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A un mes de la llegada de WooJoo al hogar de los Kim, resultaban sorprendentes los progresos que el hermano menor de JungKook realizaba a diario. Sin embargo, debido a la apretada agenda del cantante, sólo mediante fotografías o videos se había podido enterar de las nuevas palabras pronunciadas por WooJoo, así como también de lo sociable que se estaba tornando ante los demás niños y niñas que a diario veía en la guardería. Si continuaba así, JungKook presentía que incluso en el día del cumpleaños de su hermano estaría ocupado con las cuestiones de la empresa, situación que lo frustraba y a ratos lo enfrascaba en discusiones con sus mayores.







— ¡Vamos a grabar la última toma! —de pronto, gritó alguien del staff, sobresaltando a JungKook, quien se había quedado absorto en la fotografía donde TaeHyung veía con una sonrisa cómo WooJoo jugaba con Yeontan.

— Te retocaré el maquillaje —acercándose, mencionó una de las estilistas mientras que a su lado otra persona se hacía cargo de peinar a SeokJin.

— ¡Hemos logrado otro récord!

Ante el repentino alboroto, JungKook dirigió su mirada hacia JiMin y uno de los mánager, los que se felicitaban y volvían a revisar sus teléfonos para corroborar que la información era correcta.

Sólo habían pasado veinte horas desde el lanzamiento de su nuevo álbum y MV, pero lejos de todos sus pronósticos, la respuesta del público superaba sus expectativas, transformándolos en menos de 24 horas en uno de sus comebacks más exitosos de toda su carrera.

— Después de grabar, ¡tenemos que ir a festejar! —dijo JiMin con una sonrisa que hizo olvidar a varios que llevaban horas trabajando en lo que sería su aparición en televisión, en un programa que no sólo tendría la exclusiva de presentar su nueva canción, sino que también tendría la oportunidad de entrevistarlos— ¡Y no digas que no! —se adelantó JiMin a las intenciones de JungKook.

— Prometí llegar temprano a casa.

— Lo dudo —intervino YoonGi desde uno de los sofás de la sala—, creo que tendremos que hacer un live en agradecimiento.

— ¡Qué buena idea! —aplaudió JiMin.

— Pidamos comida para cenar en el departamento —fue Jin el que expresó la idea—, podemos hacer el live mientras comemos, así JungKook no se queda hasta tan tarde con nosotros.

Agachando la cabeza, parecía que JungKook estuviera pensando en algo, con la mirada perdida en sus manos hasta que un momento después preguntó:

— ¿A qué hora comienza la grabación de mañana?

— Tenemos que estar en el set a las ocho, los pasaremos a buscar a las seis de la mañana, así es que si van a beber esta noche, háganlo con moderación —advirtió uno de los mánager y luego se dirigió a JungKook—. Como la casa de Kim queda más lejos, pasaré por ti a las cinco, ¿vale?

— No —suspiró con desanimo—, pase por mí al departamento, me quedaré ahí esta noche.

— ¿JK, estás seguro?

— Sí, Jin hyung —suspiró—. De nada sirve ir a casa de Tae si estaré ahí unas cuatro horas...

— No te preocupes —se acercó JiMin para arrodillarse a su lado—. Lo pasaremos bien, te hará bien extrañar a Tae por una noche.

— Recuerda que en nuestro tour pasado estuviste casi dos meses sin él y sobreviviste —dijo SeokJin mirándolo a través del espejo—. Además, después de tu cumpleaños volveremos a estar lejos, así es que debes ir acostumbrándote o lo pasarás muy mal en nuestro nuevo tour.

V de VenderíamialmaparafollarteotravezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora