V de Venderíamialmaparafollarteotravez

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Cada palabra que pronunciaba el mayor de los Jeon tenía a TaeHyung hipnotizado, emocionado al ver algunas fotografías en que JungKook era tan sólo un niño, curioso también mientras escuchaba la historia detrás de aquel momento que había quedado plasmado en papel. Ambos permanecían sentados en el sofá, lo suficientemente cerca para ver aquel álbum que JungHyun jamás había querido revelar, ni siquiera a su pareja con quien llevaba cinco años de noviazgo.

Lo anterior, tal vez se debía a que llevaban conversando durante casi una hora acompañados del alcohol, lo que había derribado todas las reservas al punto en que JungHyun sintió que, tal como había hecho JungKook, debía confiar ciegamente en TaeHyung.

— No tenemos muchas fotos de cuando éramos pequeños, pero éstas son las mejores —sonreía JungHyun señalando una en que JungKook parecía estar en su primer día de escuela—. Si quieres te puedes quedar con las que más te gusten.

— ¿Sí? —levantó TaeHyung la mirada, emocionado y a la vez dudoso de cuál debía escoger.

— Supuse que sería un buen regalo para nuestro primer encuentro, por eso traje el álbum —respondió JungHyun con amabilidad, mientras JungKook permanecía de pie frente al escritorio de la oficina, concentrado en revisar lo que su hermano le había logrado conseguir.

— Gracias, hyung.

— De nada, es lo mínimo que puedo hacer por mi cuñado —JungHyun le guiñó un ojo y se levantó del sofá, dejando a TaeHyung avergonzado por la manera en que lo había llamado—. Toma las fotos que quieras, Tae —fue diciendo con calma de camino a la puerta— Iré a ver cómo va todo, así es que siéntanse en confianza de seguir tomando lo que quieran y, no se vayan sin despedirse de mí, ¿ok? Me demoraré, así es que llámenme por cualquier cosa que necesiten.

— ¿Esa puerta es de un baño? —señalando el lugar al que se refería, consultó JungKook, sin haber prestado atención a todo lo que había dicho su hermano.

— Sí, es un baño, úsalo si quieres ¡Nos vemos más tarde!

Al quedar a solas, TaeHyung apartó un par de fotografías del álbum y, dejando todo sobre el sofá, se acercó a JungKook para abrazarlo por la espalda.

— ¿Qué es lo que miras tanto?

— Algo que te va a encantar —respondió JungKook con una sonrisa y volteó para que TaeHyung reconociera el juguete sexual que tenía en una de sus manos—. Sé que te va a encantar —insistió, complacido en cómo el sonrojo cubría las mejillas del actor.

— JungKook... —tembló sin ser capaz de decir algo más y se dejó llevar por el cantante hacia el amplio baño privado.

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Con sólo una mirada, en lo más mínimo TaeHyung sintió que se debía negar, aturdido por cómo el agarre en su cintura se tornaba mucho más firme al mismo tiempo en que sus bocas se unían en un beso que aceleró sus corazones al instante.

— ¿Estás dispuesto a jugar? —habló JungKook con la voz ronca, luego de morder con suavidad el labio inferior del actor.

Sin necesidad de verbalizar una respuesta, TaeHyung volteó para observar sus reflejos en el espejo y, apoyado en el lavamanos, bajó la mirada hacia el vibrador que JungHyun había comprado a pedido de JungKook.

— Imagino que no olvidaste el

— lubricante —completó JungKook y, metiendo la mano en el bolsillo trasero de su pantalón, sacó el sobre que había guardado horas atrás—. Ésta será la última fantasía de la noche —sonrió besando la mejilla del actor, quien sin saber si era por efecto del alcohol, por la sensual mirada del cantante o simplemente porque no soportaba más los deseos de sentir el placer al que JungKook lo había vuelto adicto, cerró los ojos al sentir que el menor lo abrazaba por la cintura, juntando sus cuerpos para desabrochar su ajustado pantalón. Luego, volteando a TaeHyung le bajó la ropa interior y sonrió al ver que estaba un tanto duro—, pero antes de jugar, me haré cargo de esto —dijo tomando el miembro del actor entre sus manos y, tras besarlo en los labios, se arrodilló ante él.