donde venia el batarang, y vió a Damián arriba de un árbol, sentado con una pierna al aire y la otra ligeramente flexionada hacia arriba, él joven la miraba con seña de molestia, Emiko con miedo solo levantó su brazo, mostrando un reloj, dando a entender que ya era tarde, Damián solo asintió, entendió que era hora de la cena y tenían que entrar, así que bajo del árbol, Rachel había vistó todo y antes de que él se diera cuenta cerro sus ojos, así pensaría que ella no vio nada.

En el presente, sobre una cama se encontraba una joven dormida, y entre sus brazos tenia una foto, su rostro expresaba tranquilidad, era como si estuviera durmiendo junto a él...

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