V de Venderíamialmaparafollarteotravez

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En la contemplación del atardecer, JungKook soltó un suspiro antes de volver a mirar su teléfono, decepcionándose al instante por cumplir seis días sin recibir mensajes de TaeHyung. Seis días eran una eternidad al estar sin ni una sola palabra como respuesta a sus preguntas, ni una sola respuesta a las llamadas que realizó en más de una ocasión durante el día. JungKook entendía que TaeHyung también pasaba por días agotadores. Sin embargo, en su afán por mantener todo bajo control, JungKook necesitaba saber si TaeHyung se encontraba bien o no. Fue así que, en la desesperación de mantener la calma, JungKook confió a ojos cerrados en YuGyeom.

A pesar de los cero mensajes, cero llamadas y cero fotografías por parte de TaeHyung, por intermedio de YuGyeom los niveles de ansiedad de JungKook bajaron de forma considerable al recibir un video que en principio el actor había prometido enviar. Ahí, en escasos dos minutos, JungKook sonrió en grande al ver parte de la obra para la que TaeHyung había estado ensayando de manera ardua. Dos días atrás, coincidentemente con el día en que estaban viajando de Osaka a Tokio, el ensayo abierto para cincuenta espectadores resultó ser todo un éxito, según lo que JungKook podía ver mediante el video y las posteriores fotografías que fue enviando YuGyeom aquel día. En cada una de ellas TaeHyung lucía agotado, pero radiante, con una sonrisa en cada fotografía donde aparecía sobre el escenario y otras donde YuGyeom lo había captado recibiendo obsequios de sus fieles admiradorxs. Sin embargo, la fotografía donde TaeHyung sonreía con total satisfacción era en la que aparecía junto a todo el elenco, abrazado a SeoJoon por un lado y en el otro siendo estrechado por WooShik mientras que el resto reía como si no se dieran cuenta de que estaban siendo fotografiados por YuGyeom. En esa última fotografía, JungKook se ensimismaba y también terminaba sonriendo sin importar nada, pues en esa fotografía TaeHyung se mostraba radiante, contento por estar realizando lo que realmente amaba.

Soltando un nuevo suspiro, JungKook bloqueó la pantalla de su teléfono y siguió contemplando el cielo y se convenció de que no continuaría interrumpiendo a TaeHyung con sus mensajes, pues como un recordatorio del pasado, en más de una ocasión durante su época universitaria fue un secreto testigo de cómo TaeHyung se cerraba en sí mismo para que todo saliera perfecto y, si él debía ser dejado en el olvido para que el actor se sintiera satisfecho con su trabajo, sin lugar a dudas JungKook daría ese paso al costado y no reclamaría cuando TaeHyung lo volviera a buscar porque... TaeHyung lo volvería a contactar, ¿verdad?

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De regreso al hotel, JungKook prefería observar por la ventana del auto las iluminadas calles para evitar ver la cercanía de JiMin y YoonGi, uno dormido sobre el hombro del otro. No sólo se trataba de esa muestra de afecto, sino que también de cómo durante el ensayo de aquel día ambos habían estado apartados del resto, como si estuviesen inmersos en una burbuja y, aunque JungKook quiso averiguar si JiMin y YoonGi en verdad estaban en plan de coqueteo, no pudo resolver sus dudas porque SeokJin en todo momento prefirió hablar de cuán espectacular había sido visitar la Torre de Tokio. "Tuviste que haber ido con nosotros y no acostarte temprano, JK", repitió SeokJin en más de una ocasión. No obstante, decaído por la incertidumbre de saber cuándo TaeHyung lo volvería a contactar, la noche anterior JungKook se negó a salir del hotel a pesar de que sus compañeros de grupo le insistieron por más de media hora.

— Esta noche iremos a recorrer Shibuya, ¿vendrás con nosotros? —preguntó SeokJin a una cuadra de llegar al hotel.

— Vayan ustedes, hyung.

— Mañana tenemos el primer concierto, JK, después de eso no tendremos tiempo para continuar conociendo Tokio.

— Lo puedo conocer en otra ocasión.