14.

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-Imbecil, imbecil, imbecil.

Me repetía a mi mismo lo estupido que era por haberte dejado de ese modo. Tu te merecías más de lo que te habia dado y yo no fui capaz de dártelo.

Estaba triste, me sentía inútil e incapaz.
¿¡COMO CARAJOS ES QUE ME LAS ARREGLO PARA SIEMPRE DESTRUIR TODO LO BUENO QUE APARECE UN MI VIDA!?

Estuve desconcertado toda la noche,  dando vueltas en la cama y pensando que debía hacer para mejorar y poder darte el apoyo que se que ibas a necesitar.
Sabía que podía caer y derrumbarme antes de poder salvarte. Era consiente de que en cualquier momento podría cometer una estupidez a causa de los fantasmas de mi pasado. Y es que en cierto modo, siempre ha sido así. Siempre acabo por derrumbar todo lo que puede hacerme feliz.

****

De un instante a otro, sentía como la luz del sol comenzaba a invadir mi habitación, rompiendo mi concentración y sacandome de mis pensamientos. Estuve toda la noche pensando en ti. Pero creo que debo aclarar que no todo es malo. Y es que pensar en ti me traía calma. Me transportaba a esos lugares de mi mente que no creí poder visitar otra vez.

Ver los rayos de sol que traspasaban las cortinas de mis ventanas hasta chocar con mi cara, me hizo entender y volver a la realidad.

Tu no necesitabas que yo cambiara. No necesitabas que actuase de manera distinta ya que te habias sentido bien con ese tipo tonto y tímido del parque.

Sabías que yo estaba roto. Sabías que yo necesitaría tanto de ti, como tu de mi. Y es que al final del cuento, ambos eramos la brújula del otro, estabamos destinados a mostrarnos el camino a la felicidad y salvarnos el uno al otro de nuestros propios infiernos.

Y con una sonrisa en mis labios y ojeras en mis pómulos, di un salto de la cama sabiendo perfectamente lo que debía hacer y un par de horas después, me encontraba en la entrada de la escuela.

Y ahí estabas tu. A una cuadra de la entrada con tus auriculares puestos. Lucias distraída, perdida con la mirada hacía el cielo admirando las nubes.
Tenía planeado recibirte con un fuerte abrazo y hacerte saber que yo siempre iba a estar contigo.

Me sentía seguro de mi mismo. Estaba decidido a decirte las cosas que debí haberte dicho en el primer momento en que estuvimos juntos, y ésta vez no estaba dispuesto a perder mi oportunidad.

Lo que nunca te dije [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora