3.

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Luego de aquel episodio, mi mente era una mierda.
No me concentraba en absolutamente nada. Sentía que flotaba. Me sentía fuera de mi. Totalmente desorientado.  Y a decir verdad, detestaba ese sentimiento.

Pasé las siguientes clases perdido en mis pensamientos. En los cuales solo estabas tú presente.

Tu cabello, tu forma de mirar a los demás y esa maldita sonrisa escandalosa que te hacia llamar la atención de todos.
Eran solo algunos de tus rasgos que no podía sacar de mi cabeza en ese momento.

Todo lo que pasaba a mi alrededor era irrelevante. No me importaba nada ni nadie. Todo mi ser estaba enfocado en ti. O al menos en tu recuerdo.

Fue en ese momento, cuando decidí que debía conocerte para saciar ese extraño sentimiento.
De algún modo tenía que descubrir que era aquello que te hacia especial.

Incluso para alguien como yo.

Lo que nunca te dije [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora