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Había llegado la hora de salida. Estaba tan emocionado pero a la vez nervioso por no saber lo que te traías entre manos.

Caminaba por todos los pasillos de la escuela con una estúpida sonrisa que no podía disimular. Y es que de todos modos no tenía intención de esconder la felicidad que me provocabas.

Eras un rayo de luz que poco a poco alumbraba mi vida, y eso lo confirmé al verte en la salida haciendo señales con tu mano para llamar mi atención.

Al llegar a ti me ofreciste la mano y me diste en cálido beso en las mejillas mientras comenzamos a caminar.

-Veo que eres más responsable de lo que aparentas ser, grandulon.

-Humm, quizás solo lo sea con las cosas que me importan.

-¿Significa que te importo?

-Más de lo que te imaginas, pequeño duende.

Golpeaste mi hombro entre pequeñas risas cuando te llamé duende y me reclamaste por hacerlo, luego me miraste a los ojos y comenzaste a correr arrastrándome contigo.

Me llevaste por el camino que habíamos tomado la noche anterior para ir hacía tu casa y dudé que fueras a llevarme allí. Después de todo, no me conocías del todo bien y eso sería lo más lógico.

Habíamos pasado tu calle y luego de varios minutos nos encontrabamos frente a una pequeña casa que a pesar de que a simple vista lucía deshabitada, se veía muy bien cuidada. Yo quedé atónito al verte pasar las cercas y entrar en aquel lugar como si ya lo hubieses hecho cientos de veces.

-¿Vas a venir o acaso el gigante tiene miedo?

Dijiste aquellas palabras entra risas y burlas así que decidí entrar tras de ti. Entraste y me guíaste hacía el centro del lugar. Caminando por los pasillos me fijé que todas las habitaciones estaban vacías a excepción de un gran salón con un tablero para pinturas y varios lienzos tirados por todo el suelo.

Lo habíamos ignorado para luego pararnos frente a la puerta de la habitación de al lado. Estaba confundido ya que todas las habitaciones estaban vacías a excepción del salón anterior y tu lo habías ignorado.

Abriste la puerta de aquella habitación y al entrar en ella, mis ojos se abrieron como platos al ver lo que había allí dentro.






Lo que nunca te dije [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora