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¿Cómo sería una cita donde ambos beban alcohol?
      
       
Meliodas

El rubio se había vuelto loco con tan sólo un pensamiento, el cual abundaba en su mente desde hace mucho; nunca había visto a su cocinera tomarse un tarro de cerveza

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El rubio se había vuelto loco con tan sólo un pensamiento, el cual abundaba en su mente desde hace mucho; nunca había visto a su cocinera tomarse un tarro de cerveza. Cuando la conoció por primera vez ni siquiera le dio tiempo a tomar su orden, por lo que la curiosidad de saber cómo se comportaría lo estaba matando en ese momento.

Le había dicho a ella que podía comer y beber de lo que quisiera en la hora de descanso, pensó que alguna vez tomaría por lo menos un sorbo de cerveza. Nunca sucedió, siempre tomaba agua en un pequeño vaso de vidrio, y eso hacía que le picara más la curiosidad.

—¡Escucha, _________! He decidido que hoy no abriremos la taberna —la llamó dejándola un poco confundida—. Creo que deberíamos descansar un poco, hemos estado muy ocupados con la clientela últimamente.

—¿Estás seguro? Puedo trabajar todavía si deseas —aseguró mientras se dirigía a la cocina, pero fue detenida por el de menor estatura, quien se había parado frente a ella.

—Estoy bastante seguro —respondió con una sonrisa—. Vamos, mereces un día de descanso.

—D-De acuerdo —asintió no muy segura—. Entonces creo que volveré a casa y tomaré un largo baño —sonrió alegre, eso sonaba perfecto.

—¡Oh! Antes de eso, ¿no quisieras beber un poco? Creo que te vendría bien —preguntó un tanto nervioso pues casi salía mal su plan.

—Bueno yo... no soy mucho de beber entonces —respondió mirando a otro lado avergonzada.

—Sólo un poco no hará daño —dijo tratando de convencerla. Se quedó callada la contraria, pensando si era correcto o no.

—¡Está bien! —exclamó con un brillo en los ojos—. Como dices, sólo sírveme un poco.

—Genial, y no te preocupes, va de parte de la casa —le guiñó un ojo mientras se dirigía a la barra para después tomar dos tarros y servir un poco de la bebida.

Le entregó uno a ella mientras le daba un trago al suyo. La mujer, un poco indecisa tomó el objeto para después acercarlo a su boca, suspiró tratando de calmarse, para después darle un pequeño sorbo a la bebida.

Sonrió después de sentir el sabor en su boca, hacia demasiado tiempo que no bebía cerveza, y por alguna razón, se sentía feliz de haberlo hecho de nuevo.

Pero sabía que no debía de hacerlo, si seguía tomando más y más terminaría diciendo un montón de tonterías y probablemente su jefe se burlaría de ella en la mañana.

Y aunque trataba de decirse a sí misma que parara, no pudo hacerlo, siguió bebiendo cerveza frente a la mirada curiosa del rubio, quien ahora sabía el porqué no bebía.

𝐎𝐮𝐫 𝐋𝐨𝐯𝐞; NnTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora